lunes, 15 de septiembre de 2025

La trastienda/ "Haga usted como yo, no se meta en política"

“Haga usted como yo, no se meta en política”. Dicen que eso aconsejaba Franco a influentes afectos al régimen -cuentan que uno fue el escritor José María Pemán- cuando le iban con sus cuitas quejándose del trato recibido por parte de otros prebostes del franquismo. Y algo equivalente viene a ser lo que manifestó el pasado jueves el consejero Portavoz de la Junta, el incombustible Carlos Fernández Carriedo, a propósito de la reprobación parlamentaria de la que fue objeto un día antes el consejero contra el Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Carriedo ha lamentado que las Cortes se utilicen para la confrontación política. Acabáramos. Por lo visto, el consejero Portavoz no se entera de cómo se las gasta su partido en el Congreso y no digamos del uso que hace de su mayoría absoluta en el Senado.

Carriedo, Carrasco y Lucas en blanco y negro

 A la par que consejero de Economía y Hacienda del gobierno Mañueco, Carriedo lleva desde el siglo pasado encadenando cargos públicos, bien en la Junta, donde ha sido titular de cuatro consejerías a las órdenes de tres presidentes diferentes, o en las Cortes, donde ocupa escaño por Palencia ininterrumpidamente desde in illo tempore. Con esa trayectoria, nadie se extrañará que “El topillo” le tenga definido como “ese-eterno-chico-bien-mandado-que-vale-igual-para-un-roto-que-para-un-descosido”.

 Pues bien, después de 30 años en política -su primer cargo público, director general de Presupuestos, data de 1995, año en el que la malograda Isabel Carrasco era titular de la consejería de Economía y Hacienda- Carriedo sigue teniendo alma de funcionario. O al menos así actúa para escaquearse cuando se le piden cuentas políticas. Lo vimos palmariamente en su contestación a las dos preguntas orales que tuvo que responder en el pleno de las Cortes de la pasada semana. Las dos las formulaba Vox y en ambas la respuesta consistió en leerle al procurador interpelante la normativa vigente en la materia.

La segunda de ella planteaba si la Comisión de Ética Pública existente en la Junta no debiera analizar la actuación de Suárez Quiñones en torno a la autorización por parte de la consejería contra el Medio Ambiente para instalar un macrovertedero en León promovido por el tinglado empresarial de Macario Fernández, que ha tenido empleado como alto ejecutivo a un hijo del consejero.


La “independencia” de la Comisión de Ética.-  Aparte de leer la normativa, Carriedo, sin que se le escapara ninguna risa, tuvo el desparpajo de remitirse a la “independencia” de una Comisión que está integrada por tres representantes de la Junta -entre ellos el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, que la preside- y tres representantes de las Universidades designados asimismo por el gobierno autonómico. 

Gonzalez-Gago, presidente de la Comisión de Ética
No es extraño que ante las denuncias presentadas en su día por el procurador Francisco Igea a propósito de las declaraciones incendiarias contra la inmigración realizadas tanto por el entonces vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, como por el no menos infausto consejero de Trabajo, Mariano Veganzones, la susodicha Comisión de Ética Pública concluyera por unanimidad que ni uno ni otro habían incumplido el Código Ético al que están supuestamente sometidos los altos cargos de la Administración Autonómica. 

Declaraciones antidemocráticas aparte, García-Gallardo y Veganzones, que en gloria política estén, participaron en concentraciones ultras convocadas ante sedes del PSOE, sin que la Comisión considerara oportuno intervenir de oficio. El Código Ético afirma literalmente que los altos cargosen actos públicos o privados evitarán adoptar conductas o actitudes que puedan perjudicar la imagen de la Administración o entidad en la que prestan sus servicios”.

A Carriedo, pues, hay que recordarle que, salvo un breve paréntesis durante la etapa de Juan Vicente Herrera en la que solo fue procurador, lo que se dice como funcionario lleva más de 30 años en situación de excedencia especial por designación o elección como cargo público. En la práctica, su carrera funcionarial concluyó cuando fue saltó a la dirección general de Presupuestos desde la jefatura de Servicio que desempeñaba ya en tiempos del consejero de Economía del gobierno Aznar, Miguel Pérez Villar, aquel que resultara condenado por prevaricación por las fraudulentas ayudas que dieron lugar al “caso de la minería”. Y ahí lo dejo.

En estricto cumplimiento de sus obligaciones, lo que a estas alturas ya debiera haber hecho el actual consejero de Economía, es elaborar y presentar la propuesta de “techo de gasto” a someter a las Cortes como paso previo y preceptivo para tramitar el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad para 2026. Y seguimos sin tener noticia alguna al respecto.

Mañueco y Carriedo presentando los Presupuestos "fake" de 2025

Una engañifa sin precedentes.- A propósito de la obligación estatutaria de presentar anualmente ante las Cortes el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad Autónoma, hace un año la Junta, con el presidente “Fonsi” y el consejero Carriedo a la cabeza, perpetró una tomadura de pelo sin precedentes. El mismo día en el que expiraba el plazo establecido en el Estatuto, el 15 de octubre, Mañueco y Carriedo presentaron en rueda de prensa un “borrador” simulando que cumplían el mandato estatutario. Y la inmensa mayoría de los medios de comunicación, agradecidos al pastizal que reciben de la “chequera mediática” del gobierno Mañueco, dedicaron amplios espacios a lo que no era otra cosa que unos Presupuestos “fake” que nunca llegaron al registro de las Cortes, ni siquiera después de que recibiera luz verde el “techo de gasto” y de que el pleno de la Cámara reclamara por unanimidad a la Junta el obligado envío al Parlamento del correspondiente Proyecto de Ley.

Lógicamente, un año después la Junta no puede repetir semejante engañifa, aunque está por ver que por segundo año consecutivo no haga exactamente lo mismo que no se cansa de reprochar el PP de Núñez Feijóo al gobierno de Pedro Sánchez: pasar de presentar ante el Parlamento el Proyecto de Presupuestos para el año próximo. Con Vox esperando una negociación en la que blandirá el “burruño” en que convirtió “Fonsi” sus exigencias para alcanzar cualquier cualquiera acuerdo de calado, el gobierno Mañueco, anclado en una minoría parlamentaria mayor que la que sufre el de Sánchez, tiene prácticamente imposible sacar adelante unas nuevas cuentas para la comunidad autónoma.

Y justamente a un mes de que expire el plazo para presentar en tiempo y forma el Proyecto de Ley de Presupuestos, y si no sobreviene otro aplazamiento, “Sicilia y León” (denominación acuñada por uno de los damnificados de la “trama eólíca") se sienta a partir de hoy en el banquillo de los acusados. Lo dije hace varias semanas: a Mañueco se le ha acabado la baraka.

(Publicado en elDiario.es Castilla y León)

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