En su sobreactuación política para desmarcarse de Vox, partido con el que compartió infaustas políticas durante el tiempo que gobernaron la Junta en coalición, el presidente "Fonsi" Fernández Mañueco incurrió en un grave desliz que le va a perseguir mientras pretenda gobernar sin la oposición del partido que lidera Santiago Abascal. Me refiero al insólito gesto de hacer un “burruño” y arrojar al suelo del hemiciclo el folio que David Hierro, el portavoz de Vox, le había dejado en el atril de los oradores durante el Debate sobre el estado de la Comunidad celebrado en junio pasado. Un desprecio prepotente y grosero que le está pasando una onerosa factura (y lo que te rondaré morena si aspira a seguir gobernando después de las elecciones de marzo).
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| Mañueco y el "burruño" que hizo con las propuestas de Vox |
Vox ha disfrutado administrando una revancha que ya ha tenido consecuencias tan significativas como su apoyo a la reforma de la Ley de Publicidad Institucional, una nueva norma que amenaza nada menos que el uso discrecional y arbitrario que el gobierno Mañueco hace de la llamada “chequera mediática”, amén de acabar con la anomalía democrática que supone sostener mediante una multimillonaria subvención pública una televisión autonómica de propiedad privada que opera en régimen de monopolio.
A tenor de los antecedentes, cabía pensar que Vox daría plantón a la Junta en la ronda de reuniones con la oposición parlamentaria convocada por el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, en un intento de concitar los apoyos que necesita la Junta para sacar adelante su Proyecto de Presupuestos para 2026.
Vox disfrutando con su revancha.- Pero, como apunté antes, Vox ha decidido disfrutar de su cumplida revancha. Y ahí se presentó el pasado sábado a la cita con Carriedo, ya saben ese “eterno-chico-bien-mandado-que-vale-igual-para-un-roto-que-para-un-descosido”. Y, claro, puso sobre la mesa, no corregida pero sí aumentada y actualizada, la tabla de condiciones recogida en el ya célebre “burruño”. Y para mayor recochineo, sale Hierro diciendo que había observado en Carlos Javier Amando, que así se llama de pila el consejero, una disposición positiva, una actitud en línea con la del PP de Valencia, que, como es sabido, contó con el apoyo de Vox para aprobar los últimos Presupuestos del gobierno que todavía preside el inefable Carlos Mazón.
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| David Hierro y Fernández Carriedo |
Lógicamente, Mañueco no podía asumir esa humillación y Vox ha enmendado hoy a la totalidad el Proyecto de Presupuestos, lo mismo que ha hecho el PSOE, cuyo secretario autonómico, Carlos Martínez, ha calificado “infames” las cuentas propuestas de la Junta. Así pues, ya sabemos que el teatrillo ha terminado y que el proyecto presupuestario de la Junta será devuelto a los corrales en el pleno de totalidad a celebrar el próximo jueves. Y ello no es lo peor que le podía haber sucedido al gobierno Mañueco, ya que si el Proyecto hubiera salvado su enmienda a la totalidad, podía haberse encontrado con un escenario todavía más lacerante: Que Vox hubiera distribuido en decenas de enmiendas parciales el contenido del “burruño”.
Enmiendas que, de no ser haber obtenido un alto grado de aceptación por parte del PP, hubieran conducido al rechazo de la Ley Presupuestaria en la sesión plenaria a celebrar en el "mausoleo" los días 22 y 23 de diciembre. O lo que es lo mismo: que después de dos meses de travesía parlamentaria, los Presupuestos de la Junta hubieran muerto en la orilla.
Una lástima porque ello habría tenido bastante de “justicia poética”, si se recuerda lo que sucedió el 20 de diciembre de 2021, cuando, en vísperas de que se votaran y aprobaran los Presupuestos tramitados para 2022, llegó Mañueco y, sin encomendarse a nada ni a nadie, dinamitó su coalición con Ciudadanos y convocó las elecciones anticipadas celebradas en marzo siguiente. Una decisión que, visto el veredicto electoral que condujo a la fallida coalición entre PP y Vox, resultó ser un auténtico pan como unas hostias. A los resultados me remito.


