martes, 14 de octubre de 2025

La trastienda/ Con el paso absolutamente cambiado...

 Con el paso cambiado. Así deambula, como alma en pena, el gobierno de “Fonsi” Fernández Mañueco desde que a mediados del pasado año Vox rompiera el pacto de gobierno firmado entre el PP y la ultraderecha a raíz de las elecciones autonómicas anticipadas a marzo de 2022. Desde entonces, el gobierno Mañueco sobrevive en solitario, sin mayoría para sacar adelante unos nuevos Presupuestos ni ninguna otra ley de un mínimo calado y, lo que es peor, sufriendo revolcones parlamentarios sin precedentes desde que José María Aznar, allá por 1987, accediera al Colegio de la Asunción.

Aunque no ha tenido mucha repercusión informativa, el último de esos revolcones se produjo en el pleno de las Cortes celebrado la pasada semana, en el que salió adelante una Proposición de Ley presentada por Vox que supondría la suspensión durante el plazo de un año de nuevas autorizaciones de parques eólicos y plantas fotovoltaicas en territorio de Castilla y León. Sin que ningún otro grupo político se opusiera a la iniciativa, el PP optó por abstenerse en un vano intento de maquillar esta nueva derrota parlamentaria.

Alfonso Fernández Mañueco e Ignacio Sánchez Galán
En el debate de la Proposición salió a relucir la enorme influencia del presidente de Iberdrola, el salmantino Ignacio Sánchez Galán, considerado un poder fáctico acostumbrado a imponer sus intereses empresariales al gobierno de esta comunidad autónoma. La cosa viene de lejos, como poco desde que el exconsejero de Economía durante el gobierno de Juan José LucasFernando Bécker, compañero de colegio (mayor) de Juan Vicente Herrera, fuera designado número dos de esta compañía eléctrica. Con Fernández Mañueco dicha influencia se ha acentuado aún más, máxime cuando en el Consejo de Administración de Iberdrola sientan sus posaderas dos ilustres exministros del PP, el abulense Ángel Acebes y la vallisoletana Isabel García Tejerina.
  
La repercusión informativa de este nuevo revolcón parlamentario sufrido por el gobierno Mañueco no ha sido mayor sencillamente porque a estas alturas de la Legislatura dicha Proposición está condenada decaer, toda vez que las Cortes habrán de disolverse en enero para poder celebrar las elecciones previstas a mediados de marzo. Y, lamentablemente, no va a ser el único Proyecto de Ley que decaiga. En la estacada volverán a quedar entre otras, la nueva Ley integral contra la Violencia de Género y la de los derechos LGTBI (Castilla y León seguirá siendo la única comunidad autónoma que sin una ley que regule los derechos de este colectivo).

 
Sánchez, en la cumbre climática de Ponferrada
 Con el paso cambiado aparecen Mañueco y los suyos cada vez que Feijóo y la plana mayor de Génova restregan al gobierno Sánchez sus problemas superar las votaciones parlamentarias y su incapacidad para presentar unos nuevos Presupuestos, hándicaps absolutamente compartidos por el gobierno de esta comunidad. Veremos que suerte corre en el “mausoleo” de Villa del Prado el Proyecto presupuestario aprobado hoy por el Consejo de Gobierno de la Junta.

 Con el paso absolutamente cambiado ha quedado el gobierno ante la decisión de Feijóo de vetar la presencia del PP en la convención celebrada estos días en Ponferrada en torno al Pacto de Estado sobre la Emergencia Climática promovido por el gobierno Sánchez. Tras la ola de incendios que este verano ha arrasado mas de 140.000 hectáreas en Castilla y León, el gobierno Mañueco no queda lo que se dice en buen lugar dando la espalda a esta cita, celebrada para mayor inri en la capital del Bierzo, comarca especialmente castigada por el fuego. 

 Además de haber concertado una “pinza” contra el PP, los populares de Castilla y León vienen acusando tanto al PSOE como a Vox de ser meras sucursales de las respectivas cúpulas nacionales de ambos partidos, sin autonomía para salirse de las estrategias marcadas desdelas calles Ferraz y Bambú. Básicamente, el reproche se corresponde con la realidad. Pero, por si existiera alguna duda, la ausencia de la Junta de esta cumbre climática de Ponferrada pone de relieve esa misma sumisión y servilismo del PP de Castilla y León a lo que mande Génova.

Raúl de la Hoz

Y con el paso absolutamente cambiado aparece el PP de Castilla y León si se habla de corrupción política justamente cuando “Sicilia y León”, como se motejó en su día la “trama eólica”, está sentada en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Valladolid. Cuando el que fuera director general de Energía en tiempos de la trama, Ricardo González Mantero, ha cantado “La traviata” en la vista oral, lo suyo seria que el PP se tentara la ropa antes de acusar a nadie de corrupción. Pues no.

 Y ha tenido que ser el actual eurodiputado y hasta el pasado año portavoz del grupo popular en las Cortes, Raúl de la Hoz, quien ha faltado a la más elemental prudencia, ha salido acusando al secretario autonómico del PSOE, Carlos Martínez, de ser “el jefe de la banda de Pedro Sánchez en Castilla y León”. Lo ha hecho al hilo de la dimisión del procurador socialista José Luis Vázquez, investigado por el Tribunal Superior de Justicia por presuntos delitos de prevaricación administrativa y malversación durante su desempeño como alcalde del Real Sitio de San Ildefonso.

Manda huevos, que dijo en su día Federico desde la tribuna del Congreso. Que sea precisamente De la Hoz, el eslabón podrido del antiguo “clan Villanueva” y secretario en su día de la Empresa Municipal de Vivienda de Arroyo de la Encomienda, el que hocee en el fango de la corrupción. Los pájaros disparando a las escopetas. O las liebres corriendo a los galgos. Como prefieran.

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