sábado, 22 de noviembre de 2025

PERLAS DE LA FACHOSFERA PATRIA

(o a ver quién la dice más gorda y/o insulta de manera más gruesa)


1.- “Pedro, acabarás como tu pistolero Álvaro”: “Al Capone jamás penó por los más de 300 asesinatos que ordenó. Le salieron gratis. El capo di tutti capi de Chicago acabó en Alcatraz pero por un fraude continuado a la Hacienda Pública. Sus sicarios fueron al hotel rejas con condenas que abarcaban décadas. Resulta cuasiperogrullesco colegir que Pedro Sánchez es nuestro Capone particular, sin muertos, claro, pero con las mismas ínfulas mafiosi que el italianoamericano. Hasta un niño de teta deduciría que comanda una organización criminal.

Todo su entorno está imputado, condenado o en ese Soto del Real convertido en una franquicia de Ferraz. Empezando por su pentaimputada mujer, a la que aguarda el banquillo en meses o tal vez semanas; siguiendo por su hermanito, al que imputan dos delitos; continuando por sus históricos números 2, Cerdán y Ábalos; y terminando por su estrecho colaborador Koldo García y el hasta este jueves fiscal general.

El drama de García Ortiz es que es un fulano que vomita permanentemente el palabro «sí, señor» cuando recibe una instrucción del caudillo por la gracia de Satanás, Pedro Sánchez. Este pobre hombre con menos luces que un barco pirata no perpetró un delito de revelación de secretos porque sí, sino, más bien, por obediencia debida, se mostró incapaz de decir «no» a una orden que él, en su condición de jurista, sabía perfectamente que era ilegal.

 No creo que el marido de Bego muera físicamente de sífilis como Al Capone porque estas cosas ya no se llevan pero sí tengo claro que por mucho que vaya tirando cadáveres por la borda el que al final acabará caminito de Alcatraz será él. Por delito fiscal, por cohecho, por prevaricación, por tráfico de influencias, por organización criminal o por todos ellos a la vez. La suerte de nuestro Al Capone patrio está echada. García Ortiz era sólo el pistolero”. Eduardo Inda, director de “OkDiario, en “La Razón”. 


2.- “La Paqui y el quinqui”: “Todo el mundo conoce ya a 'la Paqui', de quien se tuvo primera noticia este mes de julio cuando acudió a la prisión de Soto del Real a visitar a su esposa, Santos Cerdán, el capataz de Sánchez en Ferraz. Fue un momento televisivo muy intenso, con un punto de tensión y no poco de algarada mediática, tan viral. Francisca Muñoz Cano, que así se llama la doña, es de Sevilla y se trasladó a Navarra "al parecer de joven" y allí matrimonió con el susodicho exjefazo del PSOE.

Doña Paqui ha entrado en la antología del choriceo por algo más sencillo que el pillaje inagotable que se traía su esposo mediante adjudicaciones tramposas y negocietes de maleante. Ha sido el audio captado por la Guardia Civil a la esposa del socio de Cerdán, Antxon Alonso, amigo de Otegi, lo mejor de cada casa, a quien le advertía de las andanzas de la individua.

Si a la Paqui le salió del alma lo de orientar a la prensa hacia 'la casa de la Ayuso' es porque lo tiene bien aprendido. Un clásico de su banda. Sánchez ha convertido a Ayuso en una ilimitada obsesión. La prensa de movimiento subrayaba este viernes, como quien pretende ofender, algunos pulsos que la presidenta madrileña ha superado hasta la fecha. El de Pablo Iglesias, al que envió electoralmente al guano. El de Pablo Casado, a quien remitió al rinchi y ahora le va muy bien. A Mónica Médica y Madre, que la removió del tablero de Madrid y ahora tontea en un Ministerio donde estorba. A Ángel Gabilondo, inútil proverbial, ahora presunto defensor de no se sabe qué pueblo. A Rocío Monasterio, tan ideal, que nunca más. Al pobre Juan Lobato, esperando su hora. A Íñigo Errejón, otro feminista calentorro. Y así.

No, Paqui, no mande usted a los periodistas a casa de ‘la Ayuso’. Allí no hay noticia. El lío va a seguir en Soto, donde una interminable cuerda de reos socialistas va a convertir la penitenciaría en la delegación de Ferraz, un inevitable punto de peregrinación informativa”. José Alejandro Vara en “Voz Populi”. 


3.- “Nunca fue digno del cargo”: “El periplo de Álvaro García Ortiz está recorrido de principio a fin por la ignominia. Fue recibido como inidóneo por el CGPJ y ha sido despedido con una inhabilitación del Supremo. Nunca fue digno del cargo y solo habrá contribuido a deteriorar la institución en tal grado que la deja abocada a una reforma profunda Una que no esté dictada por Félix Bolaños.

 Una sentencia ha de ser justa y, por tanto, jamás ejemplarizante. Sin embargo, hay otras instancias que debieran darse por aludidas en esta ocasión. Desde luego el Gobierno, cuyo presidente consideró al fiscal como uno más de sus ministros. Probablemente lo creyó así, sin cinismo, y así lo reconoció con obscenidad en la radio pública.

Una parte del periodismo también debería hacer su acto de contrición. Quiso colar sus épicas fantasiosas en la vista y llegó a creerse activa de la causa. Nada tiene que reprocharse ningún periodista por la desgracia de García Ortiz. Otra vez se vuelve a demostrar que, más que el cuarto poder, es el cuarto querer y no poder. Hay una parte del periodismo que vive en permanente simulacro.

Tiene razón la oposición cuando asegura que la inhabilitación de García Ortiz debería arrastrar a cualquier gobernante convencional. Como Sánchez no lo es, cabe pensar que, en su lugar habrá otro nombramiento epatante, otra de esas exhibiciones de su falta de espíritu democrático con las que pretende amedrentar a sus adversarios.

 La verdad judicial sugiere que García Ortizno se ha comportado de una forma distinta a la de la inverosímil Leire Díez. Dos “fontaneros” que, conscientes de la deuda contraída con sus cargos, se movilizaron en cuanto escucharon el somatén de un presidente que, en forma de cinco días de asueto y una carta lastimera, pidió a los militantes que los protegieran a él y a su familia del cerco judicial. Aquel episodio, el más significativo de todo el mandato de Sánchez, desató una movilización general. Cada un hizo lo que pudo. Cada uno se condeno como pudo”. Rafa Latorre, el de “La Brújula” de la Onda Cero, en “El Mundo”.


4.- “El triste final de un fiscal general escudero de Sánchez”:  La trayectoria de Álvaro García Ortiz al frente de la Fiscalía General del Estado es una sucesión de señales de alarma que ayer culminaron en sentencia. Este es el triste final que aguardaba a quien renunció a su independencia para integrarse en una operación política. A quien sacrificó su carrera, su prestigio y su obligación constitucional para servir de escudero a un presidente del Gobierno echado al monte. Es probable que su señor lo indulte y que la mayoría progresista del Tribunal Constitucional active el modo de casación VIP para desagraviarlo.

 Pero nada de eso borrará lo esencial: la condena de Álvaro García Ortiz ya forma parte de la historia de la democracia constitucional española. La suya es la crónica de una caída anunciada. Es la consecuencia lógica de haber convertido la Fiscalía General del Estado en una herramienta partidista, un satélite de Moncloa dispuesto a intervenir donde hiciera falta con tal de proteger al Gobierno y demoler al adversario.

La consigna es evidente: neutralizar al Poder Judicial en nombre del principio democrático. Nada revela mejor esta deriva que las palabras del propio presidente del Gobierno en el día en que su fiscal general ha sido condenado: «Vamos a defender la soberanía popular frente a quienes se creen con la prerrogativa de tutelarla». Es una frase gravísima. Es la enésima insinuación de que los jueces son una élite antidemocrática que usurpa la voluntad del pueblo.

 Lo que viene ahora son días de ataques inmisericordes contra el Supremo, linchamientos a magistrados, intoxicaciones y campañas para que la opinión pública perciba cada resolución como un ataque político contra el Gobierno. Y ahora van a por el Poder Judicial. Van a intentar deslegitimarlo en nombre de la «soberanía popular» para someterlo al mismo proceso de vasallaje al que García Ortiz sometió la Fiscalía General del Estado. Ese es el verdadero objetivo.  Guadalupe Sánchez en “The Objective”. 


5.- “Gana la ley, pierde el relato”: Nadie está por encima de la ley. Si se puede extraer algún mensaje de la sentencia que condena al Fiscal General del Estado por un delito de revelación de datos reservados, ése sería. Simple y claro. Que un cargo público, por muy arriba o muy protegido que esté, no puede cometer un delito impunemente. Un mensaje que sería innecesario hacer patente, si no fuera porque el Gobierno y sus satélites estuvieron empeñados en interferir en el proceso judicial  que afectaba a García Ortiz e hicieron de la defensa cerrada de su conducta ilícita, un asunto de vital importancia política para ellos. Porque, a pesar de la fuerza de las presiones gubernamentales, de la maquinaria, las maniobras, las trampas y los enredos, se ha aplicado la ley.

No hay que celebrarlo, porque es lo normal.  Que la ley se aplique. Que los delitos se condenen. Una normalidad que pone fin a un escándalo, porque un Fiscal General debe perseguir el delito y no cometerlo. La ley es la normalidad frente a la anomalía de un Fiscal General que muta en apparatchik de partido para servirle en bandeja al Gobierno la información reservada con la que lanzar una campaña, otra más, contra la presidenta de Madrid, Díaz Ayuso. La anomalía no es condenar a la autoridad que revela secretos o informaciones a los que tiene acceso y que no deben divulgarse.

 Anómalo es acusar al Supremo de “golpismo judicial” y de "interferir en la vida democrática", como hace Sumar, o de querer tutelar y amordazar la democracia, como dijo Sánchez en aparente reacción a la sentencia. En el Gobierno ha causado especial indignación que la sentencia se diera a conocer en el 50 aniversario de la muerte de Franco. Vaya, hombre. En la izquierda dicen ver la condena al Fiscal como señal de una pervivencia del franquismo. Pero lejos de tal delirio, la sentencia da señal de que no se han torcido y pervertido todas las normas e instituciones de una democracia liberal. Ha ganado la ley y han perdido los que no dudan en quebrantarla con el fin de "ganar el relato". Cristina Losada en “Libertad Digital”.


6.- “¿A quién va a pedir perdón Sánchez?”: "Yo creo que la sentencia del Supremo condenando al fiscal general del Estado por revelación de secretos es muy leve para la gravedad del delito cometido. Sí, le hace perder el puesto, pero es que debería haber desalojado su despacho en cuanto fue imputado. No digamos cuando empezó el juicio. Es cierto que un solo día de inhabilitación hubiera sido una condena suficiente para apartarle de su puesto. Pero la gravedad del delito creo que ameritaba más.

 Ahora bien, ¿quién soy yo frente a los magistrados del Supremo? Por cinco votos contra dos -amplia mayoría- le han condenado a esa pena. Pero también a un pago de una multa de 20 euros diarios durante 12 meses y a indemnizar a Alberto González Amador a una multa de 10.000 euros. A mí me parece que 10.000 euros es prácticamente nada para la gravedad de los hechos por los que García Ortiz es condenado. No sé qué alivio personal le generará al demandante. Pero sí me parece relevante que el hasta hoy fiscal general ha sido condenado a pagar las costas del juicio, incluyendo las de la acusación particular. ¿Puede haber mayor humillación?

 No me cabe la menor duda de que en las próximas horas y días vamos a vivir una nueva campaña del Gobierno y el Equipo Nacional de Opinión Sincronizada hablando de lawfare. Eso va a equivaler a decir que España no es un Estado de derecho. Pedro Sánchez lleva demasiado tiempo descalificando todo lo que no se somete a su voluntad en España. La condena al fiscal general es de una gravedad sin precedentes para un Gobierno que sabía que esto estaba en camino porque era el que había dado las órdenes al fiscal. Y, por lo tanto, un Gobierno que es el verdaderamente condenado este 20 de noviembre en el que tan ansiosamente querían conmemorar la muerte de Franco.

 España es un país en el que el fiscal general es un delincuente y el Gobierno lo ampara hasta que la cosa no tiene remedio. ¿A quién va a pedir perdón Sánchez?”. Ramón Pérez Maura, director de Opinión de “El Debate”.


7.- “Sánchez no dejará tirado al fiscal general”: La condena a dos años de inhabilitación al fiscal general del Estado por un delito de revelación de secretos es un golpe terrible para Pedro Sánchez. El presidente ha defendido la inocencia de Álvaro García Ortiz sin ningún resquicio de duda. Pero el Tribunal Supremo (por cinco votos contra dos) ha dado su veredicto, que es el que vale, y ello obliga al Gobierno a nombrar un sustituto para ocupar la cúpula del Ministerio Público.

El revés judicial no tiene precedentes, pero eso no significa que Sánchez se conforme y se limite a pasar página. No es propio de él. Tiene un plan, de eso no cabe la menor dudaComo he dicho, Sánchez no puede dejar en la estacada a García Ortiz. En definitiva, la condena le ha caído por filtrar un documento secreto con el fin de "ganar el relato", cosa que le importaba al presidente pero que a él debía de traerle al pairo.

 Así que, una vez conocida la sentencia, el plan consiste en dar a García Ortiz la posibilidad de que sea él quien decida la persona que le suceda, que es como reconocerle que su leal manera de actuar se mantendrá. Pero, además, Sánchez puede, y quiere, aplicar el indulto a García Ortiz. La otra vía, naturalmente, es el recurso ante el Tribunal Constitucional, que el fiscal general podrá presentar en un plazo de 20 días después de conocido el texto de la sentencia y presentado un incidente de nulidad.

El Supremo tiene que hilar fino en el texto de la sentencia que, insisto en ello, no sólo será histórica, sino que será mirada con lupa por Moncloa y por los juristas críticos con el fallo. Además, con la circunstancia añadida de los dos votos particulares (Ana Ferrer y Susana Polo), que añadirán argumentos a la polémica que se trasladará al debate político. No conoceremos el texto de la sentencia hasta dentro de un par de semanas. Para entonces, ya sabremos quién será el sustituto de García Ortiz y cual será el camino elegido por el Gobierno para revocar el fallo por la vía de los hechos”. Casimiro García Abadillo, director de “El Independiente”.


8.- “La tribu del 2 por ciento”: “El PP tiene, sin duda, un lío en Andalucía con la caída del líder del partido en su provincia fetiche a cuenta de otro escándalo de comisiones. Juanma Moreno ve las elecciones a la vuelta de la esquina y en esa provincia es donde más peligra su mayoría absoluta porque Vox se lo está comiendo por el oriente, donde el PSOE es tercera fuerza política. Pero contemplar a Sánchez celebrando la victoria por este gol cuando tiene en su marcador a sus dos secretarios de Organización, varios cargos del Ministerio de Transportes, a su mujer, su hermano, su candidato extremeño, su diputado Tito Berni, su fontanera y su fiscal general es pueril. Solo le falto arrancarse por Manolo Escobar: “Almería, un inmenso coral es tu inmensa bahía…”.

 Con un poco de vergüenza, solo la justa, cualquiera se callaría tras el atestado de “la tribu del 2 por ciento”. Anticorrupción pide media vida de trena para los tres que le acompañaban en el Peugeot de la reconquista del partido. Y la UCO nos ha revelado que el hombre al que Pedro Sánchez le encomendó las negociaciones con el PNV para la moción de censura o con Bildu y Puigdemont en su refugio suizo para la investidura se apañaba un 2 por ciento de comisión en la adjudicación de obras públicas a través de una subcontrata impuesta al ganador que le pagó gastos de virrey durante años.

(…) La tribu del 2 por ciento vivió a tutiplén, tras su magistral obra de teatro contra la corrupción, pagando el servicio de lumias con nóminas estatales y organizando aquelarres sin sacar un céntimo del cajero en cinco años. Como alegan todos, incluida ahora la fontanera, es normal que no se reconozcan en las grabaciones. Se tienen que dar asco. Pero ahí queda en pie el presidente, como el imbatible trompetero de la película “El guateque”, al volante del Peugeot por la carretera de Andalucía para convertir la política en pachanga”. Alberto García Reyes en el “Abc”. 


9.- “¿Tolerancia cero?”: "Lo de «tolerancia cero» en boca de Pedro Sánchez, el amigo de Ábalos y Cerdán y compañero de tantos otros que hoy aparecen en los papeles de la UCO, es una broma de mal gusto. Más aún al conocer las conversaciones que demuestran inequívocamente que algunos de sus compañeros y amigos se movían en un mundo tan sórdido que los centenares y miles de euros que movían con una facilidad asombrosa producían menos escándalo que su vida personal. Lo de «tolerancia cero» no iba con ellos. Eso sí, mientras el presidente no se enteraba de nada, o hacía como que no se enteraba de nada aunque los medios de comunicación publicaban de todo y por su orden, Sánchez arremetía contra los jueces, los medios de comunicación y la UCO. Curioso, con aquellos que indagaban, indagaban más y seguían indagando, porque ese era y es su trabajo. 

Tolerancia cero, ¿con quién? Será con los ajenos al partido, porque con los propios pasaron muchos meses, incluso años, hasta tomar medidas sancionadoras. Solo se hizo cuando las pruebas ya eran tan contundentes que si los responsables del Gobierno y del partido no tomaban medidas expeditivas ellos mismos podían quedar comprometidos.

(…) Poca gente de las nuevas generaciones parece sentir interés por la historia de su país, por el esfuerzo ímprobo que tuvieron que hacer un puñado de personas para que se pudiera iniciar el tránsito de una dictadura a una democracia. El rey Juan Carlos fue el impulsor de esa heroicidad, porque fue una heroicidad, pero en aquel trabajo impresionante, en aquella aventura que asombró al mundo, no estuvo solo.

Coincido con Juan Luis Cebrián cuando en su entrevista en El Mundo dice que el Rey Juan Carlos ha cometido errores -¿quién no los comete?- pero que él no olvida lo mucho que hizo por todos nosotros. No lo tenía fácil, pero su empeño no tenía límite y el cambio que promovió fue excepcional”. Pilar Cernuda, contertulia de “Cuestión de Prioridades”, programa de “La 7” de Castilla y León TV, en “The Objective”. Otra que nos toma a todos por gilipollas al calificar de “error” el enriquecimiento ilícito del “Emérito” y la ocultación a la Hacienda española de su gran fortuna amasada desde la Jefatura del Estado.


10.- “Es lo que parecía”: “Sí, señores, era lo que parecía. Una verdadera industria de la desvergüenza en la que estaban los tres tenores: Ábalos, Cerdán y Koldo. Diez años de mordidas canjeables por adjudicación de obra pública a empresas como Acciona y otras, con piso franco de Servinabar (la trampa disfrazada de consultoría) en la madrileña calle de Fuencarral.

Las sospechas de lo que parecía se han reforzado con el último informe de la Guardia Civil, que ya está en todas las redacciones porque hasta aquí ha llegado el secreto del sumario del llamado caso Koldo, con Cerdán en libertad provisional, aunque sin pasaporte y con la obligación de comparecer quincenalmente en el Juzgado.

(…) No es detalle menor en la industria del 2 %, pues su implantación coincide con el cuento fundacional del sanchismo (custodia de actas y "banda del Peugeot") y porque el rango de sus primeros actores impide trazar líneas de separación entre Moncloa y Ferraz, entre el Gobierno y el partido.¿Lo sabía el número uno? Se admiten apuestas. El principal partido de la oposición ya ha hecho la suya en sede parlamentaria. En la sesión de control de este miércoles Feijóo ha acusado al presidente de haber llevado la cloaca a la Moncloa. Y la portavoz del PP ha calificado a Sánchez de "farsante".

Su respuesta volvió a ser el "y tú más". O sea, Almería y el escándalo de corrupción que afecta a los responsables del PP en la Diputación de esa provincia andaluza, donde la desvergüenza es la misma pero no el tamaño ni la distancia al número uno de ese partido. Con licencia para recordar la secuencia de "Uno de los nuestros", cuando Robert de Niro monta en cólera porque uno de los suyos lucía un cochazo cinco minutos después de forrarse con un atraco. O sea, como la esposa de Cerdán, la Paqui, respecto a la que los dependientes de El Corte Inglés se preguntaban de donde sacaba para tanto como destacaba”. Antonio Casado, tertuliano del programa “Cuestión de Prioridades” (“La 7” de Castilla y León TV), en “El Adelantado de Segovia” y "El Día de Segovia".


11.- “Temblores sistémicos”: “Poco les ha durado a los socialistas la baza comunicativa de los arrestos en la Diputación de Almería. Aún estaban los medios oficialistas relamiéndose con la noticia al menos esta vez nadie atacó a la UCO- cuando el juez del Supremo liberó el informe sobre Cerdán y sus mordidas. La convulsión convirtió las detenciones almerienses en mera calderilla y dejó todo el argumentario sobre la ausencia de pruebas e indicios en la trama de Ferraz patas arriba. Acciona, dicho sea de paso, tampoco sale muy favorecida en una investigación que deja muchas interrogantes sobre la política de buenas prácticas de la compañía.

(…) El ruido de los escándalos tiene un solo beneficiario. A Vox el caen los votos en el capacho sin necesidad de mover un dedo para procurarlos. El discurso del bipartidismo corrupto es demoledor y está generando una incuestionable oleada de rechazo. En Almería, feudo tradicional del PP donde la alta proporción de inmigrantes empieza a inclinas hacia la formación de Abascal la simpatía creciente de muchos ciudadanos, las encuestas ya le pronostican una subida de dos escaños; solo con que alcance uno más, allí o en cualquier otra circunscripción, los populares ya no podrán permitirse perder otro diputado sin que el sueño de estabilidad de Moreno se venga abajo.

Hay corrupción donde hay poder, y la constatación de ese axioma carcome a los dos grandes partidos, enfrentados además entre sí en la lógica dialéctica de la oposición y el Gobierno. Las sacudidas tectónicas en el subsuelo electoral revelan un fuerte descrédito sistémico del que la derecha radical obtiene abundante provecho… y el PSOE el magro consuelo de que su alternativa también pierde terreno. El ciclo electoral en ciernes promete sorpresas cuyo efecto aún no se atisba ni de lejos. Hay algo que la gente no perdona, y es que los políticos se lleven su dinero mientras la fríen a impuestos”. Ignacio Camacho en el “Abc.


12.- “¿Y si el PSOE no es lo suficientemente corrupto”: “Conste  que yo ya tengo bastante desde hace mucho tiempo y lo primero que tengo claro es que el PSOE es el primer problema de España (lo es, de hecho, desde Zapatero) pero no toda la gente ve la misma cosa de la misma forma. Como, además, Sánchez es el más listo de la clase en la asignatura de la manipulación y el engaño masivo, las cosas podrían no resultar tan fáciles como, por otro lado, está quedando de manifiesto.

Es cierto que Sánchez vive rodeado de presuntos casos de corrupción que lo acorralan políticamente y por los que, si tuviera un mínimo de decencia, debería haber dimitido. Es cierto que nos encontramos ante el peor gobierno de la democracia y los escándalos se amontonan, pero a lo que voy es que toda esta corrupción podría no ser suficiente para finiquitar la carrera de Sánchez y pasar una de las peores páginas de nuestra historia. Por todo esto, recomiendo no olvidar las otras corrupciones perpetradas por Sánchez que, en el fondo, y siendo estas gravísimas, son más graves que las económicas.

Desde luego, la corrupción económica debe denunciarse, pero lo mismo debe hacerse con la política. Entre ellas, la supresión del delito de sedición, los indultos o la amnistía; o las negociaciones en Waterloo para decidir la investidura de Sánchez; o las cesiones a los nacionalistas e independentistas que quieren romper España; o haber amnistiado políticamente a Bildu; o la posible concesión de un concierto económico para Cataluña que rompiera definitivamente la muy precaria igualdad ciudadana ya suficientemente perjudicada; o el ataque a los jueces independientes para condicionarlos; o el asalto a todas las instituciones públicas; o el recurso a la mentira como forma de acción política; o el propósito de dividir a los españoles por conveniencia política, lo cual, por cierto, podría convertirse en violencia expresa en el caso de que la derecha llegara al Gobierno porque "cualquier medio vale para frenar al fascismo". Gorka Maneiro en “Voz Populi”. (Maneiro fue portavoz nacional y diputado vasco de la UPyD, el desaparecido partido liderado por Rosa Díez).

13.- “Cuatro consejos (gratis) a Feijóo”:  “Cuatro pistas que creo que podrían servirle en estos momentos que vive, en especial en sus relaciones con ese partido que las encuestas nos dicen que avanza tan exitoso, Vox. 

1.- UPyD era un partido raquítico y desapareció; Ciudadanos era un partido sin músculo intelectual, mercadotécnico, y desapareció también. Pero Vox es un partido amplio, cada vez más amplio, y volcado en la batalla de las ideas.  Una simple meditación es lo que me gustaría recomendar a Rajoy. Quiero decir, a Feijóo.

2.-La idea es muy simple: si todo lo que está a la derecha del PSOE estuviese unido bajo un mismo partido, ese partido vencería de calle a la izquierda. La idea es simple, pero también simplona: desde hace nada menos que dos años se ha demostrado científicamente falsa: «La derecha saca más votos cuando hay más opciones, no menos». Mi consejo a Rajoy, digo, a Feijóo, es que deje de perseguir espejismos como ese.

3.- Otra cantinela habitual en ámbitos peperos es la que se queja de que Vox, al criticarlos, «está ayudando a Sánchez». Pero, de nuevo, al permanecer esos votantes en la alternativa al PSOE, ello no «beneficia a Sánchez», sino que simplemente quita escaños y cargos al PP. Los redistribuye entre los dos partidos del bloque «anti-Sánchez». No daña en modo alguno la posibilidad de cambiar de gobierno. Por eso, mi consejo a Rajoy, ¡perdón, estoy tonto!, a Feijóo es que disminuya lo más posible los quejidos porque Vox le hace críticas. 

4.- Uno de los problemas del PP es que se cree demasiado todo lo que dice el PSOE o sus terminales mediáticas. Mi conclusión es que se evitaría mucha pérdida de tiempo (y de insultos gratuitos) si desde el PP se dejara de despreciar intelectualmente a una formación, Vox, que, hoy en día, puede llegar a vapulearlo justo en ese campo. Pedir respeto no me parece una gran exigencia, pero no es ni siquiera exigir lo que hago; solo le lanzo esta idea, como mi cuarta sugerencia, a Rajoy. ¡Caray! A Feijóo, quiero decir a Feijóo”. Miguel Ángel Quintana de Paz, tertuliano del programa “Cuestión de Prioridades” (“La 7” de Castilla y León TV), en “The Objective”. 


14.- “Escenario nacional insólito, que no puede repetirse”: “España está viviendo una situación política insólita: en la que la sociedad -corre ya- algo más que el riesgo de acostumbrarse a convivir (ó incluso simplemente a coexistir) con ella. Porque es insólito que en una democracia parlamentaria exista un gobierno que pretende mantenerse en el poder careciendo de mayoría en el Congreso, y sin haber aprobado ningún Presupuesto en la presente legislatura

Que en este escenario político, el discurso oficial del sanchismo para mantenerse en el poder sea el de evitar que la «ultraderecha» acceda al gobierno resulta patético como poco. Porque a lo anteriormente recordado se debe añadir que el control de su «gobierno» se ha efectuado hasta ahora, no desde el Congreso y el Senado, sino desde el extranjero con un mediador internacional, y por un prófugo de la justicia. Si todavía pareciera poco ese vergonzoso espectáculo, se puede recordar también que Otegi tiene en su mano- si quisiera- derrocarle de la Moncloa.

 Mientras, el Fiscal General del Estado ha estado en esa situación durante dos semanas hasta ahora, defendido por la fiscalía y la abogacía del Estado cual si fuesen instituciones jurídicas al servicio de la defensa del sanchismo y no del Estado de Derecho.

Son otros ejemplos que ponen de relieve que con el sanchismo hay un auténtico parteaguas en la «calidad de nuestra democracia», que presuntamente Sánchez venía a garantizar en 2018. Y que ahora corre el riesgo cierto y grave, de convertirse en una virtual autocracia caso de que Sánchez efectivamente se presente a la reelección como proclama, y lo consiguiera. Escenario que no puede descartarse vista la experiencia hasta ahora.

 En manos del PSOE estaría el imposibilitar esta eventual situación pero aquel PSOE, que el 1º de octubre de 2016 le cesó de la secretaria general en un histórico Comité Federal, ya no existe convertido actualmente en una mera plataforma política al servicio de su jefe supremo y único.”. Jorge Fernández Díaz en “OkDiario. El autor, ministro del Interior en gobiernos de Mariano Rajoy, está a la espera de sentarse en el banquillo como imputado en el caso Kitchen, vinculado a la llamada “policía patriótica” creada bajo su mandato.


15.- “De derrota en derrota”: “´Ni más ni menos´(Ariel) es el título del último libro de Fernando Savater. Reúne los artículos políticos que publica cada semana en ´The Objective´, donde los escribe desde que le echó de ´El País´ la Banda de los Cuatro (a mí, la verdad, me salen más de cuatro, contando a ese que dice ahora, ilusionado, que le ha salido un “hater”).

 En ´El País´ (lo recuerda Álvaro Nieto en una nota final) venían determinados por las matrices (trescientas palabras) y la creciente hostilidad de las almas bellas de ese periódico (trescientas, también, si es cierto lo que nos aseguró un inquilino: “Todos, de la directora al último de talleres”).

 Al desaparecer el molde, les sucedió a sus columnas lo que a la ciudad de Madrid en cuanto derribaron la cerca en 1868: el pensamiento de Savater se explayó, y alumbró, diríamos, toda clase de libertades, mentales y formales, incluidos calambures, citas divertidas (Savater tiene como pocos el don de la cita) y, claro, las invectivas que temen y aborrecen sus adversarios (que por supuesto han empezado a llamarlo facha, solo faltaba) y que tantas risas pueden arrancar a sus lectores. Escribir buenos libelos no está a la altura de casi nadie.

Puede corroborarse ahora: Savater no solo no ha perdido brío intelectual, literario o moral (el bulo que circularon los de la banda) sino que lo ha redoblado. (…) Asistir cada semana a estas entregas, sabias y bien humoradas, tan atentas como ingrávidas, es un privilegio de este tiempo, y escribir de alguien como Psánchez y su banda de puteros, macarras y demás escoria, sin rebajar la exigencia intelectual probada en una trayectoria de largo aliento como la suya, es algo dificilísimo. Por no hablar de cadencia.

 En Savater, a su edad, ya son adagios. Y, si, “de derrota en derrota”: ¿pasa algo? A quien ha defendido la libertad (véase Alonso Quijano) tampoco le duelen prendas”. Andrés Trapiello en “El Mundo”. (Entre paréntesis, como le gusta al autor: Perfecto “dos en uno”: panegírico en honor del compañero fachosférico y arremetida contra “El País”.


16.- “La verdad, un negocio de tiranos”: “Al señor Bolaños, que es a la verdad lo que Spielmann a la Justicia, le faltó tiempo para decir que Europa les daba la razón: la amnistía a golpistas, ladrones y terroristas es absolutamente “constitucional”, como Pedro Sánchez. Illa exigió de inmediato la vuelta de Puigdemont. En consecuencia, el presunto delincuente García Ortíz dijo lo que le soltó su presunto áulico: “la verdad no se filtra, la verdad se defiende”.

 La guinda de la tarta la puso horas después el mismo tirano al asistir a un acto de agitación, auspiciado por un medio adicto al régimen. De aquí salió la verdad como de las saunas begoñeras: tan tos soles, y el que de lo suyo no dar quiera, que no se embarque en esta guerra. Esta, señores, era la consigna en todos los burdeles del Siglo de Oro y que coincide con la praxis sabiniana de contar folios y chistorras.

¿Pero que dijo el tirano que no hayamos oído antes? Pues algo demostrativo y deletéreo. Nos dio la exclusividad política de alguien que habita en el empíreo, que es dueño de la justicia como el canalla del Tenorio o como gigoló posmoderno con peluca rubia de bote: “La verdad es que el Fiscal General del Estado es inocente”. O sea, que la verdad es una satrapía, un negociado para la salvación política, cuya competencia es suya. Algo parecido provocó en Aristóteles un monumental cachondeo que desalojó a las divinidades platónica y a las teogonías de Hesíodo de un plumazo, con este aforismo civilizado, inapelable y dalpoculero: “Platón es mi amigo, pero la verdad me es mucho más querida”.

 Como ya no llego a estas sublimidades ni con viagra, pues me niego a buscar una aguja en un pajar. Pero como tampoco tengo los redaños suficientes para sumarme y decir lo que corean los jóvenes en los conciertos, en las piscinas y en los campos de fútbol -“Sánchez, hijo de puta”-, pues con educación sumisa y reverente, repito esta delicia con tiramisú: ´delenda est tyrannia´”. Antonio Piedrael sempiterno e inmarcesible octogenario director de la fundición “Jorge Guillén”, en “El Mundo de Castilla y León. No hacía falta, don Piedra, que explicitara que a usted le gusta la fruta. Cualquiera que lea sus rijosos dicterios lo da por descontado…


17.- “In dubio pro Gmail”: “La imagen de la Justicia, con los ojos vendados, alude a ese carácter de imparcialidad, aunque tal como discurren los asuntos en las principales instituciones públicas, fácilmente la pretensión no sea que actúe sin intereses de parte, sino directamente que mire para otro lado. Así, con unas gafas de esas de cristales de culo de vaso, el eslogan podría ser: “Que haga la vista gorda”.

 La presunción judicial ,fruto de un juicio de inferencia que muestre un escenario en el que indicios sólidos y pruebas diversas tan solo permitan una única conclusión lógica y racional, puede ser un cauce válido para el que fallo de una sentencia se incline hacia un lado u otro de la balanza.

En el caso de García Ortiz, máximo cargo de la institución que ha de velar por el cumplimiento de la legalidad, la fiscalía, nada hace dudar de su estrategia política para perjudicar a Ayuso, a través del asunto penal de su actual pareja. Que no lo era cuando sucedieron los hechos enjuiciados.

El principio constitucional de presunción de inocencia y el de “in dubio pro reo”, de creación jurisprudencial, son los aliados del fiscal acusado. Sus indicaciones a sus subordinados para cerrar el círculo, ganar el relato y su directa redacción de una nota de prensa, permiten que la lógica dicte su veredicto. Pero, claro, el Tribunal Supremo (más ahora con el Constitucional como instancia casacional en asuntos de interés sanchista) a un rigor extremo. Tan solo a Gmail no le cabe ninguna duda”. César Mata en “El Norte de Castilla”. Una mínima -y elemental- aclaración a este letrado articulista: Los “hechos enjuiciados” giran alrededor de la presunta revelación de secretos por parte del Fiscal General. Por lo tanto, sucedieron cuando “Alberto Kirón” (M.A.R. dixit) ya era pareja de Ayuso.


18.- “Una fiera que se devora a sí misma y mata con la mirada”: “Las pruebas de la conversión del Régimen del 78 en catoblepas institucional las tenemos por doquier; pero quizá no haya ninguna tan repugnante como el juicio todavía pendiente de sentencia que acaba de celebrarse en el Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Un juicio en el que el acusado es el jefe superior del Ministerio Fiscal; y en el que hallamos fiscales actuando como defensores del acusado, fiscales ejerciendo la acusación popular, fiscales declarando como testigos y fiscales de carrera en el tribunal. ¿Cabe imaginar espectáculo más lastimoso de autofagia?

 Pero el catoblepas institucional no se detiene ahí. Mientras el juicio se celebraba, el doctor Sánchez no tuvo empacho en conceder una entrevista para proclamar ´urbi et orbe´ la inocencia del fiscal general del Estado, añadiendo una presión insoportable a los magistrados del Tribunal Supremo, sobre los que previamente había arrojado la jauría de perros de la prensa adicta, que lleva varios meses presentándolos como prevaricadores.

(…) Todo ello para tratar de justificar los atropellos mas inconcebibles, en caso de que la sentencia no sea la que el doctor Sánchez y sus mariachis pretenden. El catoblepas está dispuesto al órdago final, a la autofagia definitiva, si la sentencia del Tribunal Supremo resultase condenatoria. Sospecho que no lo será, para aplacar a la fiera; pero, una vez consumada esa claudicación, la fiera podrá, después de devorarse a sí misma, matarnos con la mirada”. Juan Manuel de Prada, en el “Abc”.


19.- “Un futuro diferente”: “Un futuro diferente que, según el presidente, empieza aquí y ahora con una ocasión muy concreta: la de convocar nuevas elecciones en Valencia. No para que no vuelva a producirse una nueva dana de las proporciones de la de octubre del 24, que con probabilidad se producirá, ante el crecimiento del desbarajuste climático en todo el mundo, y especialmente en el entorno del Mediterráneo.

(…) Un futuro diferente que para el presidente del Gobierno consiste en prolongar el desgaste del presente hasta el infinito y más allá, mientras la realidad del país se termina de trasladar de la inactividad del parlamento a la hiperactividad de los juzgados, con casos que nunca se acaban de cerrar y que, aunque lo hicieran, no tienen visos de amenazar ni lo más mínimo el actual status quo.

La próxima, en territorio Sánchez, la cita de la Audiencia Provincial de Badajoz el 9 de febrero a su hermano David y al líder del PSOE extremeño, Miguel Ángel Gallardo, por el caso de las (supuestas) contrataciones irregulares de la Diputación de Badajoz. Después, eso sí, de la nueva comparecencia de Koldo y Aldama en los juzgados, en este caso por el asunto de las mascarillas.

 Un coro de procesados al que esta semana también se ha sumado, esta vez desde la parte contratante de la otra parte, el celebérrimo novio de la presidenta de Madrid, por fraude fiscal. Ese que tiene al fiscal general del Estado cantando su propia canción desde el banquillo. Un mal sueño que continúa cada mañana, cuando las radios y las televisiones repiten las noticias que los diarios dieron el día anterior sobre lo sucedido dos días antes.

Un futuro diferente que tiene la pinta de ser muy poco diferente de este presente estrafalario, asombroso, inverosímil y rocambolesco. Ni siquiera de llegar a ser futuro alguna vez. Las pesadillas, decía Freud, nos muestran lo que más tememos reconocer cuando estamos despiertos”. Carlos Aganzo, ex director de “El Norte de Castilla”.


20- “El día que echen a Intxaurrondo, Ruiz, Miro, Cintora…”: “Todavía hoy, veinte años después, se pronuncia el nombre de Alfredo Urdaci y sigue siendo sinónimo de manipulación informativa, tal es la fuerza del rodillo de la izquierda sobre la opinión pública.

Era cierto, sí: Urdaci barría para Aznar y alguna vez se le iba la mano. Pero también es verdad que lo suyo era un juego de niños comparado con lo que hoy se practica en TVE, una televisión pública que nos fuerzan a todos a costear con nuestros impuestos, querámoslo o no, por lo que debe guardar por definición una mínima apariencia de neutralidad. Ha degenerado en un mitin goebbeliano de sol a sol, con rótulos sensacionalistas de parte, tertulianos que son apparatchiks del PSOE y manipulaciones de brocha gorda.

 Imagino que cuando Feijóo llegue al Gobierno tendrán un dedo de frente y promoverán el relevo inmediato del insufrible coro sanchista que hoy predica en TVE desde que amanece hasta la medianoche: arenga de Intxaurrondo para el desayuno, sensacionalismo Ruiz para el vermú, el Telediario selectivo para atragantarse la comida, el protegido Miró para amargar la siesta y Cintora con sus risitas sectarias para acabar la tarde. Cierra el día Broncano, el bufón que ha colocado Sánchez a dedo y a precio de oro para opacar al peligroso disidente Pablo Motos; y en las profundidades del 24 Horas, el comisario político Fortes.

 La izquierda domina a la opinión pública de tacón. Cayó Mazón. Cayó en solo una semana la consejera de Sanidad andaluza. Cayó la diputada del PP que infló su currículo académico. Pero en el otro lado de la cancha, Ábalos conserva su escaño, Ortiz viste todavía su toga y el factótum supremo de la corrupción, Sánchez, mantiene su colchón en la Moncloa y explica muy seriecito en una entrevista en el Pravda que gobernar sin el parlamento, sin presupuestos y con tu familia, tu fiscal y los jefes de tu partido en el banquillo es lo más natural del mundo en una democracia”. Luis Ventoso en “El Debate”.

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