El pacto de no agresión alcanzado entre Juan Vicente Herrera y Alfonso Fernández Mañueco ha mantenido
al PP de Castilla y León como una balsa de aceite desde el pasado congreso
autonómico del pasado 1 de abril. A ambos les convenía pasar página de su
colisión en las pasadas primarias y procurar una bicefalia pacífica, sin
tensiones y fricciones que proyecten una imagen de división interna.
Alfonso Fernández Mañueco y Juan Vicente Herrera |
Pero esa placidez entre la Junta y el PP se ha visto
sobresaltada por la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción
por presuntos delitos de prevaricación, tráfico de influencias, blanqueo y
delito fiscal en relación con la llamada “trama eólica”. Un flagrante caso de
presunta corrupción que , al tener en su epicentro al antiguo número dos de la consejería de Economía, Rafael
Delgado, ha puesto directamente al presidente de la Junta en el ojo del huracán
de las responsabilidades políticas. Máxime cuando ya llovía sobre el cenagal de
otra trama conexa con la anterior, la de la Perla Negra y el polígono de
Portillo, en la que también está imputado el propio Delgado, junto al ex
director de Excal, Alberto Esgueva,
y seis actuales altos cargos de la Junta antiguos consejeros de las empresas publicas
Gesturcal y ADE Parques.
Desde que llegó al gobierno en el año 2001, la
impostura de Juan Vicente Herrera ante el despilfarrro (más de 400 millones
de euros y lo que te rondaré solo en el Hospital de Burgos y otros 100 millones solo en la Ciudad
del Medio Ambiente de Soria) y la corrupción solo es comparable con la de Esperanza Aguirre. Ha consistido en
negar siempre la mayor, no abrir jamás ninguna investigación interna,
no separar a ningún alto cargo de su puesto y en consecuencia no asumir jamás ningún
tipo de responsabilidad política. Ni “in eligendo” ni “in vigilando”.
Sede de la Fiscalía Anticorrupción |
Lejos de
ello, a estas alturas hemos tenido que oír con estupor como la consejera
portavoz de la Junta ,
Milagros Marcos, afirmaba que la trama
eólica “no es corrupción política ni de corrupción administrativa”, ya que,
según su peregrina argumentación, se trata únicamente de transacciones
económicas entre particulares. En efecto, entre particulares, unos beneficiados
y otros extorsionados, por el tráfico de licencias manejado arbitrariamente por
el alto cargo que se arrogó ilegalmente una competencia ejecutiva que ni
siquiera le correspondía.
De tomarse en serio a tan osada portavoz, resultaría que, después de dos años investigando la denuncia realizada porla Agencia Tributaria ,
la Fiscalía Anticorrupción
se ha inventado una querella donde no hay atisbo de corrupción… De aurora
boreal.
De tomarse en serio a tan osada portavoz, resultaría que, después de dos años investigando la denuncia realizada por
Milagros Marcos y Pilar del Olmo |
Y Mañueco tiene que optar entre seguir tapando
las vergüenzas de anteriores gobiernos de Herrera o decidirse a cortar por lo
sano y erradicar todas las “manzanas podridas” -Rafael Delgado no ha actuado
solo en todas sus fechorías, como se verá tan pronto avance la investigación
judicial- que llevan tiempo enfangando la imagen del Partido Popular de
Castilla y León.
En ello le va su crédito político como futuro
candidato a la presidencia de la
Junta. Por el momento su actitud está siendo muy dubitativa.
Se ha arriesgado a poner la mano en el fuego por el actual presidente de la Junta y, con la excusa de no
conocer oficialmente el texto de la querella de la Fiscalía Anticorrupción ,
está ganando tiempo antes de convencer a Herrera de que no tiene otro remedio
que comparecer y dar explicaciones en las Cortes. Dicha comparecencia, junto al desbloqueo de la comisión de investigación en las Cortes, son
medidas urgentes e insoslayables si el nuevo presidente del PP aspira a
preservar una mínima credibilidad en la lucha contra la corrupción. La pelota está ahora en su tejado.