Escalonados
a lo largo de los cuatro próximos fines de semana, el PP celebra entre el 27 de
mayo y el 17 de junio sus nueve congresos provinciales en Castilla y León. Y
sin que haya celebrado aún ninguno, ya se está compuesta la nueva orla de los
presidentes del partido en las nueve provincias. El sistema de primarias a
doble vuelta estrenado en los pasados congresos autonómicos ha resuelto con
semanas de antelación su desenlace, que ha venido a confirmar la estrecha
correspondencia entre las Diputaciones y la estructura territorial de poder en
el PP de Castilla y León.
César Rico y Alfonso Fernández Mañueco |
Soria, Valladolid y Ávila han sido las tres
únicas provincias en la que ha concurrido más de un candidato a
la presidencia. Una disputa que ha tensionado fuertemente al partido,
especialmente en Soria y Valladolid, donde se han librado sendas batallas
absolutamente a cara de perro, dejando heridas que no van ser tan fáciles de
restañar y que a buen seguro tendrán consecuencias cuando llegue el momento de
elaborar las candidaturas a las elecciones municipales de 2019. Entonces
veremos en que queda esa “integración” que tanto prometen los vencedores.
El pulso librado ha hecho que en las tres
provincias se disparara el número de afiliados inscritos con respecto a la
votación que enfrentó el pasado 17 de marzo a Fernández Mañueco y Antonio Silván, especialmente en
Valladolid, donde ese censo se incrementó en mas de un 170 por ciento, pasando
de menos de 1.500 a
mas de 4.000. Un incremento no menos espectacular en Ávila, cuyo censo de
inscritos pasaba de 392 a
1.086.
Las primarias autonómicas, en las que el
sector encabezado por Pardo apoyó abiertamente la candidatura de Silván,
presagiaban la victoria de Angulo, que finalmente se confirmaba por el 62,7 por
ciento de los votos (431) frente al 36,61 por ciento (253).
Jesús Julio Carnero y Borja García Cavajal |
Más
sorprendente es que un político tan bregado como el ex alcalde de Ávila y ex
presidente de la FRMP ,
Miguel Ángel García Nieto, no
midiera bien el riesgo de disputar la presidencia del partido al vicepresidente
primero de la Diputación ,
Carlos García González, erigido en
líder del sector renovador frente a la vieja guardia que se ha tirado décadas
controlando el PP abulense. Nieto ha caído derrotado por una diferencia de mas 21 puntos (60,81 frente a 38,20).
Otros dos
presidentes de Diputación, el leonés Juan
Martínez Majo y la palentina Ángeles
Armisén compatibilizaran sus cargos institucionales con las respectivas
presidencias del partido. En León se vuelve así a la reunificación de cargos
existente hasta el asesinato de Isabel
Carrasco, evitando una contienda que podía reabrir heridas todavía no
cicatrizadas. Para ello, previa mediación de la dirección autonómica, Martínez
Majo ha tenido que dar marcha atrás en su intento de ningunear al ahora llamado
sector mañuequista, que tiene como cabeza más visible al ex concejal Ricardo Gavilanes. Por su parte,
Armisén, que ya era secretaria provincial, es la sucesora natural de Carlos Fernández Carriedo, fracasado en
su intento de que Génova le levantara la incompatibilidad entre la presidencia
provincial del partido y el cargo de consejero de la Junta.
Paloma Sanz y Francisco Vázquez |
Y en Zamora, Fernándo Martínez Maillo ha preferido
mantener a la presidenta de la
Diputación , Mayte Martin del Pozo, como un número dos del
partido y promocionar como presidente provincial al diputado del Congreso José María Barrios. Pero Barrios no es
ajeno precisamente a la cultura política de las Diputaciones, ya que entre 1999 y 2016 ha sido
vicepresidente de la de Zamora, a la que llegó antes
que el propio Maillo, elegido presidente en 2003.
No es
extraño que el PP se revolviera cuando hace dos años, en su acuerdo de
investidura con Pedro Sánchez, Ciudadanos planteó suprimir las Diputaciones. Si
estarán en su ADN político que tanto Mariano Rajoy como Fernández Mañueco
iniciaron sus respectivas carreras políticas presidiendo las de Pontevedra y
Salamanca…