Si la cuesta de enero suele hacérsele interminable a millones de españoles -no digamos a los 63.747 (1.030 de ellos castellano-leoneses) que han perdido su empleo el pasado mes- el PP en general, y el de esta comunidad en particular, no veían llegada la hora de cambiar la hoja del calendario. Ha sido ciertamente un enero bastante “horribilis” para las huestes populares.
A los aciagos episodios acaecidos desde su fiasco electoral en Cataluña se han añadido en Castilla y León elementos que agudizan la crítica situación del partido que lleva más de 30 años apalancado en la Junta. El éxito de la “marea blanca” y la insostenible situación del consejero de Sanidad, Antonio Sáez, han puesto de relieve, no ya la sensación de fin de ciclo que rodea al Ejecutivo autonómco, sino el gran handicap político en que se ha convertido la bicefalia entre el presidente-estorbo de un gobierno zombi y el candidato in péctore del PP a la presidencia de la Junta.
Fernando Rey y Milagros Marcos |
La reacción ante este último episodio también es digna de analizar, ya que mientras el PP formalmente ha condenado el montaraz escrito dirigido al Senado por ultramontano edil -no podía hacer otra cosa, cuando el presidente provincial del partido y de la Diputación salmantina, Francisco Javier Iglesias, para colmo es senador- la consejera portavoz de la Junta , Milagros Marcos, contemporizaba sobre los ex abruptos vertidos por Juan Antonio Benito de Dios, sosteniendo que no afectaban a su condición de director de un colegio público de Salamanca.
Y en menos de 24 horas la atolondrada portavoz dela Junta se veía desautorizada por el consejero de Educación, Fernando Rey, quien, como no podía ser de otra forma, ponía en marcha el procedimiento al que por otra parte le habían instado expresamente PSOE y Podemos. Una prueba más de la descomposición de un gobierno zombi en el que cada cual intenta salvar la cara por su cuenta. (Supongo que un demócrata tan pulcro como Rey, profesoral articulista en el diario “El País”, debe de andar espantado ante la casposidad provinciana del partido del que se ha hecho afín).
Y en menos de 24 horas la atolondrada portavoz de
Francisco Vázquez |
Y a los finos analistas y estrategas de María de Molina (sede regional del partido) no se les ocurre otra cosa que sacar al secretario autonómico, Francisco Vázquez, afirmando que “el PP es el partido de Castilla y León y los demás son delegaciones que mandan gente aquí”. Arrea. Ahora va a resultar que el PP se equipara a
Con este panorama se celebra esta semana el primer pleno de las Cortes del nuevo periodo parlamentario de sesiones, en el que al presidente de la Junta le esperan las correspondientes preguntas de la oposición (PSOE, Podemos y Grupo Mixto) y la de su vergonzante sostén parlamentario (Ciudadanos). Y no es casual que mientras Luis Tudanca y Pablo Fernández pondrán a Juan Vicente Herrera frente a la pesadilla en que se ha convertido para él la consejería de Sanidad, los naranjas eludan ese peliagudo problema que tan de cabeza trae tanto al PP como a la Junta.
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Es más, al minarete regional de Ciudadanos, también conocido como “la banda los cuatro de los cuatro”(Fuentes, Yáñez, González y Vicente) no le ha hecho ni pizca de gracia que el diputado al Congreso por Valladolid, Francisco Igea, haya contribuido lo suyo a poner en la picota a Sáez, al ser quien desveló el chusco episodio de que era el autor intelectual, si es que no el autor material, del escrito firmado por jefes de servicio y otros cargos de libre designación del Sacyl.
El susodicho “minarete” considera a Igea -miembro de la dirección nacional de Ciudadanos y máximo responsable del partido en materia sanitaria- un obstáculo para los continuos manejos internos del cuarteto, que recela de su eventual candidatura a la presidencia de
elblogdepedrovicente@gmail.com 5-Febrero-2018