¿Quién
te ha dicho a tí las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber? Sonada fue la pregunta
que se hizo José María Áznar en 2007 durante su intervención a los
postres de una comida en Valladolid en la que recibió la medalla de honor de
una denominada Academia del Vino de Castilla y León de la que nunca más se supo. (Un primer inciso: A estas
alturas de siglo, Aznar no se ha dignado en recibir la Medalla de Oro de las
Cortes de Castilla y León que le fue concedida, al igual que al resto de los ex
presidentes de la Junta, en diciembre de 2006).
El
expresidente aprovechó aquel discurso para arremeter contra la enésima campaña
desplegada por la Dirección General de Tráfico advirtiendo de la letal mezcla
entre alcohol y conducción, algo sobre lo que dicho organismo venía machacando
desde 1985, año en el que Stevie Wonder hizo célebre el eslogan “Si
bebes, no conduzcas”. (Segundo inciso: Antes de descubrir las bondades del
vino, especialmente del de Ribera del Duero, Áznar había acompañado sus
primeros lechazos en Valladolid bebiendo Coca-Cola).
Fernando de la Varga |
De
la Varga, que en el gobierno compartido por PP y Vox se ocupaba del área de
Turismo, ha visto abruptamente segada su incipiente carrera política. Pero no
debe desesperar. Ser cazado in fraganti conduciendo bajo los efectos del alcohol
no presupone quedar inhabilitado para seguir desempeñando cargos públicos o
seguir viviendo del cuento político.
Ahí
está el caso de Daniel Llanos, el concejal del PP en el ayuntamiento
salmantino que en mayo de 2021 dimitió, bien es verdad que con forceps, tras
triplicar la tasa de alcohol en un control de la policía local. Ni siquiera
había transcurrido un año cuando, en abril de 2022, su paisano el presidente de
la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, le nombraba asesor, función que
ejerce en el Colegio de la Asunción con un salario anual de 46.770 euros.
Inmaculada García Rioja |
Tampoco
fue óbice ni cortapisa para que repitiera en su escaño la procuradora
socialista por Zamora Inmaculada García Rioja. En octubre de 2020 la
veterana política, médico de profesión, dimitió “por razones personales”
tras triplicar la tasa de alcohol en un control. Pues bien, en marzo de 2022 García Rioja presidía la Mesa de Edad de la sesión constituyente de las Cortes
electas en los últimos comicios autonómicos, en los que volvió a formar parte de
la candidatura del PSOE zamorano.
Por contra, la que vio truncada su prometedora carrera política fue la ex vicepresidenta de la Junta Rosa Valdeón, quién primero dimitió de de sus tres cargos en el gobierno de Juan Vicente Herrera (a la sazón era consejera de Empleo y Portavoz) y después de su escaño de procuradora tras superar la tasa en sendos controles de alcoholemia. Lo suyo fue reincidencia.
Mejor
suerte corrió el incombustible Alberto Gutiérrez Alberca, cuyo
positivo en un control mientras era concejal de Valladolid no le impidió
prolongar una trayectoria política que por el momento se concreta en 28 años
consecutivos encadenando cargos públicos. Para mayor sarcasmo, el que ocupa
actualmente es el de delegado general de Tráfico y Movilidad en el gobierno
municipal que comparten PP y Vox en la capital vallisoletana.
Tampoco
tuvo ninguna consecuencia para su carrera política el positivo que registró en
2008 el entonces diputado del Congreso Luis Tudanca, quien fue sancionado con una multa de 450 euros y la retirada de 4 puntos del carnet de
conducir después de superar la tasa de alcohol en un control de la policía
municipal de Burgos. Lo más llamativo de este caso es que no se conoció
públicamente hasta nueve años más tarde, en junio de 2017, cuando, siendo ya secretario autonómico del PSOE, el diario “El Norte de Castilla” se ocupó de informar del desliz. Lógicamente, la Junta y el PP reprocharon a Tudanca su actitud ante el caso de Rosa Valdeón, cuya dimisión de todos sus cargos exigió desde que la política zamorana incurrió en su primer positivo (septiembre de 2016). Ya se sabe: "Consejos vendo, que para mi no tengo".
Lo
que no sabremos nunca es cuántos políticos no se cortan un pelo en la ingesta
de alcohol valiéndose del privilegio de disponer de coche y conductor oficial.
Me da que no serían pocos, ni poco irrelevantes, los que soplarían yendo pero que bien soplados.
elblogdepedrovicente@gmail.com