A la luz de sus hechos y manifestaciones se diría que el presidente de la Junta ha afrontado el otoño político bajo el influjo de dos obsesiones que perturban su delicado ánimo. Una es borrar la imagen de que bajo su mandato los recortes presupuestarios han deteriorado la Sanidad, la Educación, la Dependencia y demás servicios públicos esenciales que presta el gobierno de la comunidad.
Juan Vicente Herrera no quiere pasar a
la historia como el presidente que contribuyó a socavar esos pilares del Estado
de Bienestar. Su seguidismo del gobierno Rajoy le ha llevado a traspasar líneas
rojas que ahora intenta minimizar, corrigiendo ligeramente algunos excesos -solo
algunos- o resistiéndose a secundar nuevas medidas antisociales como el copago
de los medicamentos dispensados en los propios hospitales.