Me
comenta un atento lector que, estando de acuerdo, como no, con la
aplicación del calificativo de “incombustible” al presidente de
la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, ni de lejos es este
ínclito mirobrigense quien más años lleva viviendo de la política.
Me señala algunos nombres que en efecto superan los 28 años de
“servicio” que contabiliza Iglesias, quien, eso sí, al contar
solo 54 años, no sería de extrañar que llegara a los 40, cifra en
que estos momentos marca el récord de longevidad política en
Castilla y León.
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Gonzalo Robles y José Antonio Bermúdez de Castro |
Ese
récord lo ostenta en solitario Gonzalo Robles, a su vez el mayor
cunero conocido en Castilla y León, ya que lleva siendo elegido
diputado o senador por Salamanca ininterrumpidamente desde 1.986 (y
antes, entre el 83 y el 86, fue concejal del ayuntamiento de
Madrid). Con 64 años, y tras renovar el pasado mes de julio el
escaño del Senado, Robles tiene en principio otros cuatro años por
delante para batir la marca que en estos momentos comparte con el
soriano Jesús Posada, que empezó su andadura política en 1979 como
gobernador civil de Huelva y la culminó en 2019 como presidente del
Congreso de los Diputados.
Por
ahora quien mas se acerca a los anteriores es el leonés Mario
Amilivia, quien, cumplidos los 66, lleva 37 encadenando sucesivos
cargos públicos. El actual presidente del Consejo de Cuentas de
Castilla y León ha alternado el Ayuntamiento de León, cuya Alcaldía
desempeñó en dos etapas diferentes, el Congreso, el Senado, las
Cortes Regionales y la presidencia del Consejo Consultivo. A Amilivia
le sigue muy de cerca uno de los políticos catapultados gracias al
paso de José María Aznar por la presidencia de Castilla y León.
Presidente entonces de Nuevas Generaciones de Castilla y León, Tomás
Burgos Gallego fue en las elecciones autonómicas de 1987 el
procurador más joven del Parlamento Autonómico. Tenía 25 años.
Desde entonces, y ahora tiene 61, no se ha apeado del machito. En
2019 se cayó de las listas del PP por Valladolid, pero rápidamente
salió al rescate su amigo Juanma (Moreno Bonilla), compañero de
fatigas en la etapa ministerial de Fátima Báñez, y se lo llevó a
la Junta de Andalucía, donde aterrizó como secretario general de la
consejería de Presidencia, en la que ha ascendido después al rango
de viceconsejero.
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Tomás Burgos y Ramiro Ruíz Medrano |
En
consecuencia, Burgos superará la marca de otros dos vallisoletanos
del PP, jubilados políticamente después de 36 años de abnegada
entrega a la causa. Uno es Miguel Ángel Cortés, diputado del
Congreso en tropecientas legislaturas y senador en otra más, quien
en 2019 no consiguió renovar su escaño en el Senado. El otro es el
decrépito José Antonio de Santiago-Juárez, alias “El Pica”,
quien entre 1987 y 1923 encadenó ininterrumpidamente cargos en la
Junta de Castilla y León, las Cortes y el Ayuntamiento de
Valladolid, sin olvidar la morterada que se embolsó en concepto de
dietas durante sus fructíferos años como consejero de Caja Duero.
También superará esta marca el primer socialista que aparece en el
ranking, el todavía procurador José Francisco Martín Martínez,
cuya trayectoria pública se remonta a 1.987, año en el que fue nombrado director general del gobierno de Castilla-La Mancha. "Jotaefe" también se embolsó lo suyo en dietas, en este caso de Caja España.
A
continuación, con 34 años a sus espaldas, se sitúa otro pata negra
del PP pucelano, Ramiro Ruiz Medrano, que antes de llegar en 2011 a
las Cortes de Castilla y León, presidió durante 18 años la
Diputación vallisoletana, pasó por el Congreso y el Senado y fue Delegado el Gobierno en la comunidad autónoma. Con esta misma marca
de 34 años se retiró de la política activa Juan José Lucas, quien
en 1.985, año en que fué elegido presidente de la Diputación de
Soria, inició una trayectoria política que se prolongó hasta 2019,
año en el que dejó de ser senador en representación de la
comunidad autónoma.
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J.A. de Santiago-Juárez y Juan Vicente Herrera |
Con
32 años tenemos a José Antonio Bermúdez de Castro, elegido
diputado del Congreso por Salamanca en todas y cada una de los 10
elecciones generales celebradas desde 1.996. Con anterioridad, entre
el 91 y el 96 fué diputado de la Asamblea de Madrid. Bermúdez ha
conseguido igualar el registro de José Manuel “Toti” Fernández
Santiago, titular entre 1.987 y 2.019 de un sinfín de cargos en la
Junta a los que sumó después la presidencia de las Cortes.
31
años contabiliza Juan Vicente Herrera, ya que el que ha sido
presidente de la Junta nada menos que durante 18 años, ahora consejero del Consultivo se estrenó como cargo público en 1.992,
año en el que dejó el chiringuito financiero para el que trabajaba
en Burgos para hacerse cargo de la secretaria general de la
consejería de Economía que le ofreció Fernando Bécker, su antiguo compañero durante su estancia madrileña en el colegio mayor César Carlos.
Los 28 que contabiliza Javier Iglesias ya los alcanzó otro prócer del PP salmantino, el ex presidente de las Cortes y consejero del Consultivo Manuel Estella, y con la misma marca tenemos a
otros seis ilustres en activo, comenzando por el propio
presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco y siguiendo por
el comodín político por excelencia -ya saben ese
eterno-chico-bien-mandado...- que es el ahora consejero de Economía,
Carlos Fernández Carriedo, y el actual vicepresidente primero de las
Cortes y secretario regional del partido, el segoviano Francisco
Vázquez. Los mismos trienios suman los vallisoletanos Alberto
Gutiérrez Alberca (sobrepuesto a un positivo en un control de alcoholemia en
su primera etapa de concejal) y Arenales Serrano, está última
repescada como senadora en las elecciones de julio pasado.
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Javier Lacalle y Sandra Moneo |
Capítulo aparte merece el senador burgalés Javier Lacalle, a quien a sus 54 años no se le ha conocido nunca otra ocupación “laboral” al margen de la política. Completa el grupo de los 28 el socialista salmantino Emilio Melero, desde 2.012 consejero de Cuentas, y pisando los talones a los 9 anteriores aparece la burgalesa Sandra Moneo, quien al igual que
Bermúdez de Castro sienta sus reales en el Congreso de los Diputados
desde 1.986, totalizando por tanto 27 años, exactamente la mitad de
los 54 que tiene. Ambos han batido ya el registro del socialista Juan
José Laborda, senador por Burgos desde 1977 hasta 2004) y llevan camino de batir el del ex ministro Jesús Caldera, diputado socialista por Salamanca entre 1982 y 2015 (33 años). Más difícil tienen llegar a los 38 años de Alfonso Guerra, diputado por Sevilla desde 1977 hasta 2015, quién
gracias a su despechada oposición a Pedro Sánchez desfila
últimamente de televisión en televisión haciendo las delicias de
esa caverna política a la que tanto fustigó -y tanto le odió-
durante décadas. Quien iba a pensar tamaño disloque político.
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