jueves, 12 de septiembre de 2024

La trastienda/ Más difícil todavía: El PP se blinda frente a sí mismo

  Trampantojo. “Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es” (Diccionario R.A.E. dixit). Algo así consideran, excepto PP y Vox, todos los partidos con representación en las Cortes de Castilla y León sobre la nueva Ley que supuestamente garantiza la prestación de los Servicios Públicos Esenciales gestionados por la Comunidad Autónoma. En la primera sesión plenaria del nuevo curso parlamentario los exsocios que han compartido en los dos últimos años el gobierno de la Junta no han conseguido que ni uno solo de los otros 37 procuradores autonómicos respaldara ese brindis al sol que ambos convinieron antes de su abrupta ruptura (abrupta por parte de la ultraderecha, que fue quien rompió y a mayor gloria del PP, que se ha sacudido de encima ese lastre y ha pasado a disponer en su totalidad del centenar de altos cargos del Ejecutivo autonómico).

 Nadie, ni siquiera los pardillos de “Soria ¡Ya!”, han comprado una mercancía tan averiada que no garantiza absolutamente nada. Dice el procurador socialista en materia sanitaria, Diego Moreno, que dicha Ley tiene como objetivo “crear la imagen ilusoria de que al PP le preocupa algo el medio rural”. Personalmente, estaría plenamente de acuerdo si suprimiera de la frase “el medio rural” y lo sustituyera por “los servicios públicos”. Porque los problemas de la Sanidad, la Educación, la Dependencia y otros servicios no son exclusivos del mundo rural. También los sufren y padecen los urbanitas.

García Nieto en el atril del "mausoleo"
 El anterior vicepresidente de la Junta y heroico superviviente electoral del naufragio "ciudadano, Francisco Igea, fue más explícito, equiparando la Ley en cuestión al famoso “timo de la estampita”, el cual, por increíble que parezca, no ha caído totalmente en desuso.

Pero lo más revelador del debate parlamentario corrió a cargo del portavoz adjunto del grupo popular, Miguel Ángel García Nieto, quien por cierto ha visto frustradas sus expectativas de ascender a portavoz titular, cargo en el que Alfonso Fernández Mañueco ha ungido al leonés Ricardo Gavilanes, en un movimiento con el que intenta apuntalar la precaria presidencia provincial del PP de León que, por idéntico procedimiento digital, adjudicó en su día a la diputada Esther Muñoz, posteriormente aupada a una de las vicesecretarias sectoriales (precisamente la de Sanidad y Educación) que integran la cúpula fichada por Núñez Feijóo en la calle Génova. 

Argumenta García Nieto que la Ley tiene como objeto blindar la excelencia de los los servicios esenciales prestados en la actualidad por la Administración Autonómica, de forma que estos solo pueden cambiar si es a mejor, nunca en detrimento de su alto nivel de calidad. Y yo me pregunto, ¿de donde puede proceder la amenaza de deteriorar, vía recortes presupuestarios, el actual nivel de calidad de la Sanidad, la Educación, la Dependencia y demás Servicios Sociales que presta la Junta? Y no encuentro otra respuesta que del PP, que a fecha de hoy no ha revertido los recortes aplicados a raíz de la crisis de 2007, no ha recuperado la titularidad y gestión publica de ese agujero negro que ha sido y es el Hospital de Burgos y que, después de 35 años gobernando la Comunidad, no parece que vaya a dejar de hacerlo tras las próximas elecciones autonómicas. Conclusión: El PP se ha dotado de una Ley para blindarse de sus propias tentaciones. Como diría el malogrado Tomás Hoyas, tiecojó la cosa...

"Luismi" y "Fonsi", encantados de conocerse
Todo esto en vísperas de que Fonsi” Fernández Mañueco inicie ese viaje hacia ninguna parte que supone convocar a los partidos de oposición sin ningún “pacto de comunidad” en el horizonte. En el pasado, durante el mandato de Juan Vicente Herrera, lo más socorrido era firmar un acuerdo sobre las bases de lo que debiera ser un modelo de financiación autonómica que garantizara la suficiencia financiera de la Junta precisamente para atender los servicios esenciales. Ya ni eso. Y no solo porque la “financiación singular” comprometida por el gobierno Sánchez con Cataluña ha profundizado hasta niveles insalvables la brecha entre PP y PSOE. También porque los socialistas han introducido en la ecuación un factor que antes se pasaba por alto: los regalos fiscales, en forma de exenciones y reducciones, introducidos año tras año por la Junta en beneficio mayormente de los patrimonios y rentas más altas.

La “celeridad” de la Junta.- Una brecha abierta entre los dos principales partidos abierta a causa de la Ley de Amnistía, que el gobierno Mañueco, a través de su ínclito consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, anunció que recurriría ante el Tribunal Constitucional “con la máxima celeridad posible”. Pues bien, la Junta ha formalizado su recurso el pasado martes 10, un día antes de que expirara el plazo para ello y un día después de que lo hicieran otros siete gobiernos autonómicos, seis del PP y el que preside Emiliano García Page en Castilla -La Mancha. 

A la vista de ello queda en evidencia, si es que ya no lo estaba, la desfachatez de “Fonsi” Mañueco cuando convocó y celebró un Consejo de Gobierno extraordinario el sábado 4 de noviembre de 2023 para anunciar que impugnaría una ley que el Congreso de los Diputados aprobó el 31 de mayo de 2024. Y ello para luego presentar el recurso en el limite de plazo que expiraba el miércoles pasado, tres meses de la publicación de la Ley en el BOE. Celeridad sí, Luismi, pero para utilizar los medios materiales de la Junta para hacer oposición partidista al gobierno de la nación.

Juan García-Gallardo y Gonzalo Santonja
 En fin, el morbo del primer pleno de las Cortes a la vuelta de las vacaciones residía en ver al exvicepresidente de la Junta, el ultraderechista Juan García-Gallardo (Ga-Ga jr.) debutando como portavoz parlamentario de Vox.

Definitivamente, Gallardo no sabe si mata o espanta. Reivindicar a estas alturas de la película su demencial protocolo contra el aborto o el Proyecto de Ley de la Discordia demuestra que sigue estando fuera de este mundo. Afortunadamente, el único legado que quedará de su nefasto paso por la Junta será la declaración como “bien de interés cultural” de la infame Pirámide de los Italianos con la que el Caudillo Francisco Franco homenajeó a los fascistas enviados por Mussolini para ayudarle a derrocar al gobierno republicano legítimamente constituido en 1936. 

 Pase que el actual gobierno Mañueco no revoque esa declaración, con el bochorno que ella supuso para el antiguo antifranquista Gonzalo Santonja, agarrado como una lapa a la consejería de Cultura, pero no creo que a la Junta se le ocurra destinar un euro para su restauración, lo cual supondría un monumental escándalo, toda vez que además es de propiedad privada. Bastante bochorno es que, pasándose por el forro la Ley estatal de Memoria Histórica, semejante adefesio fascista haya sido sobrevivido a la piqueta

 Hablando de la Ley de la Discordia, con la que se retrató el anterior portavoz del grupo popular, Raúl de la Hoz, ahora eurodiputado del PP, me ha dejado estupefacto la entrevista-masaje (no quiero saber si con final feliz) que hace unos días le practicó un diario vallisoletano. Si el mal autotitulado decano de la prensa española ha mutado desde “L'Osservatore herreriano” al “Pensamiento alfonsiano”, su competencia directamente es “La Monda”.

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jueves, 5 de septiembre de 2024

La trastienda/ Una de postureo para iniciar el nuevo curso político

  Curiosa forma la de Alfonso Fernández Mañueco de ofrecer al inicio del curso político diálogo a los partidos de la oposición a los que al mismo tiempo acusa de antemano de carecer de autonomía propia para alcanzar ningún acuerdo sin el visto bueno de sus respectivas cúpulas (en el caso de Vox dejémoslo en minarete) nacionales. Si piensas asi, y además se lo reprochas públicamente, a cuento de qué les emplazas a ese presunto diálogo. Un caso flagrante de postureo.

Implícitamente se cuela el mensaje de que el PP es el único partido de ámbito nacional que dispone en Castilla y León de autonomía respecto a su dirección nacional, lo cual es “insultar la inteligencia” del mismo modo que, a decir de Fernández Mañueco -en esto literalmente coincidente con Javier Lambán, el barón de los socialistas aragoneses- ha hecho la portavoz federal del PSOE, la burgalesa Esther Peña, al equiparar la “financiación singular” pactada por Pedro Sánchez con Esquerra Republicana de Cataluña con los beneficios fiscales de que gozan las provincias de Soria, Cuenca y Teruel.

Núñez Feijóo y Fernandez Mañueco
 La sumisión del PP de Mañueco a los dictados de la calle Génova es exactamente la misma que la del PSOE de Luis Tudanca respecto a la calle Ferraz. Ni más ni menos. En esto cualquier reproche mutuo equivale a aquello de la sartén y el cazo. Sin ir más lejos, ¿como se explica que, tras haber anunciado no sé ya cuantas veces que presentaría la impugnación “con la mayor celeridad posible”, a fecha de hoy aún no se haya formalizado ante el Tribunal Constitucional el cacareado recurso de la Junta contra una Ley de Amnistía, que según el gobierno Mañueco, vulnera nada menos que 14 artículos de la sacrosanta Carta Magna? Pues muy sencillo: porque desde Génova se ha transmitido la consigna de que ningún gobierno autonómico del PP se adelante a los demás y al propio partido en la presentación de dichos recursos. Y este es solo un ejemplo de la absoluta sumisión de la Junta a la estrategia política diseñada en la calle Génova, que no es otra que la de poner todas las instituciones controladas por el PP al servicio del supremo objetivo de conducir a Alberto Núñez Feijóo al palacio de La Moncloa.

 Mañueco sabe perfectamente que no se dan las condiciones para alcanzar pacto alguno con la oposición, lo cual por otra parte le importa una higa. Sabe que el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad para 2025 no va a conseguir la mayoría parlamentaria para ser aprobado, lo cual igualmente se la suda. Aparte de que Santiago Abascal ha anunciado que no cuenten con su partido para ello, Vox no puede hacer el papelón de apoyar unos nuevos Presupuestos cuando el gobierno Mañueco ha renegado de las aberrantes políticas con las que el PP tuvo que complacer a la ultraderecha durante el periodo en el que compartieron gobierno, máxime cuando su antiguo socio ha enviado al limbo del “mausoleo” de Villa del Prado el Proyecto de Ley de la Concordia que pretendía dar la vuelta como a un calcetín al Decreto sobre Memoria Histórica vigente desde el último gobierno presidido por Juan Vicente Herrera.

Aunque en el pasado ese precepto se lo hayan pasado por el forro tanto el mencionado Herrera como el propio Mañueco, lo de presentar cada año un nuevo Proyecto de Presupuestos viene obligado por el Estatuto de Autonomía. Mañueco ha anunciado que lo hará, pero da por descontado que quedará en papel mojado, hasta el punto que asegura (lo cual es mucho asegurar teniendo el precedente de diciembre del 2022) que su no aprobación no sería motivo de una nueva anticipación electoral. En fin, que lo más previsible es que al final se prorroguen las cuentas del presente ejercicio, consensuadas en su momento por PP y Vox, razón esta última de más para que la ultraderecha prefiera esa prórroga a un nuevo marco más favorable aún para el partido que ahora gobierna en minoría.

Óscar López y Luis Tudanca
 Sin olvidar la repercusión de la Ley de Amnistía, la “financiación singular” comprometida con Cataluña constituye todo un filón electoral para el gobierno Mañueco, que encuentra un argumento objetivo para exacerbar el habitual victimismo del PP cuando el gobierno central está en manos socialistas. 

Por mucho que se quieran retorcer los argumentos, es evidente que si los republicanos catalanes han impuesto ese modelo particular -denominado por Núñez Feijóo “cupo separatista”- es porque a través del mismo Cataluña verá incrementada su porción en el reparto de la tarta destinada por el Estado a las Autonomías, ello lógicamente en detrimento del resto de las comunidades. Pero también es cierto que no se puede esgrimir, como hace la Junta, que los recursos recibidos del Estado son insuficientes para atender los servicios públicos esenciales, al mismo tiempo que se utiliza año tras año la capacidad normativa de la comunidad para otorgar beneficios fiscales al segmento de la población más pudiente. No es que sea una incoherencia, es una desfachatez.

 Por lo demás, el nombramiento del hasta ahora ministro José Luis Escrivá como nuevo gobernador del Banco de España ha deparado la unción ministerial de Óscar López como nuevo titular de la cartera de Transformación Digital y Función Pública. 

 El secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, se ha apresurado en calificarlo de “magnífica noticia”. Motivos tiene: gracias al apoyo de López, que en su día dejó la secretaría autonómica del PSOE para hacerse cargo de la secretaria Federal de Organización, Tudanca se impuso a su antecesor, Julio Villarrubia, en las primarias autonómicas disputadas a cara de perro en 2014. Como el que no quiere la cosa, hace de ello 10 años.

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Post scriptum.- A estas alturas de la película, veo informaciones y comentarios en medios regionales que consideran segoviano a Óscar López, dato completamente falso porque no lo es de nacimiento ni nunca lo ha sido de adopción. Y el agradecido Tudanca ha abundado en ese falaz paisanaje al referirse a él como "paisano" al celebrar su nombramiento ministerial. 

Lo cierto y verdad es que, salvo que uno de sus abuelos nació en Bercimuel, su único vínculo con esta tierra es el haber sido propietario de una segunda residencia en la villa de Riaza. Esta circunstancia meramente patrimonial le sirvió como percha para hacerse pasar por segoviano cuando su mentor y jefe en Ferraz, el inefable Pepiño Blanco, le colocó en 2004 como número uno de la candidatura del PSOE por Segovia al Congreso de los Diputados. 

Por lo tanto y en rigor, López, que entre 2004 y 2018 ha sido sucesivamente diputado, procurador y senador por Castilla y León, ha desempeñado todos esos cargos en calidad de "cunero" y de hecho no ha vuelto a interesarse ni por Segovia ni por esta comunidad autónoma desde que cesó en el último de esos escaños. 

domingo, 1 de septiembre de 2024

El topillo/ El verano en el que el PSOE de Tudanca ha tocado fondo

 Se dice que un político tiene “baraka” cuando por hache o por be la fortuna se alía con él en los momentos mas críticos. Un caso claro por estos lares es el de Alfonso Fernández Mañueco, quien, tras ser el primer candidato del PP que perdía unas elecciones autonómicas en Castilla y León, consiguió en 2019 encaramarse a la presidencia de la Junta gracias al despecho político de Albert Rivera, que, contraviniendo los principios de su partido, le aupó al trono autonómico en detrimento del socialista Luis Tudanca, el candidato mas votado en esos comicios.

A sensu contrario, ejemplo de infortunio político puede ser el propio Tudanca, quien tras ese golpe bajo asestado por el niñato malcriado que dilapidó en un santiamén el gran capital político que llegó a atesorar Ciudadanos, no ha conseguido levantar cabeza y, lo que es peor aún, últimamente actúa como pollo decapitado. Su último, y puede que definitivo, contratiempo ha sido el “caso Cepa”, el sórdido episodio de presunto abuso de un menor protagonizado por el procurador socialista que venía ocupándose de los asuntos de Agricultura. 

 

Juan Luis Cepa
El escándalo se ha producido seis meses después de que estallara el protagonizado por el también procurador -para mayor inri secretario del grupo parlamentario socialista- Ángel Hernández, quien igualmente tuvo que dimitir después de verse implicado de hoz y coz en un caso de violencia de género contra su pareja. Con un agravante: mientras el “caso Hernández” se destapó públicamente de manera súbita, se sospecha que Tudanca conoció el “desliz” de Juan Luis Cepa semanas antes de que trascendiera públicamente sin adoptar en ese tiempo ninguna decisión.

 Puede argumentarse que el secretario autonómico del PSOE no es responsable de los abyectos comportamientos personales de los procuradores socialistas y que tanto Hernández como Cepa han dimitido fulminantemente de todos sus cargos públicos y orgánicos. Solo faltaría, apostillo yo. Pero luego están lo que en tenis se denominan “errores no forzados”. Y hay cabe contabilizar unos cuantos. El más “ostentóreo”, que diría Gíl y Gíl, fue el de aprovechar la remodelación a la que obligó la dimisión de Hernández para cesar como miembro de la dirección del grupo parlamentario a la procuradora leonesa Nuria Rubio sin ninguna justificación objetiva más allá de la propinar en el trasero de la defenestrada un patada al secretario provincial de los socialistas leoneses, Javier Alfonso Cendón, con el que andaba a la greña. El resultado de ese ajuste de cuentas es que estalló públicamente la gresca interna entre el secretario autonómico y la dirección del PSOE leonés.

Luis Tudanca
 De otra parte, el todavía secretario autonómico del PSOE nunca ha sido muy escrupuloso sobre la composición de las listas electorales a las Cortes de Castilla y León. Particularmente, me llamó la atención que en las últimas elecciones autonómicas volviera a formar parte de la candidatura por Zamora Inmaculada García Rioja, quien en la anterior legislatura tuvo que dimitir de forma fulminante tras dar positivo en un control de alcoholemia. En materia de conducción bajo lo efectos del alcohol, Tudanca ya se había retratado cuando en su día exigió la dimisión de todos sus cargos a la entonces vicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón, una exigencia irreprochable si no fuera porque él mismo había sido cazado años antes superando la tasa de alcoholemia al salir de un parking de la capital burgalesa.

En fin, pienso que el “caso Cepa” ha supuesto la puntilla política de Luis Tudanca, al que cabe dar por absolutamente amortizado como secretario autonómico del PSOE y eventual candidato -sería la cuarta vez- a la presidencia de la Junta. Algo que ya tenía muy difícil tras su frontal enfrentamiento con los máximos responsables del partido en León, el mencionado Cendón, y Valladolid, Óscar Puente, quien ya cuestionó su labor de oposición al primer gobierno presidido por Mañueco.

Así pues, la sucesión de Tudanca está abierta y en ese proceso me ratifico en que ha de descartarse la opción del alcalde de Soria, Carlos Martínez Minguez, al que la imagen de su patochada a bordo de un “papamóvil” en las fiestas de Tardelcuende le perseguirá mientras viva. A priori no se vislumbra ningún candidato o candidata emergentes. Y no creo que acepte ese cáliz la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en su día portavoz del grupo parlamentario socialista.

 De no surgir otra alternativa apoyada por el trío al que Pedro Sánchez consultará sobre el asunto -a saber, el expresidente Zapatero, el ministro Puente y el jefe de su Gabinete, Óscar López- no descartaría yo a la exdelegada del Gobierno y actual directora general de Protección Civil, Virginia Barcones, quien, ojo al dato, después de incorporarse al equipo  del Ministerio del Interior no ha renunciado a su cargo de vicesecretaria autonómica del PSOE. Barcones sigue siendo uno de los escasos activos que les quedan a los socialistas de Castilla y León y aceptó con resignación, que remedio, su intempestivo relevo en la Delegación del Gobierno.

Cinco preguntas al lobo:

1.- ¿A qué demonios espera la Audiencia Provincial de Valladolid para hacer publica su sentencia sobre el caso Perla Negra, cuya vista oral concluyó el pasado 8 de mayo? ¿no son suficientes cinco meses para redactar y emitir el correspondiente fallo?

2.- El gobierno Mañueco ha recurrido ante el Tribunal Constitucional -desde luego no “con la máxima celeridad posible”- la Ley de Amnistía. ¿Y qué hay del recurso contencioso-administrativo que anunció el pasado 23 de julio demandando la convocatoria de la Conferencia de Presidentes. 

3.-¿A qué diablos espera el PP de Castilla y León para nombrar nuevo portavoz del grupo parlamentario popular, cargo vacante tras la "fuga" de su anterior titular, Raúl de la Hoz, al Parlamento Europeo?

4.-¿El hecho de haber concluido su carrera política tras una condena de 13 meses de inhabilitación por un delito de desobediencia a la autoridad judicial no es óbice ni cortapisa para que el exalcalde de Valladolid Javier León de la Riva reciba el reconocimiento público que supone denominar con su nombre una nueva plaza de la ciudad? Para el equipo de gobierno PP/Vox que encabeza el alcalde Jesús Julio Carnero, está claro que no.

5.- ¿A qué diantres espera para dimitir el concejal de Obras y Servicios y teniente de alcalde de EL Espinar (Segovia), Frutos de Llano Cabezas, tras haber duplicado la tasa de alcoholemia cuando conducía por la localidad un vehículo que, para mayor escarnio, era de titularidad municipal. Y en su defecto, ¿a qué diablos/demonios/diantres espera para cesarlo el alcalde, Javier Figueredo, del PP? ¿Y qué opina al respecto la presidenta provincial del partido y senadora por Segovia, Paloma Sanz Jerónimo?

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viernes, 9 de agosto de 2024

La trastienda/ Uno menos para suceder a Luis Tudanca

 A estas alturas de la película no hace falta que les cuente que en política vale casi todo, y ello es así porque a la hora de votar el electorado lo permite. Salvo en el caso extremo de la gran patraña urdida por José María Aznar con ocasión de los atentados islamistas del 11-M en Madrid, la mentira no suele ser penalizada en las urnas. Sin embargo, esa patente de corso que la clase política cree tener a veces juega malas pasadas en episodios puntuales objetivamente mucho menos graves que el de mentir sistemáticamente y a sabiendas sin el menor escrúpulo.

Pondré un ejemplo. Al que fuera alcalde de León, Mario Amilivia, actual presidente del Consejo de Cuentas de Castilla y León y antes del Consejo Consultivo, le pasó una onerosa factura política la revelación de que entre los gastos de Alcaldía incluyera el de la gomina utilizada para fijar su cabellera. Amilivia pasó a ser conocido en toda España como el “alcalde de la gomina” y ello lastró su carrera política. Hay quien dice que era el ojito derecho del entonces presidente de la Junta, Juan José Lucas, y que, de no ser por ese episodio, hubiera sido el elegido por el estadista de El Burgo de Osma para sucederle en la presidencia de la comunidad.

Martinez a bordo de su "papamóvil" 
 Y saco a colación dicho antecedente con motivo del episodio protagonizado por el alcalde de Soria, el socialista Carlos Martínez, cuya imagen encaramado a un simulacro de “papamóvil” en un festejo popular, ha dado la vuelta al universo patrio (eso que dicen que se ha hecho viral). Ni siquiera ha sido en las fiestas de la capital soriana, sino en una suerte de carnaval celebrado en el municipio de Tardelcuende. Utilizando una escobilla de water a modo de hisopo para esparcir no se sabe qué a los viandante desde el trono “papal” montado sobre el techo de un turismo que tiene toda la pinta de no haber pasado la ITV. No se si será verdad, como rezan algunas crónicas, que el desfile se produjo tras una comida “copiosa”, pero la “frivolité” es de las que hacen época.

Tanto como para arruinar cualquier futuro político. Alcalde de Soria ininterrumpidamente desde 2007 -lo cual, todo hay que decirlo, tiene mucho mérito- Martínez hace tiempo que llevaba buscando su proyección política más allá de San Polo y San Saturio. En su momento se sumó a la aventura emprendida por la desaparecida Carme Chacón para suceder a Zapatero, formando parte del núcleo duro que constituyó la exministra de Defensa. Pero la derrota de ésta a manos de Rubalcaba frustró esa tentativa.

Al margen de aquella escaramuza, el nombre del alcalde soriano ha estado mucho tiempo circulando como posible candidato a liderar el Partido Socialista de Castilla y León. Sonó cuando pegó la espantada Óscar López y cuando cayó en desgracia Julio Villarrubia, pero al final nunca di0 el paso. Y ahora, cuando todo apunta a que Ferraz anda buscando sucesor de Luis Tudanca, había vuelto a emerger su posible candidatura. Y digo había porque, después de su paseo en “papamóvil”, pienso que su opción ha de darse completamente por descartada. Su imagen “viral” protagonizando esa payasada resulta letal para cualquier aspiración política. Pienso que incluso para volverse a presentar por quinta vez a su reelección como alcalde de Soria. Así pues, ya sabemos de uno que no sucederá a Tudanca.

Y el gobierno Mañueco, de veraneo.- A todo esto, cuando se supone que España se está rompiendo en pedazos tras el acuerdo entre el PSOE y Esquerra Republicana, el día en que Puigdemont ha vuelto en dejar en ridículo a la policía nacional y a la autonómica catalana, el gobierno monocolor de Fernández Mañueco está desaparecido. Al punto que con la que se supone que esta cayendo, esta semana no se ha celebrado Consejo de Gobierno. ¿"Ande andarán" el presidente, la flamante vicepresidenta y demás ilustres componentes del Ejecutivo autonómico?

Suárez Quiñones y González Corral, consejeros de guardia
Salvo el de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, de guardia por el alto riesgo de incendios forestales, y la de Agricultura, María González Corral, los demás no se sabe donde paran. Desde un ignoto lugar, Mañueco se ha limitado a publicar un mensaje en su cuenta de X (antiguo Twitter), en el que dice que “Puigdemont, con el apoyo de Sánchez y sus socios separatistas, ha vuelto a reírse de todos los españoles”. Antes de desaparecer de escena, cuando se conoció el acuerdo PSOE-ERC que franqueaba la investidura de Salvador Illa, el presidente de la Junta anunció “una batalla judicial sin precedentes” para impedir lo que considera “un robo a Castilla y León”. No dijo que emprendería dicha batalla “con la máxima celeridad posible”, como anunció en julio el consejero de la Presidencia, González Gago, en relación con el recurso contra la Ley de Amnistía que lleva camino de presentarse en septiembre.

 Así pues, dada la desbandada estival del gobierno Mañueco no sabemos lo que pensará respecto a los últimos datos conocidos en materia demográfica, según los cuales mientras España bate un nuevo récord de población, Castilla y León es una de las pocas comunidades que sigue perdiendo habitantes. Menos mal que con la “fuga” al Parlamento Europeo del hasta ahora portavoz del grupo popular en las Cortes, Rául de la Hoz, quien oficialmente sigue sin haber sido sustituido, el problema demográfico se solucionará en un pispás...

 (Publicado en elDiario.es Castilla y León)

P.S.- Me señala un amable comunicante soriano que Carlos Martínez accedió a sus primeros cargos públicos en las elecciones autonómicas y municipales de 1999, en las que obtuvo sendas actas como concejal del ayuntamiento de Soria y como procurador de las Cortes por la provincia. Por lo tanto, ha de figurar en el ranking de políticos activos en Castilla y León que han superado la friolera de 25 años al servicio de la causa. Con él ya son 33 los abnegados que llevan más de un cuarto de siglo  sacrificándose por el bienestar común de la ciudadanía.

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viernes, 2 de agosto de 2024

El topillo/ El sueño húmedo de un nuevo anticipo electoral

 Si por “Fonsi” Fernández Mañueco fuera, en octubre los resignados ciudadanos de Castilla y León -Sicilia y León, que dijo uno de los empresarios extorsionados por la “trama eólica” comandada por la misma X de la Perla Negra y demás pelotazos asociados, caso este último pendiente por cierto de sentencia de la Audiencia Provincial de Valladolid- estaríamos votando en unas nuevas elecciones autonómicas anticipadas. Es el sueño húmedo del actual presidente de la Junta, quien piensa que, aunque el PP no llegara a la mayoría absoluta, obtendría una mayoría suficiente par poder gobernar en minoría sin que la oposición pudiera bloquear su acción de gobierno en las Cortes (aprovecho para recordar a algún escriba que lo del “mausoleo” de Villa del Prado es otra de las acuñaciones originales de este Blog).

Alfonso Fernández Mañueco
 Porque esa es la cuestión. El PP de Castilla y León ha aplaudido hasta con las orejas (saludos amigo Alberto, sigo teniéndote presente en mis oraciones) la ruptura del pacto con Vox que le permitió mantener a Mañueco como presidente después de dinamitar, anticipación electoral presente, el pacto con Ciudadanos que le franqueó la presidencia de la Junta merced a la rabieta infantil de Albert Rivera, quien contravino todos los principios de su partido, y así le ha ido a él y a su desahuciada formación, al impedir la alternancia que hubiera supuesto la investidura de Luis Tudanca, el candidato del partido más votado en las elecciones autonómicas de 2019.

 El PP está que no cabe de gozo con la ruptura forzada por Santiago Abascal, que le ha permitido desprenderse de ese casposo y tóxico compañero de viaje. Pero, tras la euforia inicial, queda la realidad aritmética de que ha pasado a gobernar en minoría y con un margen de maniobra muy reducido para sacar adelante compromisos electorales que guardó en el cajón al embarcarse en el pacto de gobierno con la ultraderecha. Como se ha visto en el caso del Diálogo Social y el Serla, el gobierno Mañueco ha tardado horas 24 en sacudirse ese yugo de Vox, cuyas imposiciones, entre ellas la de la Ley de la Discordia, han quedado prácticamente en nada (el legado ultra lleva camino de reducirse a la declaración como “bien de interés cultural” de la infame “Pirámide de los Italianos”).

Pero la realidad es que el PP no dispone de apoyos parlamentarios alternativos para sacar adelante compromisos electorales propios como el de promover una nueva Ley integral contra la Violencia de Género -repito, de género, nada del invento de “intrafamiliar”- o la de reconocer mediante ley los derechos de la comunidad LGTBI. Y por supuesto, si no es con el apoyo de Vox, puede olvidarse de unos nuevos Presupuestos de la Comunidad para 2025, aunque esto sea lo de menos, ya que puede prorrogar los vigentes en 2024.

Por ello, y más después de la encuesta servida por “La Sinrazón” y el coste electoral que tendría para el PSOE el “concierto” fiscal catalán concedido por Pedro Sánchez para sacar adelante la investidura de Salvador Illa (y de paso para garantizarse el apoyo de ERC al gobierno socialista en el Congreso de los Diputados), a “Fonsi” se le hacen los dedos huéspedes pensando que un adelanto de las elecciones autonómicas situaría al PP de Castilla y León al borde la mayoría absoluta. Pero ocurre que ese adelanto electoral no lo puede decidir sin contar antes con el visto bueno de Alberto Núñez Feijóo, quien antepone a cualquiera otra circunstancia la estrategia que se ha fijado Génova para conquistar La Moncloa.

Sobre la tormenta interna desatada en el PSOE por su pacto fiscal con los republicanos catalanes, es lógico que el consejero portavoz de la Junta. Carlos Fernández Carriedo, ese eterno-chico-bien-mandado -que-vale-igual-para-un-roto-que-para-un-descosido, exija al todavía máximo dirigente de los socialistas de Castilla y León. Luis Tudanca, que “pase de las palabras a los hechos” e inste a los parlamentarios nacionales del partido a que se opongan en las Cortes Generales a las reformas legislativas necesarias para materializar ese pacto. Lo que es un contrasentido es calificar a Tudanca de ser un político “irrelevante”, que ciertamente es así, y a la vez exigirle autoridad sobre los diputados y senadores socialistas electos en la comunidad, tal como ha hecho el secretario autonómico del PP, Paco-Paquito-Paquete Vázquez Requero de Lama.

Pedro Sánchez y Luis Tudanca
 Decir, como han señalado muchos medios -sin duda para vender una rebelión interna que no pasa de ser un mero postureo para evitar su propio desgaste-, que Tudanca le ha plantado cara a Sánchez es de chiste. La debilidad interna del secretario autonómico roza lo patético. Está completamente en primer tiempo de saludo ante la autoridad competente, en espera de que desde el eje Ferraz-Moncloa se decida su futuro, esto es, si dando la causa por perdida, se opta por presentarle por cuarta vez como candidato a la presidencia de la Junta o, si por el contrario, se decide que el cartel electoral lo encabece alguien con más peso y/o proyección de futuro, en cuyo caso Tudanca será convenientemente recolocado, como sucedió en su día con Ángel Villalba.

 Reitero al respecto lo manifestado en otras ocasiones: La decisión la tomará Sánchez previa consulta al trío con capacidad de influencia en la materia, a saber, el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro Óscar Puente y el jefe del Gabinete del Presidente en La Moncloa, Óscar López. De este último, a quien el Tribunal de Cuentas le acaba de afear su gestión en Paradores de España, solo espero que no se le ocurra frustrar la carrera política de Ana Redondo proponiendo a la ministra de Igualdad como destinataria de semejante marronazo.

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jueves, 25 de julio de 2024

El topillo/ El comodín de Kroos y la némesis de Sánchez

 Es sobradamente conocido que Alfonso Fernández Mañueco es una acérrimo seguidor del Real Madrid, seguramente ignorando que, pese a haber cargado durante décadas con el sambenito de ser el equipo del régimen añorado por Vox, el club que preside Florentino Pérez fue en su momento el equipo predilecto del Madrid republicano; todo lo contrario que el Atlético de Madrid, que tuvo su génesis en el Atlético Aviación, el club de los pilotos franquistas que se ensañaron bombardeando la capital española durante la guerra incivil. Otro madridista de pro, el escritor Javier Marías, hasta el gorro de que sus amigos de izquierda le reprocharan su preferencia futbolística, se encargó de poner las cosas en su sitio en uno de sus magistrales artículos. Antes lo había hecho el inolvidable Eduardo Haro Tecglen.

Mañueco con la "santísima trinidad" de Atapuerca
 Pero a lo que iba. Viene lo anterior a cuento de la reiterada referencia del presidente autonómico a Toni Kroos, el alemán que acaba de retirarse el fútbol activo, como exponente de la excelencia profesional. Si Florentino es conocido por afirmar que todos sus fichajes soñaron de pequeños con jugar en el equipo blanco, Mañueco parece que ha elegido al jugador alemán como comodín para el elogio (como némesis ya tiene a Pedro Sánchez y al sanchismo).

  El otro día fue a hacerse la foto con la "santísima trinidad" de Atapuerca y el presidente echó mano de Kroos para ensalzar su dilatada labor al frente del yacimiento burgalés. (Mañueco acudió vistiendo chaqueta, privándonos de la impagable foto que hubiera sido verle disfrazado de Juan Luis Arsuaga o José María Bermúdez de Castro, no digo ya con la indumentaria de explorador que acostumbra a lucir Eudald Carbonell). Ocurre que hace poco más de un mes, con ocasión de una de esas reuniones de la junta directiva regional del PP que congregan la mayor concentración de cargos públicos por metro cuadrado en el mundo mundial, Mañueco comparó al exgerente regional del partido y al parecer todavía tesorero, Pedro Viñarás, con el centrocampista alemán. “Viñarás, eres nuestro talismán, el Toni Kroos del PP de Castilla y León”, contaba la crónica publicada por “El pensamiento alfonsiano”, el digno sucesor del antiguo “L´Osservatore herreriano”.

Mañueco, Viñarás y el flamante eurodiputado De la Hoz
Con todos los respetos para mi tocayo soriano, creo que comparar al primo del “primo de Zumosol” con tres personalidades de la talla científica de Arsuaga, Bermúdez y Carbonell no favorece demasiado a la "santísima trinidad" de Atapuerca. Y probablemente pensaría lo mismo el propio Kroos si tuviera conocimiento de ambas comparaciones. En fin, supongo que alguno de los 12 asesores eventuales de la presidencia de la Junta nombrados directamente por Mañueco se afanará en la búsqueda de otro referente para el elogio. (Y la docena no incluye a José Manuel “Toti” Fernández Santiago, el cuñado de Jesús Barderas, que no ocupa plaza de eventual después de haber conseguido  la fijeza en la Junta en un proceso de regularización de los antiguos contratos administrativos convocado y resuelto cuando era presidente de las Cortes).

Entretanto, el primer gobierno monocolor que preside Mañueco está encantado de conocerse. No es para menos después de liberarse de compañeros de viaje tan indecorosos como Juan García-Gallardo (GaGa jr.) o Mariano Veganzones (el ex de Agricultura, Gerardo Dueñas, parecía más aseado, pero con su negativa a dimitir y su inmediato abandono de Vox ha demostrado ser otro arribista sin ningún escrúpulo). En tiempo récord, la nueva consejera de Industria y Empleo, Leticia García, ha dado la vuelta como un calcetín al boicot al Diálogo Social y al estrangulamiento del Servicio de Relaciones Laborales (Serla), patológicas obsesiones del inefable Veganzones, de cuyo “legado” por fortuna no va a quedar ni rastro.

Gallardo se ha quedado sin el juguete de la vicepresidencia, pero promete seguir brindándonos grandes tardes desde la portavocía del grupo parlamentario de Vox, cambio de destino que le ha reportado una sustanciosa subida de sueldo de la que “El topillo” fue el primero en informar. 

Gonzalo Santonja
 Sobre el apego al cargo de Gonzalo Santonja, no entiendo, conocida su trayectoria, que alguien se haya sorprendido, máxime cuando accedió al gobierno PP/Vox de la mano de Fernando Sánchez Dragó, el biógrafo y amigo personal de Santiago Abascal. (La idea de Vox era nombrar al catedrático leonés Salvador Rus, el mismo que ha sido elegido ahora para coordinar la investigación en torno a la polémica que envuelve al rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado). Ahora bien, una vez que lo ha confirmado en el cargo, el actual presidente de la Junta asume la controvertida trayectoria de Santonja, tanto en lo referido a su pasado político abertzale como a su heterodoxa gestión al frente del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.

Y como hay que seguir con el raca-raca contra Sánchez, la Junta no ha tenido mejor ocurrencia que anunciar un recurso contencioso-administrativo para obligar al gobierno socialista a convocar la Conferencia de Presidentes. Un nuevo disparate político y jurídico a añadir a los ya conocidos de los gobiernos presididos por Mañueco, que son unos cuantos y no poco relevantes. (A veces, se entiende lo mucho que le costó al presidente finalizar su licenciatura en Derecho). Ello cuando, después de haber anunciado que recurriría la Ley de Amnistía ante el Tribunal Constitucional “con la máxima celeridad posible” (sic), la Consejería de la Presidencia ha tardado más de un mes en remitir el borrador de recurso al Consejo Consultivo de Castilla y León, cuyo dictamen, formalmente preceptivo, ni es vinculante ni siquiera imprescindible para formalizar el recurso ante el Alto Tribunal. Y luego acusan a otros de uso torticero de las instituciones...

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jueves, 18 de julio de 2024

El topillo/ Mañueco y Gallardo: Del matrimonio de conveniencia al pacto de no agresión

 Ironizaba este miércoles en el Congreso de los Diputados Pedro Sánchez sobre la verdadera relación que mantienen Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal después de que este último provocara la salida de Vox de los cinco gobiernos autonómicos que han venido compartiendo ambas formaciones políticas. Se preguntaba el presidente del Gobierno si los lideres de la derecha y la ultraderecha española habían roto o simplemente se habían dado un tiempo en su relación de pareja. Y ninguno de ambos dos quiso despejar esa incógnita.

Gallardo y Mañueco, uno a Boston y otro a California
 La duda expresada por Sánchez es razonable, por cuanto la ruptura ha afectado tan solo a los gobiernos de esas cinco comunidades, pero no a sus respectivos Parlamentos, donde Vox mantiene las presidencias conseguidas gracias al PP, entre ellas la de las Cortes de Castilla y León. 

Como tampoco se han roto los pactos en los ayuntamientos, donde se mantiene el matrimonio de conveniencia mediante el que el PP se hizo tras las últimas elecciones municipales con alcaldías como la de Valladolid y la de Burgos, capitales en la que los exalcaldes socialistas fueron desalojados pese a encabezar las listas más votadas. Recuérdese el “de ganador a ganador” que le espetó el ministro Óscar Puente a un atribulado Núñez Feijóo en el debate de su frustrado intento de investidura.

Así pues, queda claro que no hay ruptura total entre ambos partidos. Y eso en Castilla y León se ha dejado notar en el bajo tono de los reproches intercambiados entre el presidente de la Junta y del PP regional, Alfonso Fernández Mañueco, y el sedicente líder de Vox en la comunidad, el exvicepresidente del gobierno autonómico y ahora portavoz de la ultraderecha en las Cortes, Juan García-Gallardo (Ga-Ga jr.), a raíz de que este último se viera obligado a renunciar a la vicepresidencia. De momento, parece que Mañueco y Gallardo han convenido un pacto de no agresión.

 Carnero y Ayala, alcaldes de Valladolid y Burgos gracias a Vox
El PP es consciente de que ha pasado a gobernar la Junta sin mayoría parlamentaria y no ha querido volar los puentes. Su decisión de cesar fulminantemente a los consejeros de Industria, Mariano Veganzones, y Agricultura, Gerardo Dueñas, ha sido celebrada por Vox, toda vez que ambos pretendían marcarse un “santonja”, es decir, permanecer en sus cargos contra la voluntad del partido que les aupó a ellos. En el caso de Veganzones, hace falta ser tan sandio como chaquetero para haber intentado sobrevivir a su nefasta hoja de servicios.
 En el ámbito legislativo parece claro que la tramitación de la Ley de la Discordia proyectada para cargarse la normativa vigente en materia de Memoria Histórica dormirá el sueño de los injustos. Ahora bien, el currículum del ya exportavoz del grupo popular, Rául de la Hoz, el “guapo de discoteca” (Por Ávila dixit), quedará de por vida manchado por la ignominia de haber firmado y registrado al alimón con la ultraderecha ese aberrante proyecto de Ley. Y lo mismo cabe decir del consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, el creador del ocaso como concepto jurídico, que se ha desgañitado proclamando las bondades de semejante engendro legislativo.

Veremos por lo demás si Mañueco tiene agallas democráticas para cumplir otros compromisos legislativos que el PP metió en un cajón al firmar su pacto de gobierno con Vox. Me estoy refiriendo a la nueva Ley Regional contra la Violencia de Género y al reconocimiento por Ley de los derechos de la comunidad LGTBI. Y también está por ver qué sucede con el proyecto de Ley de garantías y derechos sobre la muerte digna, una iniciativa promovida en su día por Ciudadanos que, ante la luz de gas aplicada por el PP al exvicepresidente Francisco Igea, ha decidido hacer suya el grupo socialista.


Preguntas al lobo
.- Reitero las dos primeras preguntas realizadas al lobo el pasado 20 de junio, eso sí, corregidas y aumentadas.

1.-¿A qué espera la Junta de Castilla y León para interponer ante el Tribunal Constitucional el recurso contra la Ley de Amnistía que iba a presentar “con la máxima celeridad posible”? ¿Qué entiende el consejero de la Presidencia, Luismi para los amigos, por “máxima celeridad posible”?

2.- ¿A qué esperan el PP y el PSOE para proceder a la renovación de los miembros del Consejo Consultivo y del Consejo de Cuentas, cuyos mandatos están caducados desde hace más de año y medio? E idem del lienzo sobre el Consejo Económico y Social.

Gonzalo Santonja
3.- Si es que ha llegado a emprenderlas, ¿piensa mantener el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, las acciones legales anunciadas en su día contra el escritor Luis García Montero, el ministro Óscar Puente y el todavía líder autonómico del PSOE, Luis Tudanca, a raíz de que los dos últimos se hicieran eco del artículo del primero que le vinculaba en el pasado con ETA?

Los incombustibles.- En la anterior entrega del blog añadíamos dos nombres nuevos a la treintena de políticos en activo que llevan más de 25 años entregados a la causa de sacrificarse por nuestro bienestar colectivo. Uno de ellos era el hasta ahora delegado territorial de la Junta en Segovia, José Luis Sanz Merino, que prosigue su longeva carrera política -en 1995 era concejal de Urbanismo en el ayuntamiento de Segovia- ahora como consejero de Movilidad.

Sanz Merino es uno de los cinco ilustres del PP de Segovia en la pomada desde el siglo pasado; los otros cuatro son el secretario autonómico del partido y vicepresidente de las Cortes de Castilla y León, Francisco Vázquez Requero de Lama; la presidenta provincial y senadora, Paloma Sanz; el secretario provincial y presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, y el senador Juan José Sanz Vitorio.

Fernando Rodríguez

 El anterior repoker solo encuentra parangón en el PP de Salamanca, donde se contabilizan otros cinco magníficos en el machito desde la década de los 90: Por orden de antigüedad, el senador Gonzalo Robles (41 años), el diputado del Congreso José Antonio Bermúdez de Castro (33), el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (29), el presidente de la Diputación, Javier Iglesias (29) y el sempiterno teniente de alcalde del ayuntamiento salmantino Fernando Rodríguez (29). Este último, más que incombustible, diríase que es inamovible, ya que ejerce como portavoz del grupo municipal popular desde 1995, año desde el que ha desempeñado el cargo bajo el mandato de tres alcaldes diferentes. ¿Qué secretos no guardará el que a la sazón fue durante otra tira de años consejero de la extinta Caja Duero).

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viernes, 12 de julio de 2024

La trastienda/ Se acabó la fiesta

 

Santiago Abascal
Aplicar la lógica política al uso a un partido tan irracional como Vox conduciría no ya a la melancolía originada por los esfuerzos inútiles, sino a algo tan poco deseable como que te reviente a la cabeza. De modo que huelga buscar explicación a la decisión caudillista de Santiago Abascal de romper los pactos que la ultraderecha venía manteniendo con el PP para cogobernar cinco comunidades autónomas (con Castilla y León a la cabeza, que en esto resultó tristemente pionera)-

Si el acierto o eficacia de las cosas se mide por la reacción de los adversarios y enemigos políticos, Abascal ha conseguido que su principal adversario electoral Alberto Núñez Feijóo y su gran enemigo ideológico Pedro Sánchez celebren con similar alegría -eso sí, cada uno por separado- el tiro en la rodilla que acaba de darse el líder de la extrema derecha patria.

 A Alfonso Fernández Mañueco y demás presidentes obligados a lidiar con Vox no se les podía hacer mayor favor que el que les ha hecho Abascal. Con ganas se han quedado de celebrarlo con cava catalán, ese espumoso cuyo consumo boicoteó en su día la derecha española a modo de represalia contra el soberanismo catalán (luego se enteraron que el presidente de Freixenet y de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, no era precisamente independentista).

Juan García-Gallado y Mariano Veganzones

Junto a ello, el máximo dirigente de Vox ha provocado un cisma interno de consecuencias aún por conocer, al imponer una ruptura con la que no estaban de acuerdo gran parte de los afectados/damnificados por la misma. Entre los que discrepaban porque querían seguir en el machito estaba el vicepresidente único (e irrepetible) de la Junta, Juan García-Gallardo Frings, quien no ha tenido más remedio que acatar y justificar la imposición de Abascal. Justificación por cierto basada en un argumento completamente falso: el incumplimiento del pacto de gobierno suscrito por ambos partidos en Castilla y León.

 Como debería saber Gallardo, más que nada porque estampó su firma, dicho pacto no menciona para nada a los inmigrantes menores de edad que llegan a España no acompañados, esos a los que la extrema derecha llama despectivamente “menas”, cuando no redomados delincuentes de credo infiel que ponen en riesgo la seguridad y bienestar de los españoles de bien. El único punto de dicho pacto referido al fenómeno de la inmigración es así de parco: “Promoveremos una inmigración ordenada que, desde la integración cultural, económica y social, y en contra de las mafias ilegales, contribuya al futuro de Castilla y León”. (punto 32 y último del acuerdo fechado el 22 de marzo de 2022). Como tampoco figuraba en el pacto el protocolo antiaborto como que trató de colar Vox en los hospitales de la comunidad, asunto que asimismo ha incluido el ya exvicepresidente entre los incumplimientos del PP. García-Gallardo se ha visto obligado a dimitir, pero no se queda sin momio político.

Gonzalo Santonja y Alfonso Fernández Mañueco
Gallardo, un 22 por ciento de subida de sueldo.- Simultáneamente a su dimisión, y, sin que haya mediado reunión alguna con los otros 12 procuradores del partido ultra con escaño en las Cortes de Castilla y León, el hasta ahora número dos de la Junta ha anunciado que será el nuevo portavoz parlamentario del grupo de Vox. García-Gallardo desplaza de ese cargo al procurador salmantino Carlos Menéndez, un cambio que económicamente no le va a resultar precisamente oneroso: Frente a la retribución anual de 80.741 euros asignada a la vicepresidencia de la Junta, pasa a percibir los 98.337 euros que se levantan los portavoces titulares de los grupos y miembros de la Mesa de las Cortes, lo que supone un incremento salarial nada menos que de 17.596 euros (un 21,8 por ciento).

 No corren la misma suerte los exconsejeros de Industria y Agricultura, Mariano Veganzones y Gerardo Dueñas, que, cesados en sus respectivos cargos, se han apresurado a darse de baja en Vox, mientras Fernández Mañueco ha decidido mantener al frente de la consejería de Cultura a Gonzalo Santonja, el último de los consejeros nombrados en su día a propuesta de Vox. A Santonja no podrá reprocharle falta de lealtad quien apadrinó su nombramiento, que no fue otro que el fallecido Fernando Sánchez Dragó, no por casualidad Premio Castilla y León de las Letras a título póstumo. Tras la salida de Veganzones (tanta tranquilidad como descanso deja) y Dueñas, queda por ver qué deciden sus sucesores sobre los altos cargos de ambas consejerías.

Isabel Blanco y Leticia García, dos chicas Maillo

 En menos de 24 horas Mañueco ha cerrado la “crisis” provocada por Vox. Ha suprimido la estructura de la vicepresidencia, otorgando el rango de vicepresidenta a la consejera de Familia, la zamorana, Isabel Blanco, que pasa a ser la número dos de la Junta. La larga mano del compadre Fernando Martínez Maillo, se deja notar a su vez en el ascenso de la hasta ahora delegada territorial en Zamora, Leticia García, ascendida a consejera de Industria. Por su parte, el secretario regional del PP, Francisco Vázquez Requero de Lama, ha conseguido promocionar al delegado territorial en Segovia, José Luis Sanz Merino, como nuevo consejero de Movilidad. Mañueco deja pendiente de resolver la vacante que deja el todavía portavoz del PP en las Cortes, Rául de las Hoz, tras su elección como eurodiputado.

Los daños que se ha autoinfligido Vox podrían haber sido mayores si Abascal, temeroso de generar mayores defecciones, hubiera impuesto la ruptura en las Mesas de los Parlamentos y en los importantes ayuntamientos, entre ellos los de Valladolid y Burgos, en los que PP y Vox se repartieron en su momento el pastel. Se acabó la fiesta (Alvise dixit), aunque no para todos. 

 (Publicado en elDiario.es Castilla y León)