Concluido
un paréntesis navideño nada exento tampoco de actividad política, la cuenta
atrás hacia la doble cita electoral de las municipales y autonómicas de mayo
está lanzada. Con un claro contraste entre la aparente calma chica que vive el
PP y la creciente ansiedad electoral del resto del arco político. Mientras en el
seno del partido gobernante aguardan con impaciencia los designios de Génova
acerca de las candidaturas, las demás fuerzas en liza vienen desplegando una
actividad frenética. Todo ello en medio de la gran incertidumbre derivada de
unas encuestas políticas que siguen augurando un nuevo escenario político caracterizado por el considerable retroceso del PP
y la fragmentación del electorado de izquierdas a causa de la potente irrupción de
Podemos.
Herrera y Montoro, una relación salpicada de polémicas |
Entretanto, la Junta no ha podido transitar
con mejor pie electoral de un año a otro. El agravio que ha supuesto el nuevo
parche aplicado por Cristóbal Montoro
al problema de la financiación autonómica ha permitido a Herrera presentarse como gran adalid de los intereses de Castilla y León ante
el gobierno central de su propio partido. Toda una “sobreactuación” escenificada además ante los sindicatos y la
patronal, convocados la víspera de Nochevieja para firmar el plan de estímulos al
crecimiento y al empleo en 2015.
La
Junta conseguía así superponer dos mensajes de marcado signo electoral: su apuesta por el diálogo social y sus arrestos para
plantar cara a un ministro que se permite discriminar a esta comunidad. Si a
ello se añade que desde el 1 de enero se ha reducido a un tercio el “centímazo” y que pasar la ITV
es un 20 por ciento mas barato, se convendrá que la Junta no ha esperado a que
concluyeran las navidades para lanzar su campaña electoral.
Luis Tudanca |
Tras renunciar a su escaño de diputado del
Congreso, el candidato socialista a la presidencia de la Junta se dispone a patearse
de aquí mayo toda la comunidad para defender su proyecto político frente a sus
dos principales competidores: el adversario tradicional (el PP) y el emergente,
Podemos, que le está minando electoralmente pero con el que estaría obligado a
entenderse en el hipotético caso de que el primero no revalidara su mayoría
absoluta.
Recien constituida su estructura municipal,
Podemos no dispondrá de órganos autonómicos hasta el mes de febrero, en que
será elegido su secretario general en la comunidad y su Consejo Ciudadano en
Castilla y León. Hasta entonces no se perfilarán sus propuestas de
cara a las elecciones autonómicas, que son las únicas a las que la formación va
a concurrir con su propia marca.
El leonés Pablo
Fernández, que cuenta con todas las bendiciones de Pablo Iglesias, tiene las
máximas papeletas para convertirse en el máximo responsable del partido en
Castilla y León. Y a través de un tuit del propio Iglesias se ha sabido que uno
de sus máximos colaboradores va a ser Pedro
María de Palacio, quien hace algunas semanas abandonó IU para incorporarse
a Podemos.
Pablo Fernández |
De Palacio no era un militante de base de IU.
Era el coordinador provincial de Burgos y el que encabezó la candidatura
alternativa a la de José María González en la pasada asamblea autonómica de IU en Castilla y León, en la que aglutinó el 40 por ciento de los votos. Cuando
se esperaba que pudiera medirse a González en las primarias para elegir al
candidato a la presidencia de la
Junta , De Palacio ha tomado las de Villadiego para apoyar a
Pablo Fernández en el proyecto autonómico de Podemos. El candidato alternativo a González se busca ahora a través de la plataforma “Recuperar la ilusión” (www.recuperarlailusion.es ),
constituida por críticos con la actual dirección regional.
Otro
partido al que le ha salido seria competencia es la UPyD , que, amén de aspirar a
tener grupo propio en las Cortes, se perfilaba como bisagra en muchos ayuntamientos en los que el PP va a tener extremadamente difícil
-ahí sí- repetir su actual mayoría absoluta. La expansión nacional de los
Ciudadanos de Albert Rivera, un
partido con un perfil estatal muy similar, aboca a ambas formaciones a
disputarse el mismo espacio político. Con el consiguiente fraccionamiento, en
este caso del electorado situado entre los dos partidos hasta ahora
mayoritarios.
Todo ello a expensas de la estrategia que
finalmente adopte Podemos ante las elecciones municipales, ante las que, aunque
no concurra con su marca, no piensa quedarse con los brazos cruzados..La
lucha de unos por conservar su espacio político y la de otros por abrirse paso
no tendrá cuartel y todo a apunta a que no van a ser menos de cinco las
opciones en liza con posibilidades de alcanzar representación en los
principales ayuntamientos. A partir de ahí veremos hasta que punto ese
fraccionamiento favorece el continuismo o propicia el vuelco en muchos gobiernos
municipales.