lunes, 13 de abril de 2015

Listas con muchas claves y más de una pista

Nunca antes la composición de unas listas electorales había contenido tantas claves y dejado tantas pistas como las que se extraen de las candidaturas del PP a los comicios municipales y autonómicos del próximo 24 de mayo. Alguna de ellas, como la renuncia de Ramiro Ruiz Medrano a la Delegación del Gobierno para encabezar la lista a las Cortes por Valladolid, ya se ha analizado con detalle aquí. Pero no ha sido esa la única sorpresa que guardaban las listas del PP vallisoletano, que, entre otras cosas, han delatado claramente la decisión del actual consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, de dar por concluida su etapa en la Junta.


De Santiago-Juárez durante un pleno de las Cortes
De Santiago-Juárez ha aprovechado su posición de influencia tanto en el PP autonómico, cuyo comité electoral preside, como en el provincial, donde ya venía ejerciendo un gran poder fáctico, para proporcionar destino a sus dos ojitos derechos en la consejería: María de Diego Durántez y Marta López de la Cuesta. La primera, directora general de Relaciones Institucionales, ha aterrizado en el número 5 de la candidatura autonómica, desplazando de esa lista a María Álvarez-Quiñones. Y la segunda, directora general de Análisis y Planificación, ha recalado nada menos que en el número tres de la candidatura al ayuntamiento de Valladolid, inmediatamente después del alcalde y de Jesús Julio Carnero, secretario provincial del PP y candidato a repetir como presidente de la Diputación.

 La salida de sus dos directoras generales predilectas confirma sin ninguna duda el propósito de De Santiago-Juárez de catapultarse a la presidencia de las Cortes, tal como venimos anunciando aquí desde hace mes y medio. Con él se elevan ya a cuatro los actuales consejeros de la Junta que no repetirán en el futuro gobierno de Juan Vicente Herrera. Primero se dio por amortizado el de Educación, Juan José Mateos. Después se cayó Antonio Silván, al que el “dedazo” de Herrera endosó la candidatura a la Alcaldía de León. Hace unos días se despedía Tomás Villanueva, quien aspira -si los escándalos que están aflorando en su consejería no se lo impiden- a ocupar el escaño de senador por la comunidad que tiene en usufructo María Jesús Ruíz (el de Juan José Lucas es como si fuera vitalicio). Y ahora la tenebrosa la mano que mece la cuna-diván del presidente enfila la puerta de salida del colegio de la Asunción con intención de erigirse en el máximo custodio del “mausoleo”.

 Así pues, cuatro de las nueve consejerías se pueden dar ya por vacantes vacantes,  lo cual permitirá al “autorrenovado” Herrera  presumir de renovación, aunque no parece que vayan a ser caras nuevas quienes la protagonicen.
Josefa García Cirac y Rosa Valdeón
 Es el caso de la antigua consejera de Familia y todavía alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, con toda seguridad destinada a ser la nueva consejera “primus inter pares”, si es que no en vicepresidenta, en principio heredando básicamente las funciones -cuna-diván aparte- de De Santiago Juárez. También se da por seguro que la presidenta saliente de las Cortes, Josefa García Cirac, será compensada con una consejería y ya veremos que le ofrece Herrera a Ruíz Medrano. Salvo monumental sorpresa, los otros cinco consejeros continuarán siéndolo, aunque no necesariamente todos al frente de las mismas consejerías que ocupan en la actualidad. Y la gran incógnita, que posiblemente no se despejará hasta el último momento, radica en quién se hará cargo de la consejería de Economía.

 Se me podrá reprochar que realizo el anterior análisis dando por sentado que el PP va a ganar las elecciones autonómicas y por mayoría absoluta. Pero es que es realmente lo que pienso. E igual que yo los primeros plenamente convencidos de ello son el propio Herrera y su “guardia de corps” electoral, que conocen el resultado de los sondeos periódicos encargados desde la calle Génova. Otra cosa es que, huyendo de un triunfalismo que conduzca a la relajación de sus votantes, prefieran transmitir la impresión de que no tienen garantizada la mayoría absoluta.

Pero es más: en el caso de que el PP no consiguiera dicha mayoría, ello sería por muy escaso margen, resultando políticamente inviable esa “coalición de perdedores” utilizada como espantajo para asustar a su electorado más ultraconservador. Un pacto a tres bandas entre PSOE, Ciudadanos y Podemos, no digamos si también hicieran falta IU y UPL, está ya expresamente descartado por el partido que lidera Albert Rivera, partidario de "dejar gobernar a la lista mas votada". Resulta obvio por tanto que Herrera volverá a ser investido presidente de la Junta, y lo más probable que de nuevo con mayoría absoluta.

Ruíz Medrano y Martínez Bermejo
 De la misma forma que el PP de Castilla y León sabe que no corre ningún peligro la Junta, la composición de sus listas denota escasa confianza en que los suyos conserven el gobierno central después de las próximas elecciones generales. No lo digo por Ruiz Medrano, cuya renuncia a la Delegación del Gobierno sigo interpretando en clave de sucesión. Ni tampoco por los dos subdelegados del Gobierno que han devenido en candidatos a las alcaldías de Zamora y Ávila. Pero sí por la sorprendente salida del subdelegado de Valladolid, José Antonio Martínez Bermejo, para ocupar el puesto número 11 en la candidatura del PP al ayuntamiento de Valladolid.

A salvo de alguna extraña maniobra que se me escapa -y la de ser un posible “tapado” para sustituir a Javier León de la Riva en caso de que resulte inhabilitado es algo que no se sostiene- cambiar la subdelegación por una simple concejalía no tiene hoy por hoy otra explicación que la de no quedarse colgado de la brocha si Rajoy sale despedido de La Moncloa.

 A tal punto están constituyendo una caja de sorpresas las listas del PP que "El topillo" me comenta el rumor según el cual en la candidatura a las Cortes por Burgos podría aparecer la Jefa del Gabinete de la Presidencia, la "viceconsejera" Virginia Arnáiz. Entretanto, su jefe, el presidente-candidato, sigue recreando la Arcadía Feliz en su periplo preelectoral, sin darse por concernido ante escándalos que no le son precisamente ajenos, tales como el “caso Caja España” y o el de la “Perla Negra”. Pese a ser altos cargos de la Junta, se diría que Juan Vicente Herrera no conoce de nada a Francisco Javier de Andrés Guijarro, José Rodríguez Sanz-Pastor, José Manuel Jiménez Blázquez, José Armando Baeta, Carlos Martín Tobalina y Pablo Trillo-Figueroa. Y los nombres de Fernando Martínez Maillo, Artemio Dominguez, Javier García Prieto y Juan Elicio Fierro no le suenan ni siquiera vagamente…