No entraba
en ninguna previsión una campaña electoral tan animada como la que estamos
viviendo en Castilla y León. No solo por la incertidumbre de sus resultados,
con escaños en el alero en las nueve provincias, sino también porque no estaba
en el guión que la corrupción fuera a irrumpir de la forma que lo ha hecho, con
un candidato del PP al Congreso al que su partido, después de apartarlo de la
campaña, le ha pedido .por el momento sin ningún éxito. que se retire de la lista..
Juan Vicente Herrera y Soraya Sáez de Santamaría |
Bloqueadas
momentáneamente esas comisiones de investigación, el PP de Castilla y León no
contaba con que la corrupción fuera a enturbiar su campaña electoral. Una
campaña por otra parte de deliberado perfil bajo, basada en las cansinas
apariciones de miembros del gobierno Rajoy –ayer, sin ir mas lejos, tuvimos
ración doble de Soraya Sáez de
Santamaría- y en el despliegue por toda la comunidad de los dos
vicesecretarios del PP vinculados a la misma, Fernando Martínez Maillo y Pablo
Casado, quienes no obstante, por la cuenta que les trae, no están descuidando lo más
mínimo sus respectivos predios provinciales.
Lo que no estaba en el guión es que en plena
campaña estallara el “caso Gómez de la
Serna ”, el diputado-cunero por Segovia que, solo o en
compañía del hasta ayer embajador de España en la India , Gustavo de Arístegui, ha practicado aquel propósito atribuido a Eduardo Zaplana con ocasión del “caso Naseiro”:
“Yo estoy en política para forrarme”. Objetivo presuntamente cumplido por Zaplana
-en la actualidad consejero de Telefónica- y no digamos por Gómez de la Serna , cuya “consultoría”,
de ser cierta la información (por nadie desmentida) del diario “El Mundo”, ha
gestionado contratos adjudicados en África y América a varias empresas españolas
que le han reportado comisiones por importe de varios millones de euros.
Pedro Gómez de la Serna |
La secuencia anterior -obviamente forzada por
la coyuntura electoral- ha dejado en evidencia a algunos compañeros (pronto ex
compañeros) del diputado-cunero. De forma que roza lo patético a la número uno al
Congreso por Segovia, Beatríz Escudero,
quién, después de afirmar que nadie se había planteado en el PP pedir la
renuncia a De la Serna
-“no tiene que dimitir porque no ha hecho nada ilegal” dijo-, 48 horas más
tarde no dudaba en señalar que el comportamiento del susodicho no le parecía
“ni ético ni estético” (sic).
Quien no ha
incurrido en contradicción alguna ha sido el presidente Herrera, quién, a punto de cumplirse una
semana desde que estalló el caso, no ha hecho la menor referencia al asunto. Él, que el pasado día 28 de noviembre, con ocasión de la presentación de los
candidatos del PP al Congreso y al Senado por Castilla y León, les pidió
solemnemente que “no olviden su compromiso sagrado con los castellanos y
leoneses”, no ha tenido a bien pronunciarse sobre las andanzas empresariales de
Gómez de la Serna.
Aunque para omisión
clamorosa, la falta de respuesta que sigue dando el gobierno que preside, es decir, la Junta, al
ofrecimiento de acciones de la fiscalía para que se persone, como manifiesta parte
perjudicada que es, en la investigación abierta por el Juzgado de Instrucción
número 2 de Valladolid en torno al caso “Perla Negra”-Portillo, el doble y
multimillonario pelotazo inmobiliario perpetrado a costa de las arruinadas
empresas públicas ADE Parque y Gesturcal.
Albert Rivera y Pablo Iglesias |
Con este panorama, la campaña entra en una
recta final que, vista la deriva de las encuestas, puede resultar decisiva,
ya que prácticamente en todas las provincias hay algún escaño del Congreso -en
algunas también del Senado- que puede caer de un lado a otro por un escaso
margen de votos, algo sin precedentes en todas elecciones generales celebradas
desde 1977.
Mientras PP y PSOE han gastado ya sus principales cartuchos electorales en Castilla y León, los “emergentes” van a echar el resto en los próximos días. Albert Rivera vuelve hoy a Ávila, donde ya estuvo durante la precampaña, mientras Pablo Iglesias “profanará” el miércoles en Valladolid el centro cultural Miguel Delibes, escenario predilecto de un PP que en esta campaña ha convocado sus actos electorales en recintos de capacidad notablemente más reducida.
Mientras PP y PSOE han gastado ya sus principales cartuchos electorales en Castilla y León, los “emergentes” van a echar el resto en los próximos días. Albert Rivera vuelve hoy a Ávila, donde ya estuvo durante la precampaña, mientras Pablo Iglesias “profanará” el miércoles en Valladolid el centro cultural Miguel Delibes, escenario predilecto de un PP que en esta campaña ha convocado sus actos electorales en recintos de capacidad notablemente más reducida.