lunes, 20 de junio de 2016

Iniesta alivia la campaña electoral

 Pese a todo lo que está en juego, si de de aquí al viernes no cambia el panorama, habremos asistido a la campaña electoral más insulsa y ramplona que uno recuerda en unos comicios generales. Una campaña al más viejo estilo que en ningún momento ha llegado centrar la atención ciudadana, mucho más atenta a la actuación de Iniesta y compañía en la Eurocopa de Francia.


En Castilla y León, donde supuestamente pueden moverse hasta cinco escaños del Congreso y un par de ellos del Senado, dos de los cuatro candidatos a la presidencia ni siquiera se han dejado caer por aquí. Solo lo han hecho Albert Rivera y Pedro Sánchez, por otra parte los que peores perspectivas tienen en esta comunidad.

El primero tiene perdido el diputado obtenido el 20-D por León y en riesgo el de Salamanca. Y el segundo, de acertar el CIS, puede quedarse sin escaño del Congreso en Ávila y Soria y sufrir el “sorpasso” en Burgos y Valladolid. El acto compartido el pasado viernes por Sánchez y Zapatero, con diferencia el más concurrido de toda la campaña en la comunidad, ha venido a insuflar ánimos a los socialistas vallisoletanos.

Sánchez y Zapatero, juntos en Valladolid
Pablo Iglesias no ha incluido Castilla y León en su periplo electoral, ni siquiera para apuntalar con su presencia el aterrizaje de Jorge Lago, el nuevo candidato lanzado en Salamanca. En su ausencia, Carolina Bescansa ha sido quien mas se ha prodigado por estos lares, donde tampoco ha renunciado al protagonismo Juan Carlos Monedero.

 Y de cubrir el hueco de Rajoy -que no se ha debido de creer los malos augurios presagiados por el CIS para el PP en Palencia y Segovia- se han ocupado Soraya Sáez de Santamaría, media docena de ministros -con García Tejerina siempre a la cabeza- y la plana mayor de la calle Génova.. Algunos de ellos han acompañado la agenda electoral de Juan Vicente Herrera, quien, como presidente autonómico del PP, se ha limitado a cubrir el expediente de celebrar un acto en cada una de las capitales.

 Una obligada presencia orgánica asumida con un entusiasmo perfectamente descriptible por Herrera, cuyo mayor protagonismo en días pasados no ha sido por ninguno de esos garbeos electorales, sino por haber sido el ponente del dictamen sobre los retos demográficos aprobado por el pleno del Consejo de las Regiones de Europa. Un dictamen en el que se insta a la Comisión Europea a que contemple el problema demográfico como una prioridad con reflejo presupuestario en sus distintos fondos y programas.

 Lo que no pasa de ser una propuesta aprobada por un órgano consultivo, cual el Comité de las Regiones, ha sido presentado aquí poco menos que como el espaldarazo de la Unión Europea a la lucha contra la despoblación, problema ante el que ha naufragado estrepitosamente el gobierno Herrera. A la espera de que la Comisión Europea se de por enterada, ya tiene la Junta la excusa buscada para seguir manteniendo su ficticia Agenda de la Población, ahora bajo la responsabilidad de la vicepresidenta, Rosa Valdeón, a la que, puestos a tirar por elevación, le ha dado por comparar el problema demográfico con el cambio climático (lo cual conlleva el fatídico mensaje de que podemos darnos por desahuciados).

Rafael Delgado, Tomás Villanueva y Alberto Esgueva
 Después de conocer a las declaraciones judiciales de los altos cargos de la Junta y de otros ejecutivos de las antiguas empresas Gesturcal y ADE Parques, el presidente de la Junta tendrá ya claro, si es que alguna vez no lo ha tenido, de qué despacho de la anterior consejería de Economía partieron las ordenes políticas para llevar a cabo las truculentas operaciones de la Perla Negra y el polígono de Portillo. 
Y también se habrá enterado por la prensa de los manejos financieros, societarios y patrimoniales realizados, juntos y por separado, por el ex número dos de la consejería, Rafael Delgado, y el ex director de Excal, Alberto Esgueva, quienes decidieron en su momento dejar sus cargos en la consejería para dedicarse a emprender lucrativos negocios, según abrumadores indicios presuntamente favorecidos desde la Administración Autonómica.

Todo lo anterior sin que a fecha de hoy la Junta haya tenido la decencia de personarse en las diligencias penales abiertas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid, donde, como era prever, la fiscalía se ha opuesto a la pretensión de que se abriera una pieza separada exclusivamente sobre los contratos de mobiliario y señalética adjudicados sin concurso a Unifica  la misma empresa que reformó en B la sede central del PP en la calle Génova. ¡Como si estos contratos, por importe de 4 millones, fueron los únicos que han podido causar un quebranto económico a las arcas de la comunidad en unas operaciones, Perla Negra y Portillo, en las que se investigan sobrecostes que rondan los 40 millones de euros!

Pilar del Olmo y Juan Vicente Herrera
 Y pese a -o precisamente por- todas estas revelaciones, el presidente de la Junta sigue cerrado en su negativa a comparecer ante la comisión parlamentaria que investiga ambos casos y la “trama eólica”, cuyo trabajo, siguiendo las instrucciones recibidas desde el Colegio de la Asunción, se encuentra paralizado “sine die” por el grupo popular. 
Todo lo contrario que la comisión sobre el Hospital de Burgos, que, tras el simulacro de comparecencia de Herrera, la Junta quiere despachar cuanto antes, al punto de que se ha habilitado el mes de julio para continuar las comparecencias, por supuesto siguiendo el orden y el formato impuestos por el grupo popular al conjunto de la oposición.

 La consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, abrirá la nueva ronda de comparecencias el lunes 11 de julio. A Del Olmo no le escandaliza que un hospital adjudicado en 242 millones de euros acabara costando 528, ni que su coste diferido al final de la concesión haya pasado ya de 1.010 a 1.667 millones. Todo lo contrario: considera que el modelo de colaboración público-privado “ha sido un éxito”.
 Acostumbrada a cuadrar las cuentas a base de deuda pública, esos desfases no le producen la menor perturbación. Desde que es consejera de Hacienda, año 2003, hasta finales de 2015 la deuda de la comunidad ha pasado de 1.436 a 10.557 millones, en términos de PIB del 3,30 al 19,40 por ciento. Gracias, entre otras muchas cosas, a “éxitos” como el modelo de gestión aplicado al hospital burgalés.