A diferencia del PSOE, cuya gestora ha
aprobado un calendario que va a tener al partido enzarzado en batallas intestinas hasta el otoño, el PP ha agilizado los plazos para despachar cuanto antes sus
congresos autonómicos y provinciales. El 1 de abril es la fecha límite para
celebrar los autonómicos y ello ha obligado al PP de Castilla y León a reunir
el próximo viernes a su Junta Directiva regional para convocar formalmente
el cónclave del partido en la comunidad.
A cuatro días de esa convocatoria, Mariano Rajoy no ha deshojado la
margarita sobre la continuidad o no de Juan
Vicente Herrera en la presidencia autonómica del PP. Porque nadie dude de que
es Rajoy el que tiene en sus manos esa decisión. Herrera, que lleva 15 años
presidiendo el partido y 16 la
Junta , pretende mantenerse en ambos cargos hasta 2019. Y si le
dejan, tutelar su sucesión -la ministra Isabel García Tejerina sería entonces
la favorita- y controlar las listas electorales tanto a esas elecciones
autonómicas como a las municipales a celebrar en el mismo día..
Rajoy, Cospedal y Maillo |
Si es
Herrera, ya sabemos lo que hay hasta 2019. Más de lo mismo, si acaso con el
añadido de que intentará prescindir del actual secretario autonómico y
sustituirle probablemente por Antonio Silván, reforzando así a éste como su opción
B. Si el ungido fuera Mañueco, lo suyo es que, más pronto que tarde y previa salida
proporcionada por Rajoy, el presidente de la Junta se eche a un lado y entregue las llaves del
Colegio de la Asunción.
Esto
es lo que se va a ventilar en esa conversación pendiente de celebrar, se supone
que antes del viernes, entre Rajoy y Herrera. Con todo lo que hay en juego, es normal
que al sindicato de intereses políticos y mediáticos beneficiado por el dedo
del actual presidente no le llegue la camisa al cuello. Estando en peligro sus
privilegios, se comprende la sarta de interesadas estupideces que unos
inspiran y otros escriben y publican.
Me refería al principio a lo incomprensible
del calendario congresual del PSOE. Solo al más necio se le ha podido ocurrir
retrasar hasta mayo las primarias para elegir nuevo secretario
general y hasta junio el congreso federal, proporcionando un arma letal a
Mariano Rajoy: la posibilidad de disolver las Cortes y convocar nuevas
elecciones generales con los socialistas descabezados y en plena guerra fratícida.
Puente, Sánchez y Tudanca, el sábado en Valladolid |
Creyendo que el tiempo corría a favor de Susana Díaz, a cuyos intereses se ha subordinado en todo momento, la gestora ha hecho un flaco favor al partido al aplazar hasta mayo la celebración de dichas primarias. A la vista ha quedado el pasado sábado en Valladolid que "el muerto que vos matasteis goza de buena salud": Pedro Sánchez no ha cejado en su propósito y cuenta con suficientes apoyos -sobre todo entre la militancia- para intentar la “operación Reconquista”. Al contrario que Patxi López, no se ha lanzado a una piscina sin agua.
Rajoy,
encantado de la vida. No solo ha conseguido que, depuesto Sánchez, el PSOE
facilitara su investidura, sino que luego la gestora ha puesto en sus manos ese
arma letal de poder convocar elecciones con los socialistas completamente inermes. Ha demorado hasta el mes de abril la presentación de los nuevos
Presupuestos Generales del Estado para colocar al PSOE en el disparadero: O
tragaís con otra buena ración de recortes sociales o nos volvemos a ver las caras en las
urnas.
Para mayor inri, el suicida calendario
impuesto por la gestora socialista aplaza hasta después del verano los
congresos autonómicos y provinciales, donde se librarán nuevas batallas internas, ello con independencia de lo que suceda en el congreso
federal. Hasta otoño no se habrán restañado las heridas del PSOE, si es que se
restañan.
Pablo Fernández y Pablo Iglesias |
En Castilla
y León, territorio “pablista” por partida doble, la estructura orgánica del
partido ha estado sometida a una permanente inestabilidad desde su propia
constitución. El zamorano Braulio Llamero ha sido el sexto secretario de un
Consejo Ciudadano que renuncia al cargo, después de que lo hicieran los de
Burgos, Palencia, León, Ponferrada y Salamanca (los de Burgos, Palencia y
Salamanca fueron sustituidos mediante primarias celebradas el pasado mes de
noviembre). Y paralelamente, más de la tercera parte de los miembros del
Consejo Ciudadano Autonómico han ido causado baja durante los dos años
transcurridos desde su elección.
Resuelto el
conflicto del liderazgo, y con un grupo parlamentario consolidado, Podemos tiene terreno abonado para crecer como fuerza alternativa garante de una
oposición que ponga coto de una vez al régimen cuasi
autocrático que lleva lustros imperando en esta desdichada comunidad autónoma.