A punto de
cumplirse un año desde que el PP decidió, porque así le vino en gana, paralizar
el trabajo de la comisión parlamentaria de investigación sobre la “trama
eólica” y otros pufos asociados a la consejería de Economía, la Junta de Portavoces de las
Cortes conocía el pasado martes el informe encargado a los servicios jurídicos de la Cámara sobre tan arbitraria paralización. Según el dictamen, por mucho que clame al
cielo tan grosero obstruccionismo, no hay forma de poner fin al atropello
democrático, ya que el Reglamento de las Cortes otorga al presidente de la comisión la
facultad exclusiva de convocarla y, por si fuera poco, además no está obligado
a hacerlo en ningún plazo determinado.
Juan Vicente Herrera |
Jaime Rabanal |
Simultáneamente,
la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo,
se descolgaba el mismo día presentando a toda prisa el “techo de gasto”
presupuestario para 2017, que constituye una nueva tomadura de pelo marca de
la casa. Después de no presentar dicho “techo” en tiempo y forma, y prorrogar
los Presupuestos de 2016 aduciendo su discrepancia con la cuantía de las
entregas a cuenta anunciadas por el ministerio de Hacienda, Del Olmo infla ahora
por su cuenta en 177 millones de euros dicha cuantía y se queda tan oreada. Lo
dicho: Una nueva burla que presagia la elaboración de un próximo Presupuesto de
la Comunidad
con más maquillaje que el de Marcel
Marceau en sus últimos años.
Naturalmente,
los socialistas no van a dar su visto bueno a esta nueva burda operación de
ingeniería financiera perpetrada por Del Olmo, consumada experta en el arte del
similitruqui contable. Solo faltaba. Para hacer ese papelón -y tragar luego con
el Presupuesto entero- ya esta Ciudadanos, que además acaba de eliminar de su
ideario la referencia “socialdemócrata” para acentuar una impronta liberal a la
medida de su gurú económico, Luis Garicano, el vallisoletano estudiado en la Universidad de Chicago y profesor en
la London School.
Luis Tudanca y Pablo Fernández |
En fin, que a tal gobierno -el de Herrera,
véase por ejemplo el desastre del Sacyl-, tal oposición, inoperante hasta decir
basta. Resignada a un papel de comparsa, además desafinada. El mal rollo
entre Podemos y el PSOE viene siendo manifiesto desde que los primeros
irrumpieron en el hemiciclo de Villa de Prado. Luis Tudanca y Pablo Fernández no se han soportado nunca,
y además no hacen nada por disimularlo. La única sintonía dentro de la
oposición es la existente entre el grupo morado y el procurador de IU, José Sarrión. Y da para lo que da.
Esta
oposición desarticulada, unida a la coalición encubierta que de facto
constituye el “dialogo social, le
permite al PP de Juan Vicente Herrera seguir gobernando tan plácidamente como
en sus anteriores 14 años de mayoría absoluta. Su único contratiempo son los
continuos reveses judiciales recibidos por la Junta y el preocupante horizonte penal dibujado por
esos turbios asuntos que por algo evita que investiguen las Cortes. Y, por
supuesto, los “demonios familiares” del PP, que pueden tornarse en toda una
pesadilla después del congreso nacional del próximo fin de semana.