A la espera
de que comience la campaña oficial, el voto del mundo rural ha seguido siendo
el principal objeto de deseo en la batalla electoral que se libra en Castilla y
León. Aunque la tormenta desatada por las declaraciones del ministro Garzón ha ido remitiendo y Pablo Casado y los suyos ya no posan
ante reses pastando en bucólicas fincas, el voto rural continúa siendo objetivo
prioritario de los dos principales partidos, preocupados ambos por los
elementos de desgaste que sufren en un ámbito más agitado e insondable que
nunca.
Casado subido el pasado domingo a un tractor en Palencia
El pagano electoral de tan distorsionada
polémica no ha sido Unidas Podemos, cuyo voto es esencialmente urbano, sino el
PSOE, colocado a los pies de los caballos del sector ganadero en su conjunto,
que ya estaba de uñas con el gobierno socialista por el problema del lobo.
Por su parte, el PP no ha podido ocultar su descarada
connivencia con la proliferación de las macrogranjas, ese aberrante modelo de
ganadería industrial altamente contaminante que hipoteca un desarrollo rural
sostenible y acaba destruyendo la explotación familiar agraria. Mientras
comunidades como Castilla-La Mancha han puesto pie en pared mediante una
moratoria que prohíbe nuevas macrogranjas hasta finales de 2025, en Castilla y
León continúa abierta la barra libre, estando otro centenar en vías de
autorización. Y por mucho que el candidato-presidente niegue la evidencia, los
vecinos afectados conocen muy bien las fatales consecuencias de esta perniciosa
industria.
Atención: No es igual promesa que compromiso.- El otro gran problema del PP en el medio rural es el incesante deterioro de la Sanidad, cuya red de consultorios locales sigue sin recobrar la atención presencial prometida por el presidente Mañueco el pasado mes de septiembre.
Alejandro Vázquez, consejero de Sanidad |
Curiosa distinción ésta entre promesa y compromiso, a partir de la cual ya sabemos que el PP no considera “de obligado cumplimiento” ninguna de sus promesas electorales. Y ello mientras el nuevo consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, advierte de la dificultad para cumplir ese compromiso: “No se pueden sacar sanitarios de donde no los hay. Habrá que disminuir la frecuentación en algunos municipios y tendremos que poner transporte para asistir a la consulta los días que no haya asistencia”, ha declarado en entrevista concedida a este diario.
Son muchas las incógnitas sobre el comportamiento
del electorado rural. Otra de ellas es la sospecha de un importante voto oculto
a favor de Vox, que, Abascal aparte, viene desplegando por Castilla y León a
toda su segunda línea (Ortega Smith,
Espinosa de los Monteros, Olona y Buxadé).
Acto público de "Soria ¡Ya!" |
Y capítulo
aparte es el grado de abstención esperable tanto por la situación de pandemia
como por tratarse de una convocatoria electoral separada de las elecciones
municipales y carente por ello del “efecto arrastre” de los candidatos a las
alcaldías. Una participación inferior al 60 por ciento -en 2019 superó el 70-
favorecía las opciones de las fuerzas minoritarias en el reparto de escaños.
De ahí, que el PP venga acompañado sus
diatribas contra Garzón y Sánchez
con un aluvión de promesas, mayormente dirigidas al ámbito rural, añadiendo
nuevos incentivos y deducciones fiscales en las zonas con riesgo de
despoblación, que dicho sea de paso son todas. (Según el último censo oficial
del INE, Castilla y León perdió en 2020 otros 11.179 habitantes, cayendo su
población hasta los 2.383.139, 166.035 menos de los que contaba en 2008). Y
como sea que la natalidad sigue bajando, el candidato-presidente anuncia,
siguiendo una vez más la estela de Díaz
Ayuso, el rescate del cheque-bebé.
Alfonso Fdez. Mañueco y Antonio |
Banda ancha rural, la madre de todas las promesas incumplidas.- Y no podía
faltar en este carrusel de promesas la de extender la banda ancha a todo el
territorio de la comunidad autónoma. Mañueco pone ahora nuevas fechas y plazos
a un compromiso adquirido por la Junta nada menos que en 2005, año en el que el
entonces consejero de Fomento, Antonio
Silván, anunció que en 2007 toda la población de Castilla y León tendría
acceso a los servicios de Internet a través de banda ancha. 15 años después, el
candidato-presidente anuncia para 2025 la cobertura total con un mínimo de 30
megas y sitúa en 2027 la llegada de los 100 megas.
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Por su parte, el PSOE de Luis Tudanca viene llenando su agenda con las incesantes visitas
–algunos días a pares- de ministros socialistas dedicados a ensalzar las
excelencias del gobierno Sánchez. Particularmente activa viene mostrándose la
Delegada del Gobierno, Virginia Barcones,
quién, como buena conocedora del medio rural y del problema de la despoblación,
no pierde la ocasión de replicar los ataques del PP y de denunciar el
oportunismo de las promesas electorales del partido que lleva gobernando la
comunidad durante los últimos 35 años.
Virginia Barcones |
Igea y su memoria selectiva.- Mientras tanto, se aproxima la campaña oficial con el caso de la presunta financiación ilegal del PP de Salamanca más vivo que nunca en el Juzgado La actitud del presidente provincial, Javier Iglesias, acogiéndose a su derecho a no declarar, no ha hecho otra cosa que acrecentar las sospechas sobre su implicación, máxime cuando el Juzgado ha admitido una denuncia anónima en la que se dan pelos y señales, nombres y fechas, de la “colecta” organizada para apoyar la candidatura de Mañueco en aquellas primarias autonómicas de 2.017.
Javier Iglesías y Francisco Igea |
Por si fuera poco, el ex vicepresidente de la
Junta, Francisco Igea, ha desvelado
una conversación privada con Iglesias en la que éste alude al inductor de la
trama: “Paco, tú sabes que yo hice lo que
hice porque me lo pidió quien me lo pidió”. Siguiendo el principio “Cui prodest”, el
aludido no puede ser otro que Mañueco.
Despechado por
el abandono de su cónyuge de conveniencia, Igea ha comenzado a revelar ciertas
interioridades de alcoba que no dejan en el mejor lugar a su expareja política.
Particularmente obscena ha sido la que acusa a Mañueco de haber estado siempre
más pendiente de las encuestas que de la necesidad sanitaria de adoptar medidas
impopulares para combatir la pandemia. “El
presidente siempre tenía las encuestas. Nosotros
(C´s) contábamos vidas, los demás votos”.
Igea se refiere a los doce sondeos que contrató y pretendió ocultar la Junta
durante el año 2020, que, además de pulsar la opinión sobre la gestión de la
pandemia, se interesaban por la intención de voto de los encuestados. “Cuando la suma de votos y vidas le ha sido
favorable es cuando ha convocado elecciones”, ha concluido el
exvicepresidente.
No ha habido ni habrá respuesta. Ignorar las
acusaciones de Igea y los ataques de Vox forma parte del manual de campaña del
candidato-presidente.
(Publicado
en elDiario.es Castilla y León)