jueves, 18 de julio de 2013

Clásicos del verano

Confieso que el asunto ya me tenía preocupado. Llevamos casi un mes de verano oficial -de ese verano que alguien dijo que este año no iba a haber- y los tres tenores de Atapuerca, los Carbonell, Arsuaga y Bermúdez de Castro, todavía no habían anunciado el hallazgo del año. Llegué a temer lo peor: Un verano sin ningún descubrimiento en el célebre yacimiento arqueológico de la sierra burgalesa. Por fortuna, era una falsa alarma.


 
Yacimiento de Atapuerca
Fieles a la cita estival, Carbonell  y Bermúdez de Castro -Arsuaga supongo que andará de vacaciones u ocupado en algún bolo- han anunciado el hallazgo de rigor. Y esta vez no se trata de ninguna pieza concreta que arroje alguna nueva luz sobre la evolución humana. Es mucho mas que eso: El nivel TD4 (no confundir con una nueva edición del telediario) de la Gran Dolina ha dejado al descubierto industria lítica de hace un millón de años, lo cual, habida cuenta de que los restos mas antiguos del Homo Anteccesor eran de hace 800.000, viene a suponer que el yacimiento adquiere de golpe 200.000 años más de antigüedad. Así pues, todos tranquilos. Atapuerca ha vuelto a estar a la altura de las circunstancias.

 Por mucho que arrecie la crisis hay clásicos fieles a la cita del verano y Atapuerca hace muchos años que es uno de los imprescindibles. Otro suele ser la foto de la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, subida la cosechadora para anunciar las previsiones de la cosecha cerealista, que igual hay que corregir a la baja tras las tormentas registradas en los últimos días a lo largo y ancho de la cuenca del Duero.

Juan Vicente Herrera en el Camino de Santiago
 Un clásico que sí ha acusado la crisis, aunque puede que no tanto como hubiera sido de desear, es el de los cursos de verano, que en los años de la ficticia bonanza económica llegaron a constituir una auténtica plaga estival. Lo peor es que los recortes presupuestarios sufridos por las Universidades se han llevado por delante una buena parte de los cursos que tenían verdadero interés y nivel académico, sobreviviendo sin embargo otros que solo interesan a los organizadores y al elenco de agradecidos ponentes, cuyo número en ocasiones es superior al de los propios alumnos matriculados. Era lo que pasaba, sin ir mas lejos, con el “campus” de Periodismo “Miguel Delibes”, en el que la Junta se gastó un pastón a mayor gloria del consejero que lo patrocinaba, a la sazón Portavoz de la Junta y mano que mece el diván presidencial.

 Hablando del presidente de la comunidad, un clásico de verano que ha desaparecido es el que protagonizaba Juan Vicente Herrera recorriendo un tramo del Camino de Santiago, en unas ocasiones solo con sus amigos y en otras en compañía de una selecta comitiva mediática expresamente invitada. (Recuerdo lo que pude reírme al ver en Internet imágenes de algunos de estos abnegados compañeros llegando exhaustos a la iglesia de Villalcazar de Sirga). Ignoro si ha decaído la devoción presidencial por el Camino o si ahora sus incursiones las realiza en la más estricta intimidad.  

Miguel Alejo en Almeida de Sayago (Zamora)
 Menos mal que por su parte el socialista Óscar López no institucionalizó el “Puro cambio tour” con el que recorrió Castilla y León en bicicleta durante el mes de agosto de 2010. Las fotos del pelotón de cargos públicos y otros esforzados compañeros de partido acompañando a López a golpe de pedal por las distintas provincias fueron impagables. La que no sé si sería pagable o resultó perdonada fue la sanción que la consejería de Medio Ambiente impuso a la caravana por infringir la Ley de Montes al celebrar el final del “tour” encendiendo una barbacoa en una zona no autorizada en las inmediaciones de la zamorana Sierra de la Culebra. 
Lo más gordo del caso es que a aquel "picnic" se sumó en entonces Delegado del Gobierno, Miguel Alejo, el mismo que, una vez jubilado, ha optado por una bucólica existencia en su localidad natal de Almeida de Sayago. Bucólica al menos hasta las próximas elecciones municipales, en las que tiene intención de presentarse a la Alcaldía.

 En fin, que visto que estamos a mediados de julio y, aparte de los clásicos de verano, aquí no pasa nada ni se espera que pase, el que suscribe ha decidido tomarse unas semanas de relajo. “El topillo” tiene entera libertad para hacer lo propio, aunque no estoy yo muy seguro de que vaya a resignarse tantos días sin contarnos sus cuitas. Ya veremos.