lunes, 9 de septiembre de 2013

Por los mismos derroteros


 No hace falta que les cuente -ya lo habrán comprobado- que el nuevo curso político ha comenzado por los mismos derroteros por los que acabó el anterior, con el PP negando sin pestañear las evidencias derivadas del caso Bárcenas y con el primer partido de la oposición sin recuperar la credibilidad necesaria para ejercer con eficacia su imprescindible papel de contrapeso. 

 
Rajoy, flanqueado por Cospedal y Arenas
A Rajoy, Cospedal y compañía no les queda otro remedio que cumplir la penitencia política de la trama corrupta destapada por su tesorero, pero lo hacen sin reconocer el pecado, sin el obligado acto de contricción y sin el menor propósito de enmienda. Sencillamente, niegan la mayor, confiando en que la Justicia –y esto vale igual para la Gürtel, rama del mismo tronco- acabe dando carpetazo o acotando las responsabilidades lejos de la cúpula de Génova 13.

 Por su parte, el PSOE ni siquiera ha sabido hacer de la necesidad virtud para hacer creíble en Andalucía su voluntad de regeneración democrática. Después de que Griñán, aunque fuera muy a regañadientes, terminara reconociendo que el caso de los ERES había precipitado su dimisión, no resulta de recibo que su sucesora, Susana Díaz, se descuelgue proponiendo a Rajoy un pacto anticorrupción sin aludir ni mencionar en ningún momento de su discurso la trama corrupta que ha terminado provocando el relevo en la propia presidencia de la Junta andaluza. Otros que se empecinan igualmente en negar la mayor.

 Si en el verano Gibraltar le ha venido que ni pintado al PP para distraer la atención del caso Bárcenas, la consigna del nuevo curso es la de proclamar el fin de la recesión y con él la salida de la crisis. Lógicamente no se ha oido en boca de ningún gobernante ni cargo del PP la expresión “brotes verdes”, aquel espejismo socialista de infausto recuerdo. Pero las palabras empleadas no solo son sinónimas de eso mismo, sino que llegan mucho más lejos, lanzando las campanas al vuelo como si la crisis fuera algo ya superado. La pasada semana el inefable Cristóbal Montoro presentaba a España como "el gran éxito económico del mundo", confiado sin duda convencido en que la concesión de la Olimpiada a Madrid iba a ser el espaldarazo definitivo a ese prodigio logrado por el PP. Si el COI no hubiera vuelto a sernos esquivos, no quiero pensar la ola de triunfalismo que nos estaría cayendo encima.

Herrrera y Sáez, el consejero de Sanidad
Y es posible que se esté tocando fondo y que técnicamente salgamos de la recesión. Pero de ahí a dar por superada la crisis hace falta, entre otras muchas cosas, que salgan de las listas del INEM algunos más que los 31 parados que lo hicieron el pasado mes de agosto. Y desde luego que los cotizantes a la Seguridad Social no sigan cayendo como lo hicieron en ese mismo periodo en número cercano a los 100.000. Eso sí, los mismos que se pretenden hacernos creer que ya estamos saliendo de la crisis nos anuncian una nueva vuelta de tuerca a las pensiones públicas consistente en eliminar su revaloración automática con arreglo al IPC por una subida estable del 0,25 por ciento. O sea que, suba lo que suba el IPC anual -pongamos un 2 por ciento-  una pensión de 600 euros mensuales no se incrementará al año siguiente en 12 euros sino tan solo en 1,5.

 Y, como no podía ser menos, el que se ha apuntado rápidamente al mantra del final de la crisis ha sido Juan Vicente Herrera, feliz como una perdiz de que en el segundo trimestre del año la economía de Castilla y León haya presentado encefalograma plano. Lo cual además es harto engañoso, ya que se ha debido exclusivamente al buen resultado de la cosecha agraria, en tanto que el resto de los sectores (industria, construcción, servicios, etc.) han seguido registrando índices negativos.

 Si estamos saliendo de la crisis y la Junta pronostica que en 2014 el PIB regional crecerá en un 0,7 por ciento, se supone que, tras cuatro años consecutivos de contracción, el Presupuesto de la Comunidad del próximo año tendría que ser mayor que el de 2013. Y sin embargo, el techo de gasto aprobado es inferior en 112 millones de euros, lo cual hace temer que nos esperan nuevos recortes presupuestarios. Mientras tanto, los estragos causados por los tijeretazos metidos al gasto social en los tres ejercicios anteriores (un total de 758 millones detraidos a las consejerías de Sanidad, Educación y Familia) a la vista están. Basta poner como ejemplos como se ha disparado en el último año (de 52 a 97 días) el tiempo medio de espera para las operaciones quirúrgicas en el SACYL o el astronómico incremento de las tasas universitarias, que llega al extremo de que matricularse en Derecho o Medicina sea en Castilla y León el doble de caro que en Galicia.

Dibujo de "El Clavo" en "El Día de Valladolid"
 Por lo demás, el hecho de que el PP de Castilla y León apenas se haya visto salpicado por el caso Bárcenas no quiere decir que en esta comunidad el partido esté exento del problema de la corrupción. Aunque hay cargos y funcionarios de la Junta implicados en más de media docena de procedimientos judiciales, en el colegio de la Asunción preocupan especialmente tres casos. Uno de ellos es la inminente sentencia sobre el “caso Arroyo” en lo que se refiere a la posible condena de Jesús García Galván, imputado y juzgado por actuaciones llevadas a cabo en su condición de delegado territorial de la Junta nombrado por un gobierno presidido Juan Vicente Herrera. Y otro, la deriva del caso de la manipulación fraudulenta del Plan General de Ordenación Urbana de Valladolid, en el que la fiscalía acaba de solicitar la imputación del alcalde, Javier León de la Riva, cuya dimisión ha sido solicitada esta mañana por PSOE e IU en el pleno municipal solicitado al efecto por la oposición.

El horizonte penal de León de la Riva comienza a complicarse y no solamente en el caso del Plan General. ¿Se habló de ello en la reunión “secreta” mantenida por De la Riva y Herrera el pasado 29 de agosto en el despacho oficial del segundo? Dejo ahí la pregunta.

elblogdepedrovicente@gmail.com      9-9-2013