Hasta hace
escasamente un año estaban en el ojo del huracán cada vez que se planteaba la
necesidad de reducir y racionalizar las Administraciones Públicas. El PSOE no
se anduvo por las ramas y abogó lisa y llanamente por su desaparición, al
considerarlas un anacronismo sin razón de ser en el Estado de las Autonomías.
Lo mismo pensaba y piensa Izquierda Unida. Hasta el PP, que controla la gran
mayoría de ellas en España y las nueve en Castilla y León, reconoció que había
que dar un nuevo encaje a las obsoletas Diputaciones provinciales y admitió que
había que “repensar” su papel. Sin cuestionar, claro está, en ningún momento su
existencia, ya que al estar reconocidas en la Constitución, sucede
como con el Senado, que son intocables aunque no sirvan para nada.
Mariano Rajoy, Isabel Carrasco y Juan Vicente Herrera |
No es casualidad que al frente de cinco de las
nueve Diputaciones de Castilla y León se sitúen los respectivos presidentes
provinciales del PP. Es el caso de Isabel
Carrasco (León), Fernando Martinez
Maillo (Zamora), Javier Iglesias
(Salamanca), César Rico (Burgos) y Francisco Vázquez (Segovia). Y otras
dos, Valladolid y Soria, están presididas por los secretarios provinciales del
partido, Jesús Julio Carnero y Antonio Pardo, éste último tenido como
el verdadero hombre fuerte del PP soriano por encima de su presidenta, la
senadora Mar Angulo.
Cristobal Montoro y Fernando Martinez Maillo |
Así que es normal que sus actuales presidentes
se muestren exultantes. Lo estamos viendo con motivo de la conmemoración del
200 aniversario de la constitución de las Diputaciones, efeméride que les ha
venido al pelo para sacar pecho y reivindicarse. “Si no existieran, habría que
inventarlas”, se ha llegado a oír durante los fastos celebrados al efecto. Se
disponen a gestionar una cuota de poder político con la que no podían ni soñar
y encima administrada por unos responsables elegidos por elección indirecta,
sin pasar directamente por las urnas. Alguno de ellos, como el presidente de la Diputación de
Valladolid, J.J. Carnero, ha tenido
al menos el detalle de abogar por una reforma de la ley electoral que abra paso
a un sistema de elección directa, pero eso es algo que no se
vislumbra por ningún lado.
Jesús Julio Carnero y su antecesor, Ramiro Ruíz Medrano |
El PP ha propiciado que cada vez pese más la provincia en detrimento de la comunidad autónoma. Y ello tanto en el ámbito de las respectivas administraciones públicas (Diputaciones y Junta) como en el plano de poder interno en la estructura territorial del partido. Que se lo pregunten a Juan Vicente Herrera, quien en el pecado de haber permitido esas “taifas” está llevando ahora no poca penitencia.
elblogdepedrovicente@gmail.com 23-9-2013