La
fatídica Ley de Murphy, según la cual todo lo susceptible de empeorar termina
empeorando, se está cumpliendo inexorablemente en el banco CEISS, la quebrada
entidad financiera resultante de la ruinosa fusión de Caja España y Caja Duero.
Herrera y Medel en el colegio de la Asunción. |
Tras
ir aceptando el FROB las sucesivas condiciones impuestas por Braulio Medel, presidente
de la caja andaluza, la operación lleva meses dándose por cerrada, pero esta es
la fecha y Unicaja sigue sin dar el sí definitivo. Y el escollo que ha venido retrasando el
acuerdo no solo no se ha sorteado, sino que amenaza con hacerse insalvable y
echarlo todo a perder.
Se trata del problema derivado de los 1.400 millones de
euros que suman las participaciones preferentes y la deuda subordinada colocada
en su día por Caja España y Caja Duero. Además de verse privados de un sistema
reglado de arbitraje y de sufrir una quita que ha oscilado entre el 25 y el 60
por ciento de su capital, Unicaja pretende que los preferentistas de CEISS no
puedan liquidar esos activos hasta el año 2015, algo que ha colmado la escasa paciencia que les pudiera quedar a los afectados.
Fernando Restoy, presidente del FROB |
El resultado es que se cuentan ya por miles (son
más de 35.000 los particulares que suscribieron las preferentes de España y
Duero) las demandas presentadas en los juzgados, lo cual
puede dar definitivamente al traste con la absorción pretendida por Unicaja. Y
lo que es todavía más significativo: La capacidad de aguante del FROB se está agotando y si se malogra la operación, la
alternativa que contempla ya no es la “nacionalización”, sino la
liquidación pura y dura del banco CEISS. El presidente de la UVI bancaria, Fernando Restoy, ha trasmitido ya ese mensaje.
Entretanto, ha dado tiempo a que se hayan
desatado las hostilidades entre los dos máximos responsables del banco (el
presidente, Evaristo del Canto, y el director general, José María de la Vega), que era lo que faltaba
para completar el cuadro.
Un enfrentamiento que no sería ajeno a las
filtraciones periodísticas sobre dolosas operaciones financieras perpetradas
por los antiguos responsables de Caja Duero, una de las cuales, el llamado caso Nozar, ha colocado en
situación de imputado al propio De la Vega. Llama la atención que se estén
removiendo exclusivamente las turbiedades de la extinta caja salmantina, sin
que aflore nada de la mucha porquería acumulada por Caja España. Bienvenidas,
no obstante, dichas filtraciones si, por interesadas que sean, sirven para
destapar la fosa séptica de las antiguas cajas hasta depurar las múltiples
responsabilidades penales derivadas de su proceso de expolio, saqueo y rapiña.
De la Vega y Del Canto, a la greña |
De las responsabilidades políticas, ni les cuento.
El otro día, preguntado en las Cortes por José
María González, el procurador de IU, a Juan
Vicente Herrera solo le faltó decir que él no conoce de nada a Fermoso, Llamas, Arribas, Soto y compañía. Por no recordar, ni
siquiera recuerda que, conforme a lo preceptuado en la Ley de Cajas, los multimillonarios y fallidos créditos concedidos a
alguno de esos presidentes fueron expresamente autorizados por la Junta. Juan Vicente, el olvidadizo,
sigue pretendiendo borrar de su memoria la pesadilla de las Cajas. Pero me da que ese fantasma, mal que le pese, le va a perseguir mucho tiempo.