lunes, 29 de septiembre de 2014

Ser o no ser candidat@ a una Alcaldía

  Al tiempo que decidía dejar aparcada -ya veremos si definitivamente- la ventajista reforma sobre el sistema de elección de los alcaldes, Mariano Rajoy pretendía aplazar hasta entrado 2015 todo lo relacionado con las candidaturas del PP a las próximas municipales y autonómicas. Con todos los frentes políticos que tenía y tiene abiertos, se trataba de retrasar los dolores de cabeza domésticos que siempre provocan las listas electorales, máxime cuando, tras el resultado de las europeas, a gran parte de los actuales alcaldes del PP no les llega la camisa al cuello.


Rosa Valdeón
 El compás de espera solicitado por Rajoy se fue al garete tan pronto como Ana Botella se puso fecha de caducidad y dejó oficialmente vacante la candidatura a la Alcaldía de Madrid, en estos momentos la madre de todas las batallas municipales dentro del PP. Aunque la situación no es comparable, ya que su relevo se resolverá sin mayores tensiones, a la postre la renuncia de la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, ha removido la calma chicha que vive al respecto el PP de Castilla y León. A diferencia de Botella, Valdeón no se retira de la política al final de su actual mandato. Todo lo contrario: Liberada de la atadura municipal, queda plenamente disponible para asumir otra responsabilidad de mayor alcance.

  A nadie se le oculta que el gran quebradero de cabeza del PP se llama Javier León de la Riva, que no ceja en su empeño de presentarse a un sexto mandato municipal ni siquiera cuando un mes antes de las elecciones ha de sentarse en el banquillo de los acusados para responder por un delito de desobediencia. Se desconoce de qué grado de aceptación goza en estos momentos León de la Riva entre los votantes vallisoletanos, pero el problema desborda el ámbito local, ya que, tras los sucesivos escándalos que ha protagonizado, su figura genera un rechazo de dimensión nacional. El citado juicio oral por desobediencia sería la excusa perfecta para que la dirección nacional del partido cambiara de candidato sin mayor trauma interno.

 Los otros cinco alcaldes del PP que gobiernan capitales de provincia están abonados a repetir candidatura en 2015. Aunque a algunos se les haya podido hacer muy largo, cuatro de ellos, los de León, Burgos, Salamanca y Palencia, cumplen actualmente su primer mandato. El de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, lleva más de doce en el cargo, pero no se plantea dejarlo, y menos aún siendo el presidente de la Federación Regional de Municipios y Provincias. Por el contrario, no está nada perfilada la candidatura del PP en las dos plazas socialistas, Segovia y Soria, al igual que tampoco en Ponferrada, donde se busca sustituto al ex alcalde Carlos Pérez Riesco. Y dado que la designación se efectúa mediante el tradicional método del “dedazo” de la dirección, las candidaturas municipales del PP tardarán meses en oficializarse.

Cecilio Vadillo
Por el contrario, los candidatos socialistas a las alcaldías de capital y municipios de más de 20.000 habitantes se conocerán en su totalidad el próximo 30 de noviembre. Ese es el día fijado por el PSOE de Castilla y León para celebrar las primarias, fecha hasta la que se va prolongar el pulso entre los dos bandos en liza por la secretaría autonómica del partido. Por mucho que Julio Villarrubia y Luis Tudanca aboguen por enterrar el hacha de guerra y cerrar filas a partir del próximo sábado, la batalla de las primarias municipales estaba lanzada con anterioridad y nada la va a detener.

 Salvo en Soria y Segovia, donde no ha lugar al proceso al asumir directamente la candidatura los actuales ediles socialistas, Carlos Martínez y Clara Luquero, en casi todas las demás capitales están abocados a competir en las primarias candidatos a fecha de hoy enfrascados en la disputa que se libra por la secretaría autonómica. Y eso no va a cambiar gane Tudanca o gane Villarrubia.

En Valladolid, el actual presidente del grupo municipal socialista, Óscar Puente, se las tendrá que ver, sí o sí, con el ex subdelegado del Gobierno Cecilio Vadillo, cabeza visible del sector critico provincial y activo partidario de Villarrubia. Y en León, al secretario de la agrupación local, José Antonio Díez, abiertamente enfrentado al secretario provincial, Tino Rodriguez, le espera un candidato oficialista alternativo aún por designar. Rodriguez es uno de los antiguos secretarios provinciales incondicionalmente “lopecistas” que abrazó inmediatamente la candidatura de Tudanca, en tanto que Díez está volcado con Villarrubia.

  En Ávila, provincia en la que el partido está completamente fracturado, la actual portavoz municipal, Yolanda Vázquez, será la candidata del antiguo sector crítico provincial -hoy con Tudanca- frente al candidato que promueva el sector aglutinado por el ex secretario provincial, Tomás Blanco, valedor de Villarrubia. En Zamora y en Salamanca, se da por seguro que los actuales portavoces municipales, ambos leales al palentino, tendrán competencia en las primarias. Al zamorano Manuel Fuentes le buscará rival el secretario provincial, Antonio Plaza, otro de los incondicionales “lopecistas”, y el salmantino Enrique Cabero tendrá un competidor apoyado por los ahora afines a Tudanca.

Heliodoro Gallego
 En Palencia el ex alcalde Heliodoro Gallego no ha dicho aún su última palabra. Aunque está con Villarrubia, si decide presentarse de nuevo a la Alcaldía, pudiera ser que, por respeto a su trayectoria, no concurriera otro candidato a las primarias.

 Elijan a los candidatos que elijan, socialistas van a tener a su izquierda una fuerte competencia. Una vez que “Podemos” ha decidido no concurrir con candidaturas municipales propias, se vislumbra en el horizonte una triple convergencia electoral entre dicha formación, IU y las plataformas constituidas bajo el nombre de “Ganemos”. Y por el centro habrá que ver si el proceso de diálogo abierto entre UPyD y Ciudadanos se plasma en una alianza electoral entre ambas fuerzas en las próximas municipales y autonómicas.

Y no me olvido de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), a la que se ha asociado el sindicato agrario UGAL-UPA, que, de la mano de su incombustible dirigente y eterno diputado provincial, Matías Llorente, ha roto definitivamente la alianza mantenida con el PSOE desde 1983. No todo iban a ser malas noticias para el PP.