jueves, 4 de septiembre de 2014

Tudanca: De "tercera vía" a "segunda marca"

 Tras la espantada de Óscar López, protagonista de un desvergonzado mutis por el foro al detectar el mayoritario rechazo que su figura suscita entre la militancia de Castilla y León, quedaba la duda de si sus huestes se medirían en un mano a mano a las de un crecido Julio Villarrubia o si emergería una “tercera vía” que evitara esa lucha fratícida por el liderazgo del PSOE en la comunidad.


A favor de esa “tercera vía” que mediara entre ambos bandos, se manifestaban, allá por el mes de junio, dos de los tres secretarios provinciales que no se habían alineado ni con López ni con Villarrubia: el soriano Carlos Martínez y el burgalés Luis Tudanca. (Si bien este último dio el visto bueno a los burgaleses que se sumaron al bloque dimisionario que el pasado 30 de mayo provocó la disolución de la anterior ejecutiva autonómica, ello se justificó con el argumento de que esa dinámica frentista era ya insostenible). Sin embargo, al tiempo que propugnaban esta “tercera vía”, tanto Martinez como Tudanca se autodescartaban inmediatamente para encabezarla.

Tudanca posando ayer con Vázquez y otros alcaldes
 El primero, integrado en su día en el núcleo duro de Carmen Chacón, era consciente de sus limitaciones, sobre todo del escaso peso de los socialistas sorianos en el conjunto de la comunidad. Por el contrario, el segundo ha emergido mes y medio después como candidato alternativo a Julio Villarrubia, quién, tal como adelantó la misma noche de su derrocamiento, ayer anunció en Palencia su candidatura a la secretaria autonómica del PSOE.

¿Representa Luis Tudanca el espíritu de esa “tercera vía” alternativa e independiente por la que él mismo apostaba en el mes de junio? Me temo, y bien que lo lamento, que no. Visto como se ha gestado, su candidatura parece más bien un simulacro de “tercera vía” diseñada desde la sombra por el propio Óscar López, quién, consciente de que sus deudos tenían perdida la batalla frente a Villarrubia, ha promovido una “segunda marca” que pueda resultar competitiva. La entusiasta acogida dispensada por el “lopecismo” a la candidatura del diputado burgalés no deja lugar a dudas.

 El alcalde de La Granja de San Ildefonso, José Luis Vázquez, que se ha tirado todo el verano jugando de farol por cuenta de una presunta candidatura sin la menor posibilidad de cuajar, no ha tardado cinco minutos en rendir pleitesía a Tudanca. Y otro tanto ha hecho Ana Redondo, que es la que de verdad ha apartado de sí el cáliz que suponía tener que encabezar una candidatura oficialmente “lopecista”. (Vázquez, ayer anfitrión de una reuniónión de alcaldes socialistas en apoyo de Tudanca, a lo que realmente aspira es a ocupar el escaño de procurador por Segovia que dejará vacante Óscar López en las próximas elecciones autonómicas).

López y Luena durante el pasado congreso federal del PSOE
Al mismo tiempo se ha evidenciado que la candidatura de Tudanca cuenta con el favor de Ferraz, que, lejos de guardar la obligada neutralidad orgánica en el proceso, se está moviendo en su beneficio. El nuevo secretario federal de Organización, César Luena, no en vano acreditado miembro del “clan de los pepinillos” (como se conoce internamente a los antiguos pupilos de “Pepiño” Blanco, entre ellos, además de López, el propio Pedro Sánchez) no se está cortando un pelo a la hora de recabar apoyos -por ejemplo el del soriano Martínez- a favor del diputado burgalés. Todo lo anterior contamina, y mucho, la candidatura de Tudanca, la desvirtúa claramente como “tercera vía” y la convierte en la práctica en esa “segunda marca” del “lopecismo”. Los cerca de 10.000 militantes socialistas en Castilla y León -el mismo censo que el pasado 13 de  julio apoyó más a Madina que a Sánchez en la elección del nuevo secretario general- están emplazados el próximo 4 de octubre a optar entre Tudanca y Villarrubia. Y a priori el pronóstico resulta bastante incierto.

Si el rival hubiera sido López, Villarrubia habría tenido la victoria garantizada. Pero por eso el madrileño se ha retirado de la contienda y ha maniobrado para salvar a los suyos del naufragio (él ya se ha ocupado de ponerse a salvo agenciándose el escaño de senador por la comunidad). Ahora todo dependerá de los apoyos que logren sumar ambos candidatos entre la militancia que hasta el presente no ha estado alineada ni con López ni con Villarrubia. De entrada, Tudanca suma al “lopecismo” el respaldo de la mayor parte -ojo, no toda- de la militancia burgalesa y confía en que los socialistas sorianos se decanten a su favor.
Julio Villarrubia anunciando ayer su candidatura

Por su parte, Villarrubia deposita buena parte de sus esperanzas en los militantes -cerca de un 15 por ciento- que en julio apoyaron al candidato de Izquierda Socialista, corriente que en Castilla y León está claramente posicionada contra Óscar López. La última prueba de ello la ha constituido su denuncia del peculiar procedimiento seguido para su “reelección” como candidato a senador en representación de la comunidad autónoma, propuesta elevada por el propio interesado a la Mesa de las Cortes sin someterla a la gestora que está a cargo del partido en Castilla y León ni consultarla al grupo parlamentario socialista que la tiene que apoyar.
Con toda lógica, Izquierda Socialista solicita que dicho escaño (que Ibán García del Blanco se apresuró a dejar vacante el pasado 5 de agosto) no se cubra hasta después de celebrado el congreso autonómico, a fín de que su titular lo sea a propuesta de la nueva dirección del partido en Castilla y León.

Si al PP no le da por bloquear esa votación, que con ganas se queda, el próximo miércoles el pleno de las Cortes elegirá a López senador por la comunidad. Lo que no está todavía claro es si a continuación asumirá la portavocía socialista en el Senado. La Ejecutiva Federal, que el pasado lunes agradeció a Soraya Rodriguez los servicios prestados como portavoz en el Congreso y designó a la también vallisoletana Iratxe García para sustituir a Elena Valenciano al frente de los eurodiputados socialistas españoles, podría estar barajando otras opciones.

El asunto no es baladí, ya que su nombramiento como portavoz en la Cámara Alta garantizaría a López su continuidad en el escaño más allá de las próximas elecciones autonómicas, tras las cuales corresponde a las Cortes designar de nuevo a los tres senadores que lo son en representación de la comunidad. Si se encarama a la portavocía del Senado, la nueva dirección del PSOE en Castilla y León, lo mismo da que la encabece Tudanca que Villarrubia, no tendrá otro remedio que avalar su reelección para la siguiente legislatura autonómica. Aunque se trate, como es el caso, del responsable de los peores resultados electorales y del causante directo de la mayor crisis interna vivida por los socialistas de Castilla y León.


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