La elección de los nuevos alcaldes surgidos de
las elecciones del 24 de mayo, unido al vuelco previsto en media docena de
comunidades autónomas, ha abierto sin duda un nuevo ciclo en la política
española. El nuevo mapa político municipal y autonómico se ha sacudido esa
apabullante hegemonía del Partido Popular, dando paso a otra distribución del
poder territorial mucho más diversa, plural y acorde con la realidad social de la España de 2.014.
Manuela Carmena |
Aunque sin duda las nuevas alcaldesas de
Madrid y Barcelona, Manuela Carmona y
Ada Colau, se han erigido en máximos
referentes de esta nueva era municipal, los aires de cambio se han extendido a
toda España, incluso a Castilla y León, que, siendo electoralmente la comunidad
española mas conservadora, ha visto caer algunas de las plazas del PP que
parecían absolutamente inexpugnables. Después de 20 años de soportando a un
alcalde de talante predemocrático, la ciudad de Valladolid se ha dado un nuevo
gobierno municipal de signo progresista encabezado por el socialista Óscar Puente. Y Zamora, que llevaba
otras dos décadas gobernada por el PP, protagoniza un cambio histórico de la
mano de Francisco Guarido, quien ha conseguido para IU la segunda vara de
mando en una capital de provincia en los 36 años de democracia municipal (el único precedente es la alcaldía de Córdoba, en la que se sucedieron Julio Anguita, Herminio Trigo y Rosa Aguilar).
Después de
su estupor inicial, el PP ha encajado de la forma que cabía esperar -es decir,
pésimamente- la pérdida de gran parte de las alcaldías (entre otras, las de 15
capitales de provincia) y ha reaccionado arremetiendo contra el PSOE con un
discurso antediluviano que demoniza los acuerdos alcanzados por los socialistas
con la izquierda y Podemos. Una línea discursiva que adelanta ya cual va a ser
la idea-fuerza del PP -nosotros o el caos- ante las próximas elecciones
generales.
Ese talante de mal perdedor quedó patente en
el acto de constitución del ayuntamiento de Valladolid, que discurría en un
tono de apacible declaración de posiciones hasta que el sobrevenido responsable
del grupo popular, José Antonio Martínez
Bermejo, se echó al monte con un deplorable alegato partidista que no
hubiera capaz de empeorarlo ni siquiera Javier
León de la Riva ,
el ex alcalde que ha tenido que abandonar el ayuntamiento por la puerta falsa
tras su condena judicial por desobediencia. Lejos de pedir disculpas por la
temeridad que supuso presentar a León de la Riva y por el sainete posterior a su condena,
Martínez Bermejo se permitió, entre otras lindezas, asociar el pacto de la
izquierda “a un planteamiento guerracivilista caduco”. Si lo que pretendía era rendir póstumo homenaje político al ausente
de su propio funeral, a fe que estuvo a la altura.
Óscar Puente |
De
auténtico duelo eran las caras de los concejales, cargos públicos y dirigentes
del PP de Valladolid presentes en la constitución del ayuntamiento capitalino.
No solo asistían a la proclamación como alcalde de Óscar Puente, -no se bien
por qué, el adversario político al que mas repudian- sino que a esa hora tenían
que descender al noveno ayuntamiento vallisoletano, que ahora es Zaratán, para
encontrar al primer alcalde de su partido en la provincia. Además de perder la
alcaldía de Valladolid, el PP también se ha quedado sin la de Laguna de Duero,
donde los independientes han dejado en la estacada a Luis Minguela, al que han arrebatado la alcaldía con el apoyo del
PSOE y la candidatura auspiciada por Podemos. Toda una debacle la del PP
vallisoletano, que además necesitará a Ciudadanos para gobernar en la Diputación provincial.
Como se preveía desde el primer momento, el
partido de Albert Rivera ha salvado
los muebles al PP en las cinco capitales de provincia en las que no disponía de
mayoría absoluta. Pese a no formalizar pactos de gobierno, en dos de ellas ha
votado incluso a favor de la investidura de los alcaldes populares. Ha sido el
caso del leonés Antonio Silván y del
palentino Alfonso Polanco, quienes
de esta forma han sido elegidos con mayoría absoluta. En Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco ha sido
reelegido en minoría gracias a su abstención, la misma que finalmente ha
permitido al ex subdelegado José Luis
Rivas hacerse con la alcaldía de Ávila, donde el candidato de Ciudadanos, Marco Antonio Serrano, tras ser llamado
al orden, dejó colgado el pacto que el mismo había ofrecido al resto de los
grupos minoritarios. Y en Burgos gobernará en minoría Javier Lacalle después de que nadie diera pábulo a la descabellada
propuesta de la candidata de Ciudadanos, Gloria
Bañeres, que pretendía ser alcaldesa con el apoyo de la izquierda sin
ningún compromiso programático previo.
Gracias a ese apoyo táctico o expreso de
Ciudadanos, así como al fracaso de los pactos de progreso en Ponferrada y
Aranda de Duero, el PP ha minimizado en parte el batacazo sufrido en las
elecciones municipales, en las que ha perdido 870 concejales y cerca de 170.000
votos (por cierto, 58.000 menos que en las autonómicas).
Francisco Guarido |
Por su
parte, el PSOE, pese a haber perdido asimismo 93 concejales y mas de 48.000
votos, incrementa notablemente su cuota de poder municipal. Además de haber
reconquistado la alcaldía de Valladolid, ha mantenido las de Segovia, Soria,
Miranda de Ebro y Medina de Campo y ha recuperado la de San Andrés del
Rabanedo, gobernando así en 6 de los 15 municipios de mas de 20.000 habitantes.
Y al
contrario que en el resto de España, IU sale muy reforzada en Castilla y León
de estas elecciones municipales, ya que, además del gran escaparate de la
alcaldía de Zamora y de cogobernar en el ayuntamiento de Valladolid, por
primera vez cuenta con representación -directa o a través plataformas de unidad
popular- en los 15 ayuntamientos mas importantes de la comunidad. Ciudadanos
también está en todos ellos (a excepción de Miranda de Ebro, donde retiró su
candidatura tras la pifia de incluir candidatos sin su consentimiento), pero
con clara, cuando no manifiesta, vocación de convertirse en un mero apéndice
del PP. El mismo papel que tienen asumido los de Albert Rivera en las Cortes de
Castilla y León. Mañana mismo comenzaremos a comprobarlo.