Habrá reparado el fiel seguidor de este blog
que el término “mausoleo”, con el que durante tanto tiempo se definió aquí al Parlamento de Castilla y León, quedó en desuso al comienzo de la presente
Legislatura autonómica, allá a mediados de 2015. No porque desde que el PP perdió la mayoría absoluta las Cortes se hayan
convertido en el eje decisorio de la política en la comunidad, que no es así,
sino porque dejaron de tener el papel bochornosamente subalterno al que habían
estado relegadas nada menos que desde 1991.
Cierto es que la falta de unidad de la
oposición -que no olvidemos que suma 734.696 votos ciudadanos, 220.395 más que los 514.301 obtenidos por el
PP- ha permitido al actual gobierno de Juan
Vicente Herrera sustraerse en buena medida al control parlamentario.
Clemente el día de su elección como presidenta de las Cortes |
Máximo
ejemplo de esto último es el obsceno bloqueo de la comisión parlamentaria de
investigación constituida para esclarecer la “trama eólica” y los pufos
multimillonarios perpetrados en torno a la adquisición de la Perla Negra y de los terrenos
del fantasmal parque empresarial de Portillo.
Todo eso es cierto. Pero también lo es que el
PP no puede instrumentar, con el descaro que lo venía haciendo, el Parlamento para sus espurios fines partidistas. Y ahí radica sin duda el choque
de trenes entre el ahora vicepresidente de la Junta y mano que mece la cuna-diván presidencial,
José Antonio de Santiago-Juárez, y
la presidenta de las Cámara, Silvia
Clemente, quien ha tenido la “osadía” de poner coto a ese tipo de desmanes
antidemocráticos. Por eso y porque la actual correlación de fuerzas obliga a
todos los grupos de oposición a retratarse, las Cortes han dejado de ser el
“mausoleo” que eran.
Dicho lo
cual, la cabra tira al monte y la
Junta y el grupo popular siguen haciendo de las suyas en
cuanto encuentran la menor ocasión. Ya hemos comentado aquí el morro que le ha
echado el gobierno Herrera para prorrogar sin justificación de ningún tipo los
Presupuestos de 2016, con la consiguiente parálisis del imprescindible impulso
político que requiere una comunidad en un lamentable declive social y
económico.
Carlos Martín Tobalina y Pilar del Olmo |
Mientras tanto, a la consejera de Economía y
Hacienda le ha estallado la sentencia del Tribunal Supremo sobre las tarifas de
las ITV, un varapalo judicial que, como ha señalado “El topillo”, nos va a
salir por un pico. Por descontado que nadie espere que la Junta asuma responsabilidad
alguna ante este nuevo fiasco, ello a pesar de que uno de sus máximos
responsables, el director general de Industria, Carlos Martín Tobalina, sigue en ese cargo y ejerciendo de
viceconsejero desde que Del Olmo asumió las competencias de la antigua consejería de Economía. Por cierto, que la
susodicha consejera encabeza, con un total de 22, el ranking de comparecencias
parlamentarias solicitadas por la oposición pendientes de atender, la última de
ellas precisamente sobre la sentencia de las ITV.
Y lo que permanece inalterable es el desprecio
con el que el gobierno de Juan Vicente Herrera ignora las resoluciones
parlamentarias que le son contrarias. Gracias a esa disposición reglamentaria
que deshace los empates a su favor, el grupo popular no habría perdido durante
este año y medio ninguna votación si no fuera por el voto erróneo emitido en
dos ocasiones por sendos procuradores del PP.
Ocurrió por primera vez el 26 de octubre, cuando, gracias a la metedura de pata del procurador José Manuel Otero Merayo, a la sazón alcalde de Bembibre, salió adelante una proposición del PSOE instando ala Junta
a que en el plazo de un mes presentara en las Cortes el contenido detallado del
Plan de Inversiones Sociales Prioritarias 2016-2020 anunciado por el presidente
Herrera en su discurso de investidura. Dos meses y medio después, el Parlamento
sigue sin tener noticia de dicho Plan, que, cuantificado por la Junta en 728 millones de
euros, sigue durmiendo el sueño de los justos (y en fase rem continuará
mientras no aparezcan los Presupuestos de la Comunidad para 2017).
Ocurrió por primera vez el 26 de octubre, cuando, gracias a la metedura de pata del procurador José Manuel Otero Merayo, a la sazón alcalde de Bembibre, salió adelante una proposición del PSOE instando a
Manifestación el pasado domingo en Salamanca |
Tras dicha votación, el socialista José Luis Aceves, proponente de la iniciativa, daba palmas con las orejas, pensando, alma de cántaro, que
Pero en fin, esto es lo que hay, y con estos
bueyes hay que arar. Peor era cuando encima disponían del implacable rodillo de
la mayoría absoluta.