lunes, 23 de enero de 2017

Susana y los extraños compañeros de cama

 De creer a Susana Díaz, la tournée que ha protagonizado este de fin semana por Castilla y León, con bolos programados en Palencia, Salamanca y León, no tiene nada que ver con su supuesta intención de lanzar su candidatura a la secretaría general del PSOE. No estamos en eso, dice. Su periplo obedece simplemente a las invitaciones cursadas por la dirección del partido en dichas provincias, que se morían de ganas de presentar a la militancia a la carismática baronesa andaluza, viajante por Castilla y León exclusivamente en su condición de secretaria general de los socialistas andaluces. Por lo tanto, oficialmente Susana no ha estado aquí de campaña.


 Lo que sucede es que la organización y puesta en escena de su gira se le parece mucho. Dicen que si anda y nada como un pato y hace cuá, la gente, muy dada a precipitar sus juicios, enseguida piensa que es un pato. Y algo así puede pensarse de la visita de Susana.


Susana Díaz el pasado sábado en Palencia
Su entrada en la mañana del sábado al salón del hotel Rey Sancho, de Palencia, con la sintonía electoral del PSOE sonando a toda pastilla por la megafonía y con la militancia aplaudiendo a rabiar, que quieren que les diga, era puro formato mitin. De encuentro con la militancia para debatir con ella sobre la crítica situación en que se encuentra el partido, más bien nada. Allí la única que habló fue la secretaria provincial, Miriam Andrés, en el papel de presentadora del monólogo de la lideresa andaluza, quien por cierto no desentonaría en “El club de la Comedia”.

Eso en cuanto al escenario, pero sin duda lo más suculento estaba en la figuración. El acto no estaba restringido a los militantes palentinos, de suerte que connotados susanistas de otras provincias se hicieron presentes a la vera del Carrión. No podía faltar la diputada vallisoletana y presidenta de la Ejecutiva regional del PSOE, Soraya Rodríguez, quien a a buen seguro que estas alturas comparte la famosa frase atribuida al actor Antonio Gamero: “Como fuera de casa, en ningún sitio”. Soraya no fue la única socialista vallisoletana que se dejó caer por Palencia. Ahí estaba también el eterno aspirante Cecilio Vadillo, destacados miembros del antiguo sector “villarrubista” y otros cuantos militantes más, entre ellos la alcaldesa de Mucientes, otra que tal, enarbolando cartulinas con la leyenda “Socialistas de Valladolid con Susana”. Menos mal que no era un acto de campaña.

También aparecieron al reclamo de la lideresa dos secretarios provinciales del partido, el soriano Carlos Martínez y el zamorano Antonio Plaza. Este último esta vez no estuvo solo, ya que también acudieron los alcaldes de Benavente y Toro, además del inevitable Cecilio Lera, sempiterno edil de Castroverde de Campos y perejil de infinidad de salsas. (No consta, he de decir, que Lera y Plaza compartan por ahora algo más que su coyuntural coincidencia en apoyar a Susana Díaz, pero, tal como van las cosas y luego comentaremos, no sería de extrañar que acabaran echando pelillos a la mar).

Carlos Martínez y Soraya Rodríguez
 A Carlos Martínez, que apareció acompañado de Luis Rey, el presidente de la Diputación soriana, la situación se le ha complicado. Después de haber comprometido hace meses su apoyo a la baronesa andaluza, se ha cruzado por medio Patxi López, con el que le une cierta amistad personal. Y Martínez, que en cuestiones de partido nunca ha sabido si mata o espanta, ahora tiene que decidir si quiere más a papá o mamá. Todo un problemón..

 Otros dos conspicuos secretarios provinciales alineados en el susanismo, el leonés Tino (antes era “Desatino”) Rodríguez y el salmantino Fernando Pablos, no pudieron acudir a Palencia porque participaban a la misma hora en la jornada parlamentaria celebrada por los procuradores socialistas en el castillo de Fuensaldaña. 
Tampoco les importaba mucho, ya que eran los anfitriones de los otros dos bolos programados con la lideresa. La coincidencia de las dos convocatorias fue la justificación perfecta para que el secretario autonómico del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, no acompañara a su homóloga en el partido. Y para que no se le acusara de ningunear a Díaz, Tudanca envió a Palencia a la secretaria regional de Organización, Ana Sánchez, que no tuvo otro remedio que pisar territorio comanche. Bien es verdad que el secretario autonómico podía haber asistido el mismo sábado al acto de Salamanca o el domingo al de León. Y no lo hizo.

Quien hizo doblete en Palencia y Salamanca fue el diputado abulense Pedro J. Muñoz, otrora lugarteniente de Óscar López y ahora intendente del susanismo en Castilla y León. Aquella célebre frase de Fraga (con perdón) según la cual la política hace extraños compañeros de cama se está encargando de hacerla cierta Susana Díaz, y de qué forma, en el seno del PSOE de Castilla y León. Enemigos irreconciliables hace dos años se han convertido ahora en forzados compañeros de viaje. Y no solo en el nivel de los secretarios provinciales, sino también en el de otros destacados militantes sin cargo orgánico.

Fernando Pablos y Susana Díaz. Detrás, Jesús Caldera.
Verbigracia, llamó la atención ver el sábado en Palencia al omnipresente tertuliano y director general del digital Público, Chema Crespo, aplaudiendo, como un militante más, no solo a Susana Díaz, sino también a Miriam Andrés. (Otro acto más de la lideresa y vemos al antiguo secretario de Organización del PSOE palentino darse el pico con Julio Villarrubia). 

Aunque, puestos a ser positivos, ello puede verse de otra forma: En contraposición a lo de los “extraños compañeros de cama”, puede ponerse en valor la taumatúrgica capacidad de la baronesa para convertir en entrañables colegas a quienes ni siquiera se dirigen la palabra.

 El bolo de Salamanca bajó mucho de nivel en cuanto a asistencia, cuantitativa y cualitativa. Pablos, a quien se le aparece la sombra de su antiguo antecesor, Emilio Melero, eligió un recinto de capacidad reducida, desconfiando de la respuesta de la militancia. Acaso lo más significativo fue la reaparición del ex ministro Jesús Caldera, quien, como no podía ser de otra forma, está con la vieja guardia felipista. Dónde si no iba a estar alguien como él...

 Y la incursión por León -reunión exprés con los alcaldes socialistas de las cuencas mineras y mitin, otra vez con la sintonía de rigor, en Camponaraya- tampoco aportó nada nuevo. O sí: la presencia de un grupo de militantes a la entrada del recinto con carteles recordando a Susana y a sus afines leoneses que “No es no”. A estas alturas de la contienda, criaturas sin duda fuera de onda.