lunes, 13 de noviembre de 2023

El Topillo/El día en el que el genocida Benjamín acompañó a su padre en Valladolid

 Fue el viernes 27 de abril de 2001 y “El Topillo”, que ya empezaba a peinar canas, estaba allí de cuerpo presente. El Paraninfo de la Universidad de Valladolid acogía la ceremonia de una doble investidura de sendos doctores “honoris causa”. De una parte, la del que ya era director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, antiguo catedrático de Literatura Española en la propia UVA. De otra, la de Benzion Netanyahu (Varsovia 1910-Jerusalén 2012), el historiador autor, entre obras, de “Los orígenes de la Inquisición en la España del siglo XV” y De la Anarquía a la Inquisición”, en las que profundizaba sobre proceso de persecución y expulsión de los judíos españoles.

Benjamin y Benzion Netanyahu
Benzion, con 91 años recién cumplidos, acudió a Valladolid, acompañado de su hijo Benjamín, que por entonces ya había cubierto su primer mandato como primer ministro de Israel, que se prolongó entre 1996 y 1999. Defensor a ultranza del sionismo y del “Gran Israel”, 

Benzion, negó siempre al derecho del pueblo palestino a un Estado propio y llegó a ser incluso más radical que su hijo, al que no dudó en criticar decisiones como el acuerdo firmado en Hebron con Yasir Arafat, al igual que se manifestó en 2004 contra el acuerdo de Ariel Sharon de retirarse de la franja de Gaza.

 Benjamín, en ese momento a punto de cumplir 52 años, asistió desde la bancada del paraninfo a la ceremonia académica, en la que, pese a su evidente distancia ideológica, el añorado Julio Valdeón Baruque, catedrático de Historia Medieval, apadrinó al nuevo “honoris causa” mediante la correspondiente “laudatio”.

Gallardo y Veganzones ante la sede del PSOE en Valladolid
 Hace al caso recordar las clarividentes palabras con las que clausuró el acto el entonces rector de la UVA, Jesús María Sanz Serna, quien lamentó el error y la injusticia que supuso en su día la persecución y la expulsión de la población judía española. “Este error no puede ya enmendarse”, dijo el rector. Estamos sin embargo muy a tiempo de no incurrir en otros similares: los que perpetraríamos permitiendo brotar la xenofobia hacia las incipientes comunidades magrebíes, orientales o hispanoamericanas que se van estableciendo en España”, concluyó.

No podría imaginar el matemático Sanz Serna que 22 años después un vicepresidente de la Junta, el descerebrado Juan García Gallardo, acudiera a una manifestación ante la sede provincial de un partido y se dirigiera a la Policía al grito de “Esas lecheras, a la frontera”. Y menos aún que un presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, mantuviera un ignominioso silencio ante ese y otros alardes  antidemocráticos de su número dos en el gobierno autonómico, cuya línea de pensamiento (?) y acción nos retrotraen al franquismo puro y duro que no en vano tanto añora Vox.

 Por fortuna, al menos mientras el binomio PP-Vox, no alcance el gobierno de la Nación, Benjamín Netanyahu no volverá a pisar Valladolid ni ningún otro punto de España, Estado que, al reconocer la Corte Penal Internacional, está obligado a poner a disposición de la misma a los autores de crímenes de guerra que en el caso de la población palestina de Gaza alcanzan el grado de genocidio.

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