Fue el viernes 27 de abril de 2001 y “El Topillo”, que ya empezaba a peinar canas, estaba allí de cuerpo presente. El Paraninfo de la Universidad de Valladolid acogía la ceremonia de una doble investidura de sendos doctores “honoris causa”. De una parte, la del que ya era director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, antiguo catedrático de Literatura Española en la propia UVA. De otra, la de Benzion Netanyahu (Varsovia 1910-Jerusalén 2012), el historiador autor, entre obras, de “Los orígenes de la Inquisición en la España del siglo XV” y De la Anarquía a la Inquisición”, en las que profundizaba sobre proceso de persecución y expulsión de los judíos españoles.
Benjamin y Benzion Netanyahu |
Benzion, negó siempre al derecho del pueblo palestino a un Estado
propio y llegó a ser incluso más radical que su hijo, al que no dudó en
criticar decisiones como el acuerdo firmado en Hebron con Yasir Arafat,
al igual que se manifestó en 2004 contra el acuerdo de Ariel Sharon de
retirarse de la franja de Gaza.
Benjamín, en ese momento a punto de cumplir 52
años, asistió desde la bancada del paraninfo a la ceremonia académica, en la
que, pese a su evidente distancia ideológica, el añorado Julio Valdeón
Baruque, catedrático de Historia Medieval, apadrinó al nuevo “honoris causa”
mediante la correspondiente “laudatio”.
Gallardo y Veganzones ante la sede del PSOE en Valladolid |
No podría imaginar el matemático Sanz
Serna que 22 años después un vicepresidente de la Junta, el descerebrado Juan
García Gallardo, acudiera a una manifestación ante la sede
provincial de un partido y se dirigiera a la Policía al grito de “Esas
lecheras, a la frontera”. Y menos aún que un presidente de la Junta, Alfonso
Fernández Mañueco, mantuviera un ignominioso silencio ante ese y otros alardes
antidemocráticos de su número dos en el
gobierno autonómico, cuya línea de pensamiento (?) y acción nos retrotraen al
franquismo puro y duro que no en vano tanto añora Vox.
Por fortuna, al menos mientras el binomio PP-Vox, no alcance el gobierno de la Nación, Benjamín Netanyahu no volverá a pisar Valladolid ni ningún otro punto de España, Estado que, al reconocer la Corte Penal Internacional, está obligado a poner a disposición de la misma a los autores de crímenes de guerra que en el caso de la población palestina de Gaza alcanzan el grado de genocidio.
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