No será “El topillo” el que se ha visto sorprendido por el desembarco en el PP de Castilla y León de cinco procuradores, cinco, de los doce que en la anterior Legislatura integraron el grupo parlamentario de Ciudadanos (q.e.p.d.), aquel partido que, de la mano de Albert Rivera, iba a regenerar la política española, enterrando un bipartidismo que no estaba muerto sino que estaba de parranda.
En primer lugar porque entre los códigos de comportamiento de Alfonso Fernández Mañueco está el de no olvidar los favores recibidos. Salvo a Dolores de Cospedal, a la que dejó tirada en las primarias celebradas para sustituir a Mariano Rajoy (su compadre Fernando Martínez Maillo le arrastró sin remedio hacia Soraya Sáenz de Santamaría), el actual presidente de la Junta suele agradecer los servicios prestados, máxime cuando la retribución corre por cuenta del erario. De otro lado, tan pronto pisaron moqueta, los Fuentes, Castaños, Rodrigos y demás “regeneradores” tuvieron meridianamente clara su vocación de parasitar a costa de la política.
Alfonso Fernández Mañueco y Luis Fuentes |
Excluido el ex vicepresidente Igea, el único de los doce que consiguió renovar el escaño, cinco de los otros diez procuradores que frustraron la moción han acabado siendo compensados por el magnánimo presidente de la Junta. El último ha sido Luis Fuentes, en su día el máximo responsable de C´s en Castilla y León y ahora flamante Delegado para el Corredor Atlántico y Redes Complementarias, cargo de difuso contenido remunerado según las crónicas con mas de 70.000 euros anuales (en la web oficial de la Junta figura el nombramiento, pero no su retribución exacta).
No son los 97.955 que se embolsaba en la presidencia de las Cortes, pero no son moco de pavo para alguien sin mas experiencia de gestión que la de haber sido concejal de pueblo durante su etapa en la Unión del Pueblo Salmantino, partido que por cierto defendía la autonomía del antiguo Reino de León frente a la configuración territorial de la vigente comunidad autónoma.
Fuentes y González Rodrigo ante un cartel electoral de Albert Rivera |
La sinecura otorgada a Fuentes incluye el derecho de volver a disponer de coche oficial, que, de hacerlo efectivo, será el sexto de la Junta que realiza de lunes a viernes el itinerario Salamanca-Valladolid-Salamanca al servicio de otros tantos altos cargos con residencia en la ciudad helmántica. Al ex presidente de las Cortes le ha caído el premio gordo en comparación con otros ex procuradores que tuvieron bastante más peso político real que él dentro de Ciudadanos. Es el caso de Miguel Ángel González Rodrigo, el sempiterno responsable de Organización de C,s en Castilla y León, cuyo pedigrí en el partido se remonta nada menos que a 2007, época en los que los naranjas no se comían un colín. “Yo diría que más que estar en política, estoy en Ciudadanos”, decía en 2008 henchido de orgullo por su identificación con el partido quien con el tiempo sería conocido entre los afiliados, y no me pregunten porqué, por el alias de “El caramelitos”.
Después de haberse levantado durante la pasada Legislatura la morterada de 93.155 euros anuales (la remuneración fijada para los portavoces adjuntos de los distintos grupos parlamentarios), el heroico liberal González Rodrigo ha tenido que resignarse con los 44.412 euros anuales con los que se retribuye su puesto de asesor nombrado a dedo por el consejero de Presidencia. Cierto que el retroceso salarial es sustancioso, pero aún así duplica de largo el subsidio máximo por desempleo, amén de evitar el engorroso trámite de tener que ir a sellar en la oficina del Ecyl.
David Castaño en su etapa de portavoz de C,s |
Los que en su día hicieron la vida imposible a María Montero, la procuradora que con ocasión de la moción de censura socialista abandonó Ciudadanos al no tragar con la sumisión del partido al PP, han acabado abandonando vergonzantemente la formación naranja para poder seguir en el machito.
Marta Sanz en un pleno de las Cortes en 2021 |
De los otros cinco procuradores de Ciudadanos, que junto a Igea, en marzo de 2021 salvaron de la quema a Mañueco, no se conoce contraprestación por parte del PP. De los burgaleses José Ignacio “Pocholo” Delgado y Blanca Delia Negrete, la abulense Inmaculada Gómez, el leonés Francisco Javier Panizo y la palentina Alba Priscila Bermejo nunca más se supo políticamente. Al menos por el momento. Como tampoco de la amiga Ana Carlota, la que fuera portavoz del grupo parlamentario y después consejera de Industria. Con la perspectiva del tiempo a buen seguro de que a alguno se le ha puesto cara de comparsa. Vista la relación de compañeros mártires agraciados por la magnanimidad alfonsina, ello no sería para menos...
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