Aunque eso de que la política hace extraños
compañeros de cama lo patentó para la historia Winston Churchill, en realidad es algo tan antiguo como la democracia
misma. Si a los siempre posibles pactos de conveniencia, añadimos la alta
volatilidad que registra la política española desde que el bipartidismo
(PP-PSOE) entró en crisis e irrumpieron los entonces llamados emergentes
(Podemos y Ciudadanos), conviene ser extremadamente cautos a la hora
pronosticar cualquier futurible político.
Hace un año, cuando el PP de Castilla y León
convocó elecciones primarias para elegir nuevo presidente, se daba por supuesto
que el ganador de las mismas, además de asumir el mando orgánico del partido,
sería el nuevo candidato del partido a la presidencia de la Junta y, por ende, el futuro
inquilino del Colegio de al Asunción. Por ende
porque, siendo muy remota la posibilidad de que el PP recuperara la mayoría
absoluta en las Cortes, no se dibujaba en el horizonte ninguna alternativa de
gobierno viable al margen del partido que gobierna la comunidad autónoma desde
hace 30 años (exactamente desde el 27 de julio de 1987, fecha en la que José María Aznar fue investido
presidente de la Junta ).
Sánchez y Rivera el día que firmaron el "pacto del abrazo" |
Sin embargo, de un año a esta parte el escenario ha cambiado de forma sustancial, sobre todo a partir del “efecto Arrimadas”, que, a raíz de las elecciones catalanas de diciembre pasado, ha disparado las expectativas de Ciudadanos en el resto de
Tanto han cambiado la percepción que el que
suscribe fue testigo como alguien, con manifiesta sorna, le espetaba hace poco
a Silván en los pasillos de las Cortes: “Toño, al final, va a resultar que tuviste la suerte de perder las primarias”. Ante lo que el risueño alcalde de León sustituyó
su habitual sonrisa por una sonora
carcajada de tinte socarrón. “Ya sólo te
falta que te sea propicia la sucesión de Mariano
Rajoy”, añadió el interlocutor, sin duda conocedor de la sintonía personal
entre Silván y el presidente gallego, Alberto
Núñez Feijóo. (Tampoco le sería adversa la más improbable opción
representada por la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría, quien, tras
oficiar de presentadora de su reciente desayuno-conferencia en el madrileño hotel
Ritz, le acaba de rendir visita oficial a León).
La multillave naranja.- Que Ciudadanos va a tener la llave de gobierno
en la Junta , al
igual que de muchos de los principales Ayuntamientos y de casi todas las
Diputaciones provinciales de Castilla y León, es algo comúnmente admitido desde
hace semanas. Hasta ahora se daba por hecho que el partido naranja ocupará al
menos dos o tres consejerías del gobierno a constituir tras las próximas
elecciones autonómicas, incluso también la presidencia de las Cortes surgidas
de dichos comicios. Ello dando por sentado que el grueso de ese nuevo Ejecutivo
seguiría estando nutrido por el PP, con Fernández Mañueco como presidente.
Luis Tudanca |
Nadie habla públicamente de ella, pero dicha
hipótesis planea sobre la política de Castilla y León. Ciudadanos acordó en su
último congreso pasar a ser partido de gobierno y, allá donde no sea la primera
fuerza política, en ningún momento se ha comprometido a cogobernar con el
partido más votado. Si la aritmética lo permite, puede participar en una
coalición de gobierno entre la segunda y la tercera fuerza política, como de
hecho lo hizo en el “pacto del abrazo” que precedió a la fallida investidura de
Pedro Sánchez en marzo de 2016. Pero
hay más, incluso siendo el tercer partido tras el PP y el PSOE, Ciudadanos puede
postularse para gobernar mediante un pacto “a la cántabra” que sitúe a su
candidato en la mismísima presidencia de la Junta.
No es
política-ficción. Si el PP volviera a ser el partido más votado, Fernández
Mañueco jamás firmaría un pacto para investir presidente al candidato de otra
formación política. Pero si el socialista Luis
Tudanca, aún siendo la segunda fuerza política, tiene que elegir entre
mantenerse en la oposición o alcanzar un pacto concediendo la presidencia de la Junta a Ciudadanos, caben
pocas dudas de que optará por esto último, incluso aunque el partido naranja fuera la tercera formación. Al PP puede ocurrirle exactamente lo mismo que en Cantabria, comunidad
presidida por el líder de la segunda fuerza política, el regionalista Miguel Ángel Revilla, merced a la
coalición de gobierno compartida con los socialistas.
Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Vázquez |
Cierto que el origen de la ciclogénesis es el fuerte desgaste del gobierno y de la figura política de Mariano Rajoy. Pero a ello hay que añadir la estrategia de tierra quemada que estarían ejecutando algunos de los consejeros zombis de
Por su parte, el presidente autonómico del PP
y candidato in péctore a presidir la Junta está incurriendo en algunos errores de
libro. No parece haberse percatado de que el argumento base (a mi juicio, en
realidad la gran coartada) de Ciudadanos para preferir un pacto con el PSOE y
no con el PP sería el de garantizar la “regeneración democrática” en una comunidad
que lleva años ciertamente pidiéndola a gritos.
Y decisiones como la de bloquear unilateral y obscenamente el trabajo de la comisión parlamentaria de investigación sobre la trama eólica,la Perla Negra , los terrenos de Portillo & demás
pufos asociados, como el escandaloso despilfarro de las “embajadas” de la Junta , alimentan ese
argumento-coartada. Al igual que lo hacen declaraciones como la del secretario
autonómico del partido, Francisco
Vázquez, afirmando que el PP “no se siente concernido” por un caso tan flagrante
de corrupción política como el de la citada “trama eólica”. Allá ellos mismos con
sus respectivos organismos.
Y decisiones como la de bloquear unilateral y obscenamente el trabajo de la comisión parlamentaria de investigación sobre la trama eólica,
elblogdepedrovicente@gmail.com 19 Marzo 2018