Es sobradamente conocido que Alfonso Fernández Mañueco es una acérrimo seguidor del Real Madrid, seguramente ignorando que, pese a haber cargado durante décadas con el sambenito de ser el equipo del régimen añorado por Vox, el club que preside Florentino Pérez fue en su momento el equipo predilecto del Madrid republicano; todo lo contrario que el Atlético de Madrid, que tuvo su génesis en el Atlético Aviación, el club de los pilotos franquistas que se ensañaron bombardeando la capital española durante la guerra incivil. Otro madridista de pro, el escritor Javier Marías, hasta el gorro de que sus amigos de izquierda le reprocharan su preferencia futbolística, se encargó de poner las cosas en su sitio en uno de sus magistrales artículos. Antes lo había hecho el inolvidable Eduardo Haro Tecglen.
Mañueco con la "santísima trinidad" de Atapuerca |
El otro día fue a hacerse la foto con la "santísima trinidad" de Atapuerca y el presidente echó mano de Kroos para ensalzar su dilatada labor al frente del yacimiento burgalés. (Mañueco acudió vistiendo chaqueta, privándonos de la impagable foto que hubiera sido verle disfrazado de Juan Luis Arsuaga o José María Bermúdez de Castro, no digo ya con la indumentaria de explorador que acostumbra a lucir Eudald Carbonell). Ocurre que hace poco más de un mes, con ocasión de una de esas reuniones de la junta directiva regional del PP que congregan la mayor concentración de cargos públicos por metro cuadrado en el mundo mundial, Mañueco comparó al exgerente regional del partido y al parecer todavía tesorero, Pedro Viñarás, con el centrocampista alemán. “Viñarás, eres nuestro talismán, el Toni Kroos del PP de Castilla y León”, contaba la crónica publicada por “El pensamiento alfonsiano”, el digno sucesor del antiguo “L´Osservatore herreriano”.
Mañueco, Viñarás y el flamante eurodiputado De la Hoz |
Entretanto, el primer gobierno monocolor que preside Mañueco está encantado de conocerse. No es para menos después de liberarse de compañeros de viaje tan indecorosos como Juan García-Gallardo (GaGa jr.) o Mariano Veganzones (el ex de Agricultura, Gerardo Dueñas, parecía más aseado, pero con su negativa a dimitir y su inmediato abandono de Vox ha demostrado ser otro arribista sin ningún escrúpulo). En tiempo récord, la nueva consejera de Industria y Empleo, Leticia García, ha dado la vuelta como un calcetín al boicot al Diálogo Social y al estrangulamiento del Servicio de Relaciones Laborales (Serla), patológicas obsesiones del inefable Veganzones, de cuyo “legado” por fortuna no va a quedar ni rastro.
Gallardo se ha quedado sin el juguete de la vicepresidencia, pero promete seguir brindándonos grandes tardes desde la portavocía del grupo parlamentario de Vox, cambio de destino que le ha reportado una sustanciosa subida de sueldo de la que “El topillo” fue el primero en informar.
Gonzalo Santonja |
Y como hay que seguir con el raca-raca contra Sánchez, la Junta no ha tenido mejor ocurrencia que anunciar un recurso contencioso-administrativo para obligar al gobierno socialista a convocar la Conferencia de Presidentes. Un nuevo disparate político y jurídico a añadir a los ya conocidos de los gobiernos presididos por Mañueco, que son unos cuantos y no poco relevantes. (A veces, se entiende lo mucho que le costó al presidente finalizar su licenciatura en Derecho). Ello cuando, después de haber anunciado que recurriría la Ley de Amnistía ante el Tribunal Constitucional “con la máxima celeridad posible” (sic), la Consejería de la Presidencia ha tardado más de un mes en remitir el borrador de recurso al Consejo Consultivo de Castilla y León, cuyo dictamen, formalmente preceptivo, ni es vinculante ni siquiera imprescindible para formalizar el recurso ante el Alto Tribunal. Y luego acusan a otros de uso torticero de las instituciones...