Si nada lo remedia, esta semana quedará
definitivamente aprobada la llamada Ley de Racionalidad y Sostenibilidad Local,
mas conocida como la reforma local de Montoro. Una Ley que, so pretexto de un
supuesto ahorro absolutamente inexistente, vacía de contenido a la inmensa
mayoría de los ayuntamientos españoles, pone en serio riesgo de desaparición a
las entidades locales menores y sus juntas vecinales y deja en una inquietante nebulosa la continuidad de los actuales servicios municípales de proximidad, especialmente en
el medio rural.
Por
albergar a la cuarta parte de los municipios españoles (todos ellos, excepto 15, de menos de 20.000
habitantes) y al 60 por ciento de todas las entidades locales menores (juntas
vecinales), Castilla y León está condenada a ser la gran damnificada por esta
Ley, que conlleva dos objetivos estrechamente unidos: La privatización de los
servicios municipales y la potenciación de las Diputaciones provinciales, estas
últimas llamadas a tutelar y adjudicar competencias básicas hasta ahora ejercidas
libremente por los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes.
Juan Vicente Herrera y Cristóbal Montoro |
Sin embargo, al transigir de la forma que lo
ha hecho ante la Ley Montoro ,
la Junta ha situado al borde de la ruptura el trabajoso consenso alcanzado con el PSOE sobre la Ley de Ordenación, Servicios y
Gobierno del Territorio, la llamada “ordenación territorial” de Castilla y
León. El mas elemental sentido común aconsejaba aplazar esta Ley Autonómica
hasta la aprobación de la “reforma local” estatal, que, al tratarse de una
legislación básica del Estado, prevalece sobre la anterior. Pero el gobierno de
la comunidad se obstinó en adelantarse, aprobando el pasado verano, previo
pacto con el PSOE, una “ordenación territorial” cuya colisión con la
Ley Montoro era más que evidente. Y ahora
vienen las consecuencias.
Vecinos de Revenga (Segovia) |
“Si la
reforma local se prueba como está, va a ser muy difícil acordar el mapa de servicios de la comunidad”. Se
lo dijo así de claro el portavoz socialista, Óscar López, al presidente de la Junta , Juan
Vicente Herrera, la pasada semana en las Cortes. Se estaba refiriendo López
al “mapa de unidades de ordenación de servicios del territorio”, que ha de ser
aprobado mediante otra ley autonómica con mayoría cualificada de dos tercios,
lo que requiere el apoyo del PSOE. Y este pasado domingo en un acto celebrado en León fué todavía más rotundo, advirtiendo a la Junta que "o denuncia la reforma local o que se olvide de pactar servicios con el PSOE en Castilla y León".
López, que fue el gran valedor de ese
acuerdo, no ha hecho mas que hacerse eco de la opinión existente entre los
socialistas de la comunidad.
El secretario provincial de Burgos, Luis Tudanca, ha sido mas explicito, señalando que si la ley Montoro se aprueba como está, propondrá que el PSOE rompa el pacto sobre la “ordenación territorial” conla Junta. “No puede ser que se firmen acuerdos
protegiendo los intereses y singularidades de Castilla y León y después les
traicionen doblegándose y arrollidandose
a los mandatos del PP en Madrid”, ha dicho Tudanca.
Óscar López |
El secretario provincial de Burgos, Luis Tudanca, ha sido mas explicito, señalando que si la ley Montoro se aprueba como está, propondrá que el PSOE rompa el pacto sobre la “ordenación territorial” con
Así las cosas, la
Ley Montoro puede convertirse en un bumerán contra el gobierno Herrera, al hacer inviable la Ley de Servicios, Ordenación y
Gobierno, su proyecto mimado y por el que ya ha venido pagando no pocos peajes
políticos. Pero lo peor es que el solapamiento de ambas leyes ha multiplicado
la incertidumbre que ya causaba cada una de ellas por separado. Salvo en los
municipios de más de 20.000 habitantes, que son los únicos a salvo, el
desconcierto de los ayuntamientos y de las entidades locales menores es
absoluto. Nadie sabe que va a ser de las funciones, servicios y competencias
que prestan, ni mucho menos de su ingente patrimonio comunal, seriamente amenazado de
expolio.
Todo esto cuando acabamos de saber que Castilla y León ha perdido casi 11.000 habitantes en el pasado semestre, dato que se ajusta a unas previsiones demográficas que indican que dentro de 10 años seremos 195.000 castellano-leoneses menos que ahora.
Todo esto cuando acabamos de saber que Castilla y León ha perdido casi 11.000 habitantes en el pasado semestre, dato que se ajusta a unas previsiones demográficas que indican que dentro de 10 años seremos 195.000 castellano-leoneses menos que ahora.