Mucho
han dado que hablar durante los dos últimos años los sucesivos encontronazos
surgidos entre la Junta
de Castilla y León y el gobierno de Mariano
Rajoy, dos ejecutivos del mismo color político que han mantenido
diferencias publicas y notorias sobre asuntos de no poca importancia. La
relación ha sido especialmente tensa con Cristóbal
Montoro (Hacienda y Administraciones Públicas) y José Manuel Soria (Industria y Energía). También han sido
ostensibles los conflictos con Miguel
Arias Cañete (Agricultura) y no
han faltado roces puntuales con Ana Mato
(Sanidad) y José Ignacio Wert
(Educación). Todo ello a partir de una relación distante entre el
presidente de la Junta ,
Juan Vicente Herrera, y la
vicepresidenta única del gobierno Rajoy, la vallisoletana Soraya Sáez de Santamaría.
Montoro y De Santiago-Juárez en el Senado |
El giro que han dado los acontecimientos
últimamente avala la hipótesis de la pantomima. De repente, casi como por
ensalmo, han desaparecido todas las discordias. Y lo que es más prodigioso
todavía: las diferencias -que no los problemas de fondo- se han resuelto sin
vencedores ni vencidos
Un confuso apaño en el Senado que permite a
todos salvar la cara ha resuelto en un plisplas las abismales diferencias que la Junta decía tener con la
reforma local de Montoro. Lo que hasta hace escasamente un mes el consejero de
la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, calificaba
como “un atropello” a la comunidad es ahora para el gobierno Herrera poco menos que una Ley modélica. ¿Acaso es que la Ley ahora respeta la autonomía municipal, ya no
pone atenta contra las entidades locales menores y garantiza todos los
servicios públicos prestados hoy por los ayuntamientos? No lo parece. Todo lo
contrario.
Soria y Herrera el pasado 20 de noviembre |
Con ese apaño la Junta ha hecho las paces con
Montoro, dejando atrás de paso todas las fricciones mantenidas con él en su
faceta de ministro de Hacienda, que no ha sido pocas ni discretas. Y a otro al
que ya se le han perdonado sus pecados es a José Manuel Soria, el ministro de
Industria que nada mas llegar al cargo redujo y bloqueó las ayudas a la minería del carbón,
incendiando con ello las cuencas mineras de Castilla y León. Su displicencia
hacia al gobierno la comunidad fue absoluta a lo largo de todo el conflicto, ninguneando por completo a la Junta y a su presidente.
Tuvo que suceder el trágico accidente minero de Pola de Gordón para que Soria coincidiera con Herrrera en el hospital de León donde estaba ingresados los heridos. A partir de ahí las afrentas del ministro de Industria a la comunidad se han dado por olvidadas. Tres semanas mas tarde, Soria acudió al Congreso de Turismo Interior celebrado en Valladolid y al presidente dela Junta
y al consejero de Economía, Tomás Villanueva, solo les faltó hacerle la
ola.
Tuvo que suceder el trágico accidente minero de Pola de Gordón para que Soria coincidiera con Herrrera en el hospital de León donde estaba ingresados los heridos. A partir de ahí las afrentas del ministro de Industria a la comunidad se han dado por olvidadas. Tres semanas mas tarde, Soria acudió al Congreso de Turismo Interior celebrado en Valladolid y al presidente de
Consejero y ministra de Sanidad |
Da
la impresión de que el reparto de papeles entre el “poli bueno” y el poli malo”
ha tocado a su fin. La cuenta atrás hacia las elecciones europeas está lanzada
y los populares han decidido poner sordina a cualquier conflicto que erosione
la imagen de unidad interna. Es el momento de cerrar filas y corear al unísono
el mantra de que el PP ha conseguido derrotar la crisis y de que el mundo entero
empieza a rendirse ante el “milagro
económico español”...
elblogdepedrovicente@gmail.com 5-12-2013