Era la prueba del algodón, el test definitivo para comprobar
si, aunque tan solo fuera por hacer de la necesidad virtud, el PP se aplicaba a
sí mismo siquiera una mínima dosis de esa “regeneración democrática” a la que
supuestamente se había comprometido. Pero ni por esas. La causa judicial en la
que esta incurso el alcalde de Valladolid, acusado de un delito de
desobediencia del que tendrá que responder sentado en el banquillo de los
acusados, no ha sido razón suficiente para que el
partido excluyera de sus listas electorales a Javier León de la Riva.
Herrera y De la Riva celebrando su anterior victoria electoral |
Si a lo anterior se añade una gestión caracterizada por un
continuo desprecio a la legalidad, constatado en decenas de sentencias
sumamente onerosas para las arcas municipales, amen de los escándalos
pendientes de sustanciar como el de la manipulación fraudulenta del Plan
General o el caso Samaniego, el relevo de León de la Riva era cuestión de pura
higiene democrática. Y ello al margen de la causa judicial que, salvo
torticeras maniobras dilatorias, le sentará en el banquillo el próximo 27 de
abril.
Allá el PP con su decisión -presumiblemente basada en las
encuestas- de presentar de nuevo a León de la Riva , arruinando con ella ese supuesto compromiso
con la “regeneración democrática”. En realidad, hay que agradecerle que se haya
quitado la careta. Pero lo que no vamos permitir es que ni el alcalde ni sus
compañeros de partido insulten la inteligencia ajena afirmando que el problema
judicial se reduce a un asunto de carácter “administrativo”, como lo ha
calificado del presidente del comité electoral regional del PP, José Antonio de Santiago-Juárez. De “administrativo”,
nada. El alcalde está acusado de un delito penal del que va a tener que responder
ante un Juzgado de lo Penal, el numero 2 de Valladolid, que, tras la vista
oral, dictará la correspondiente sentencia.
José Antonio de Santiago-Juárez |
De la impostura del PP
de Castilla y León en materia de “regeneración democrática” ningún ejemplo como el del mencionado De Santiago-Juárez, quien el 10 de octubre de 2013
publicaba en “El Norte de Castilla” un artículo en el que defendía, entre otras
medidas, las listas electorales abiertas, la celebración de primarias para
elegir candidatos y la limitación de mandatos en los partidos y los gobiernos. El
caso omiso del PP a tan saludables
medidas no ha impedido a De Santiago Juárez avalar, desde la presidencia de
dicha comisión, el “dedazo” con el que el PP ha designado una vez más a los
candidatos a las principales alcaldías, y menos aún apoyar de forma entusiasta que su amigo León de la
Riva opte al que sería su quinto mandato municipal
consecutivo. Y tampoco parece que el a su vez consejero de la Presidencia y Portavoz
de la Junta , quien va a cumplir 28 años (desde 1987) encadenando cargos públicos, tenga la menor intención de poner
fin en mayo a su fructífera carrera política.
En su momento
advertimos aquí de la pura palabrería que encerraban las sobrevenidas proclamas de Juan Vicente Herrera en materia de
regeneración democrática, así como la cortina de humo extendida por el grupo
popular al vincular los avances en esa materia a una una propuesta de reforma
del Estatuto a sabiendas de que la misma no se iba a tramitar. Y los hechos han
ido corroborado que aquellos brindis al sol no pretendían otra cosa que
enmascarar la alergia del PP en general, y del de
Castilla y León en particular, ante cualquier asomo de “regeneración democrática”
Carlos Fernández Carriedo |
El argumento no
hubiera chirriado si no fuera porque en los 14 años que lleva gobernando Juan
Vicente Herrera la mayoría absoluta del PP ha vetado todas y cada una de las
comisiones de investigación solicitadas por la oposición. Hace tres mes se
opuso a la solicitada sobre la trama corrupta
denominada “operación Púnica”,
hace un año a la referida al fiasco y despilfarro de la “Ciudad del Medio Ambiente” de Soria, hace dos a la del
astronómico sobrecoste del nuevo Hospital de Burgos, hace tres a la que intentó plantear IU sobre el expolio
de las Cajas de Ahorro… Y así
pueden citarse más de 20 peticiones laminadas, una tras otra desde 2001, por el
rodillo parlamentario del grupo popular. Un bochornoso record del que Herrera y el PP de
Castilla y León igual se sienten orgullosos.