Aunque los sondeos de ámbito nacional apuntan hacia una especie de cuatripartidismo,
con Podemos disputando el primer puesto y Ciudadanos pisando los talones al PP y al PSOE, en Castilla y León no
parece que los partidos emergentes vayan a alcanzar tal progresión. Todo induce
a pensar que en esta comunidad el PP sigue disponiendo de un amplio colchón
sobre el resto -seguramente de suficiente grosor para conservar la mayoría
absoluta en las autonómicas- y que el PSOE, pese a su mas que probable retroceso,
no ve amenazada su segunda posición. Lo que está por ver es a que a
distancia se sitúa el tercer partido y si éste es Podemos o Ciudadanos, que,
pese a su alejamiento ideológico, están compitiendo entre sí por captar el voto
de castigo a populares y socialistas.
Luis Fuentes, candidato de Ciudadanos |
Por lo que se refiere a Podemos, aunque son seis los afiliados que optan a
encabezar el cartel autonómico, no hace falta ser ningún lince para pronosticar
que la candidatura recaerá sobre su secretario general en la comunidad, el
leonés Pablo Fernández Santos, el
hombre de confianza de Pablo Iglesias
en Castilla y León. Visto como discurrió la elección del Consejo Ciudadano Autonómico, en la que Fernández Santos barrió a sus dos contrincantes, el
resultado está mas que cantado. Cuatro de los otros cinco candidatos se
presentan de forma individual y solo uno, el salmantino Fernando Gil Villa, presenta simultáneamente una lista agrupada,
“Castilla y León Plural”, con 45
aspirantes a formar parte de las candidaturas autonómicas.
Fernández
Santos es el único que acompaña una lista agrupada completa (84 nombres), que,
salvo sorpresa, será elegida en su totalidad, ya que, aunque se vota de forma
abierta, está demostrado que en Podemos las corrientes votan en bloque y la
mayoritaria -en esta ocasión denominada “En Castilla y León, Podemos”- al final acapara la
totalidad de los puestos.
Así pasó cuando se eligió en Vista Alegre al Consejo
Estatal encabezado por Pablo Iglesias y así pasó en Castilla y León con la
elección del Consejo Autonómico, en la que Fernández logró el 68,11 por ciento
de los votos frente al 19,92 de Gil Villa y el 11,97 del tercer
candidato, el vallisoletano José Alberto
Rodríguez, que es uno de los cuatro
candidatos que se presentan ahora de forma individual. Eso sí, el talón de
Aquiles de esa votación fue la participación, ya que de los 13.024 inscritos en
el censo, solo votaron 3.402 (el 26, 12 por ciento).
Pablo Fernández, líder de podemos en CyL |
De todo lo anterior se desprende que, a diferencia
de la anárquica actuación que está deparando Podemos en el terreno de las
elecciones municipales, el aparato del partido ha controlado férreamente el
proceso de las primarias autonómicas. En esto, y en algunas otras actitudes
internas, como las que ha venido denunciando Gíl Villa en artículos publicados
en “Diario de Valladolid”, sus dirigentes tienen poco que reprochar a los de
“la casta”.
La ausencia, el día 24 de mayo, de una
papeleta propia de Podemos en la urna municipal va a constituir sin duda un
handicap para sus candidaturas autonómicas. Comentaba días atrás “El
topillo” el auténtico galimatías montado
al respecto. A fecha de hoy ya son dos las capitales de provincia, Segovia y
Zamora, en las que Podemos se abstendrá de participar en las municipales. En
otras dos, Burgos y Salamanca, se dispone, si no decide dar marcha atrás, a participar en candidaturas unitarias con
Ganemos, IU y Equo. En Palencia y León ha optado por promover agrupaciones de
electores propias, en Ávila es posible que respalde la que promueve la asamblea "Trato Ciudadano", en Soria no hay nada decidido y en Valladolid
concurrirá, junto a Ganemos, a través de un partido instrumental.
"Imagina Burgos", detonante de la primera discordia en Podemos |
Ello sin contar las tensiones internas originadas por esa disparidad de criterios respecto a las municipales, en algún caso con consecuencias orgánicas, como ha ocurrido en Burgos, donde la secretaria del Consejo Ciudadano, Ana Peña, y otros cuatro miembros del mismo han presentado su dimisión por no compartir la participación de Podemos en la candidatura unitaria “Imagina Burgos”. El detonante de las dimisiones fue el amplio respaldo obtenido por dicha candidatura en la asamblea ciudadana de Podemos, donde el sector encabezado por el ex coordinador provincial de IU y número dos oficioso de partido en Castilla y León, Pedro de Palacio, dejó en manifiesta minoría a la secretaria de Podemos Burgos.
El problema de Ciudadanos es bien distinto: el
aluvión de nuevos afiliados que, al calor de los sondeos, están aterrizando en el partido, en no pocos casos con el evidente y descarado propósito
de pillar cacho en sus listas. Una especie de “efecto llamada” de tal dimensión
que el partido asegura haber contratado a una empresa cazatalentos encargada de cribar las peticiones de
afiliación y evitar que se le cuelen advenedizos imputados en causas de
corrupción, si es que no condenados en firme. Eso es algo que habría que dar
por descontado desde el momento en que Albert
Rivera asegura que no pactará con ningún partido que lleve imputados en sus
listas. Más dudoso es que Ciudadanos sea capaz de protegerse contra la legión de
tránsfugas y arribistas que están viendo en esta fuerza emergente una ocasión pintiparada
para medrar. Veremos.