Mañana, 31
de marzo, 54 días antes de la doble cita con las urnas, el BOE y el BOCYL
publicarán los decretos de convocatoria de las elecciones municipales y
autonómicas del próximo 24 de mayo. A partir de ahí comienza la cuenta atrás de
ambas convocatorias, con un calendario unificado que acota la campaña electoral
a los 15 días comprendidos entre el 8 y el 16 de mayo.
Aunque falta por tanto más de un mes para que comience
oficialmente esa campaña, los dos principales partidos -los emergentes andan
todavía enfrascados en las listas-
llevan semanas dedicados a la propaganda electoral pura y dura. En el
caso del PP, que en Castilla y León, además de la Junta , gobierna las nueve
Diputaciones provinciales y la mayor parte de los principales ayuntamientos,
poniendo sin pudor al servicio de su interés partidista todos los resortes que
proporciona el poder. Lo ha hecho siempre y esta vez no iba a ser menos.
Ruiz Medrano, Silván y Pastor el pasado día 20 en León |
Pero que
nadie sea tan ingenuo como para pensar que, de aquí al 24 de mayo, los
gobernantes de turno no van a aseguir utilizando todos sus resortes en
beneficio electoral propio y/o de su partido. Nada impide que siga
produciéndose la romería de visitas ministeriales tratando de rentabilizar para
el PP inversiones públicas que se han hecho con el dinero de todos. Unas
visitas como las de la ministra de Fomento, Ana Pastor, en las que se dan cita representantes institucionales
que a su vez ya son candidatos del PP a cargos públicos diferentes a los que
ahora ocupan, tales como el omnipresente delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, ahora número uno a las Cortes por Valladolid, o el no menos
ubicuo consejero
de Fomento, Antonio Silván, ahora
candidato a la alcaldía de León. Y si el ministro de turno visita Zamora o
Ávila, le escoltarán los subdelegados del Gobierno Clara San Damián y José Luis
Rivas, nuevos candidatos del PP a las alcaldías de las citadas capitales.
Sin ir más lejos, hoy mismo tenemos al ministro de Justicia, Rafael Catalá, presentando el “Campus de
Publicidad de la Junta tras recortar en un 71 % las ayudas |
El despilfarro de dinero público respecto al primer asunto es sobradamente conocido y hace falta echarle verdadero morro para vanagloriarse de la gestión en la segunda materia. Solo un par de datos: En 2007 los fondos destinados por
Y ahí está el “banner” publicitario de
Pero la cosa no queda ahí. En en comunidad autónoma que desde 2011 acumula recortes en gasto social por un importe cercado a los 2.500 millones de euros, hay señuelos electoralistas mucho mas obscenos.Podrían señalarse decenas de ellos, pero a mi juicio ninguno tan sangrante como el anuncio de la consejería de Sanidad de eximir del copago farmacéutico a los 23.000 ciudadanos de Castilla y León perceptores de pensiones contributivas inferiores a los 350 euros mensuales.
Antonio Sáez y Juan Vicente Herrera |
Lo mas hiriente del caso es el argumento con
el que la consejería de Sanidad justifica dicha exención: “En determinadas situaciones de precariedad económica -dice literalmente la orden firmada en el BOCYL por el consejero Antonio
Sáez- la aportación farmacéutica
ambulatoria puede suponer para el usuario una situación de vulnerabilidad, que
podría llevar al incumplimiento de los tratamientos y poner riesgo la salud de
las personas”.
Casi tres años ha tardado el consejero Sáez en
percatarse de esa “vulnerabilidad” y del “riesgo” vital que conlleva esa medida
que hasta ahora no le había perturbado el sueño. Y a dos meses de las
elecciones autonómicas sale con esta orden, que, a expensas de una posterior
convocatoria, no aclara si la exención tendrá carácter retroactivo y ni
siquiera garantiza que se vaya a producir, ya que su concesión se supedita en
última instancia “a la existencia de disponibilidades presupuestaria”. Con lo
cual, para mayor inri, podría ocurrir que, después de obligar al pensionista a
cubrir el farragoso trámite burocrático exigido para recuperar como mucho 96
euros, al final la consejería le conteste que no dispone de presupuesto para
atender la solicitud. Ya me dirán si cabe mayor falta de escrúpulos a la hora de intentar captar el voto.