El topillo
De Santiago-Juárez empeora el displicente silencio de Juan Vicente Herrera
En su carta dominical del pasado 10 de octubre, el director de “El Norte de Castilla”, Ángel Ortíz, analizaba el fin de la instrucción de la llamada “trama eólica” y ante el contundente relato de la Fiscalía Anticorrupción se mostraba sorprendido de que el entonces presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, no se hubiera enterado durante años de lo que se cocía alrededor de la adjudicación de los parques eólicos.
.La anterior conclusión, cargada de lógica, merecía sin duda una respuesta por parte del ex presidente. Pero desde su confortable puesto de miembro nato del Consejo Consultivo (78.010 euros anuales), Herrera ha preferido no darse por aludido. Sí lo ha hecho, sin embargo, el que fuera su mano derecha, el vicepresidente y consejero José Antonio de Santiago-Juárez, quien se ha sentido impelido en salir en defensa del ex presidente. Y lo ha hecho a través de una “carta al Director” con endebles y sesgados argumentos que desvían la atención de lo fundamental: la manifiesta responsabilidad “in vigilando” en la que como mínimo incurrió el entonces presidente la Junta.
Y digo como mínimo porque ha de recordarse que
en marzo de 2006 el promotor de parque eólicos, Julio Mozo, administrador de la mercantil Ibervento, envió una
carta al presidente Herrera denunciando el “abuso de poder” y la “injusta
discriminación” sufrida en la tramitación administrativa de sus expedientes,
que por entonces llevaban tres años paralizados sin ninguna justificación.
De Santiago ha tenido respuesta del director
de “El Norte” en su carta de este domingo. Ortíz no solo se reafirma en la
responsabilidad política de Herrrera, sino que la extiende al propio ex vicepresidente:
“Si yo hubiese sido presidente (o vicepresidente)
en la época en la que se produjeron los episodios que describe el fiscal,
tantas veces y con tantos implicados de mi jurisdicción, no sabría dónde
meterme de la vergüenza”.
“No
hables a menos que puedas mejorar el silencio”, reza
la frase de Jorge Luis Borges. Ni
siquiera un silencio tan displicente como el de Juan Vicente Herrera.
17-Octubre-2019