El topillo
¿Renuncia el PSOE a presentar una segunda
moción de censura contra Mañueco?
A juzgar por lo escuchado ayer en el pleno de las Cortes, la respuesta sería categóricamente afirmativa.
Reiterando una imputación realizada en la sesión plenaria anterior,
el presidente de la Junta volvió ayer a acusar al socialista Luis Tudanca de estar buscando trásfugas
para una nueva moción de censura. “Su prioridad
está en buscar trásfugas”, le espetó sin venir a cuento con lo que se
debatía.
No hace falta ser demasiado perspicaz para
sospechar que está reiteración obedece al propósito de Mañueco de convertir esa eventual moción -estatutariamente posible
a partir del 10 de marzo- en la coartada perfecta para justificar la
convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas. Pero, a diferencia de lo
ocurrido, en el pleno anterior, ayer la imputación tuvo respuesta.
No de
Tudanca, que ya había agotado su turno, sino de la procuradora Ana Sánchez, a la sazón Secretaría de
Organización del PSOE de Castilla y León y encargada de buscar los apoyos a la
moción de censura anterior. Y Sánchez no pudo ser más contundente al referirse
a los 11 procuradores de Ciudadanos, entre los que a la fuerza tendrían que
salir los trásfugas imprescindibles para que prosperara una segunda moción.
“No los queremos ni regalados con un lazo.
Del 1 al 11 toditos para ustedes. Nosotros solo queremos gente decente”,
afirmó rotundamente Sánchez, Un repudio en toda regla que priva de viabilidad a
la cacareada segunda moción.
Si
Tudanca comparte, como es de suponer, la posición de Sánchez tiene en su mano
pinchar el globo inflado por Mañueco. Basta con que se comprometa formal y
solemnemente a no presentar una nueva moción. El presidente de la Junta se
vería privado de esa coartada y tendría que buscar otros argumentos para
justificar su decisión de adelantar elecciones. Tal que la inestabilidad de su
gobierno, no tanto por carecer de mayoría parlamentaria como por la
insubordinación de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que, en una insólita actitud de rebeldía, no acata
la orden de restablecer la atención presencial médica en todos los centros de
salud y los consultorios locales.
Respaldada a ciegas por el vicepresidente Igea, Casado se ha convertido en una pesadilla
para el PP. Semanas atrás pidió su dimisión el presidente provincial del partido
en Burgos. Ayer hizo lo propio el de Ávila.
20-Octubre-2021