Destacados miembros del Gobierno y/o
dirigentes federales del PSOE, con el propio Pedro Sánchez a la cabeza, han metido más de una vez a Castilla y
León en el saco de las comunidades autónomas gobernadas gracias a los votos
sumados por PP, Ciudadanos y Vox. Afirmación falsa en lo que respecta a nuestra
comunidad, en la que Alfonso Fernández
Mañueco fue investido presidente solo con los 29 votos de los procuradores
del PP y los 12 de Ciudadanos, que sumaban justamente los 41 escaños que marcan
la mayoría absoluta de las Cortes. Otros 38 procuradores (PSOE, Podemos y UPL)
votaron en contra y los dos restantes, el de Vox y el de Por Ávila, se
abstuvieron. Así pues, el gobierno bipartito PP-Cs que preside Fernández Mañueco no carga
en origen con el estigma de estar apoyado por la ultraderecha rampante.
Pero la pregunta es inevitable: Si PP y Cs lo
hubieran necesitado para alcanzar la mayoría absoluta, ¿hubieran hecho ascos al
voto del único procurador de Vox? Objetivamente, no existe razón alguna para pensar
que aquí no hubiera sucedido lo mismo que en Andalucía, Murcia y Madrid. Y hay
un dato que lo avala: Ambos partidos negociaron en el mismo paquete la Junta y los principales ayuntamientos,
incluyendo entre estos aquellos en los que la ultraderecha completaba la
mayoría absoluta.
Mario Simón y Sonia Lalanda |
Esos pactos
con Vox en Andalucía, Murcia y Madrid (Comunidad y Ayuntamiento) han convertido
al PP de Pablo Casado en rehén
político de la ultraderecha. Se ha visto muy claro estos días con ocasión de
los movimientos para repartirse los puestos en las Mesas del Congreso y el
Senado. Antes de que el PP pudiera plantearse participar en un “cordón
sanitario” contra la formación ultraderechista, su líder, Santiago Abascal, amenazaba
con la represalia de no prestarse a aprobar los presupuestos en esos gobiernos
autonómicos y municipales en los que su voto es determinante.
Gracias a ese reglamento clonado en todos los
Parlamentos que exige unanimidad para poder aprobar declaraciones
institucionales, el único procurador de que dispone Vox en las Cortes, Jesús García-Conde ya ha conseguido
tumbar el pronunciamiento conjunto de los otros 80 procuradores sobre asuntos
de no poca trascendencia.
El pasado mes de octubre su veto conseguía mandar a
la papelera una declaración institucional “de compromiso contra el cambio climático
en Castilla y León” que ya había sido aprobada por unanimidad en la Junta de Portavoces de la Cámara.
Jesús García-Conde, procurador de Vox |
Sin declaración institucional contra
la violencia de género.- Tras ese precedente,
llegado el “Día Internacional de la lucha contra la violencia de género”, las
Cortes, conscientes de antemano del veto que ejercería el procurador
ultraderechista, han renunciado a una
declaración institucional más necesaria que nunca. Lo más lamentable es que tirarán la toalla sin sustituir la declaración institucional por la lectura de un manifiesto conjunto
de todas las demás fuerzas a las puertas de su sede, tal como se ha hecho en
otras instituciones.
Pero para muestra de la deplorable
contaminación política transmitida por Vox a PP y Ciudadanos, nada más
esclarecedor que el bochornoso episodio vivido en el ayuntamiento segoviano de
El Espinar, otro en el que los tres partidos comparten el equipo de gobierno
municipal. Tanto el PP como Cs firmaron conjuntamente con Vox una moción que,
además de recoger todo el argumentario del partido ultraderechista, se
descolgaba pidiendo la derogación de la
Ley de Violencia de Genero aprobada en 2004 por unanimidad en
el Congreso de los Diputados. Vox -que en el reparto de responsabilidades de
gobierno se quedó con la concejalía de Igualdad- se había llevado al huerto a
los otros dos socios de gobierno.
La oposición abandona el pleno en El Espinar (foto acueducto2) |
Envalentonada tras su espectacular
crecimiento en las pasadas elecciones generales, Vox no va a parar en su
ofensiva contra el Estado de las Autonomías, cuya existencia abomina en toda su
dimensión. Aborrece todas las comunidades autónomas, las 17. No solo las
consideradas “nacionalidades históricas”, en las que ve un peligro directo para
la unidad de España. También las demás que, si en su mano estuviera, suprimiría
igualmente de un plumazo, volviendo a centralizar todas las competencias en la Administración
central.
Piedras contra el propio tejado.- Y es en este contexto en el que resulta especialmente
contraproducente la escalada de iniciativas y declaraciones a la que asistimos
cuestionando desde los partidos constitucionalistas la propia configuración
territorial de la comunidad autónoma de Castilla y León y de algunos de sus
símbolos, máxime cuando ello viene formulándose con absoluta frivolidad.
José Anntonio Díez, alcalde de León |
Pero más irresponsable aún ha sido el alcalde
socialista de León, José Antonio Díez, manifestándose a favor de la
segregación del antiguo Reino de León como comunidad autónoma independiente de
la actual, tal y como ha defendido siempre la Unión de Pueblo Leonés. Ello supone una ruptura
con la posición histórica del PSOE de Castilla y León, favorable desde el
inicio del proceso autonómico al status de una sola comunidad autónoma constituida
por dos regiones.
Y por supuesto supone un monumental brindis al sol, ya que Déz no explica la vía jurídico-constitucional a seguir para que León, Zamora y Salamanca abandonen una comunidad autónoma para constituir otra. Y ya puestos, el secretario autonómico de Podemos, Pablo Fernández, considera interesante reabrir el debate sobre la autonomía leonesa, sin excluir la posible celebración de alguna consulta o plebíscito.
Y por supuesto supone un monumental brindis al sol, ya que Déz no explica la vía jurídico-constitucional a seguir para que León, Zamora y Salamanca abandonen una comunidad autónoma para constituir otra. Y ya puestos, el secretario autonómico de Podemos, Pablo Fernández, considera interesante reabrir el debate sobre la autonomía leonesa, sin excluir la posible celebración de alguna consulta o plebíscito.
Todo lo anterior sin olvidar la inconcebible
posición del presidente de las Cortes, Luis
Fuentes, quien no satisfecho con quererse cargar la Fundación Villalar ,
se ha permitido cuestionar la efemérides del 23 de abril como fiesta oficial de
la comunidad, atacando así a una de sus señas de identidad más reconocibles y
reconocidas. En fin, toda una sucesión de actitudes disolventes que estarán causando
el lógico regocijo entre quienes, como Vox, abogan por la desaparición de ésta
y de todas las demás comunidades autónomas. Así nos va.