Confieso
mi sorpresa ante el enorme revuelo político y mediático que ha
levantado estos últimos días el fichaje de Soraya Mayo, ex diputada
del Congreso por Ciudadanos, para un puesto de segundo nivel en el
Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), ente
público adscrito a la consejería de Agricultura. Casi ha levantado
tanta polvareda como la bochornosa designación de Javier Maroto como
senador por la comunidad autónoma, con diferencia la más
ignominiosa y descarnada instrumentación política de un cargo
público al servicio de intereses partidistas. Y desde luego ha
suscitado tanta o más polémica que la recolocación de otro ex
desubicado, Ignacio Cosidó, “el amigo Nacho”, como asesor
nombrado a dedo por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández
Mañueco.
Soraya Mayo |
Un
sambenito ganado a pulso.- ¿Cómo se explica que un
nombramiento efectuado por el titular de una consejería en manos del
PP haya sido adjudicado sin más al factotum de Ciudadanos en la
Junta? Igea, que ha tenido que desmentir su mediación sin que casi
nadie termine del todo de creerle, debería hacerse esa pregunta. Yo
puedo darle una respuesta: Porque desde que pactó el apoyo de su
partido a la investidura de Fernández Mañueco y se encaramó a la
vicepresidencia única del gobierno bipartito, él ha pulverizado
todos los records conocidos en la colocación a dedo de afines,
amigos y allegados a su propia y personal causa. (Me cuenta “El
topillo” que, sumando altos cargos propiamente dichos, libres
designaciones entre funcionarios y nombramientos de personal
eventual, le salen más de medio centenar que deben su puesto al
inevitable , y me dice que cualquier día que ande ocioso dará a
conocer la “nómina Igea” con nombres y apellidos).
Francisco Igea |
Por
lo demás, al tiempo que se desvinculaba del fichaje de Mayo, el
vicepresidente intentaba vender la mecancia de que se trata de un
nombramiento técnico, algo abslutamente falaz. Veáse, si no, la
reacción de ASAJA, organización que, defendiendo la utilidad del
lTACYL, ha puesto el grito en el cielo. Mientras ellos lo ven como un
ente público capaz de "dar soluciones a los problemas de la agricultura y la ganadería de forma más ágil que la propia Administración" , otros lo ven como "el lugar idóneo para colocar a los suyos metiendo poco ruido". Lo que ocurre es que, para fatalidad de la Junta, el "poco ruido" ha tenido un eco atronador".
Sede del ITACYL |
Supuestamente
con ese propósito y en cumplimiento del punto 3 del acuerdo de
gobierno PP-C´s, se constituyó a finales de octubre una comisión
paritaria de ambos partidos encargada de “analizar
la situación, utilidad y funcionamiento de las entidades del secor
público autonómico de Castilla y León, en cuyas conclusiones se
podrá determinar la extinción de aquellas cuyas funciones pueda ser
desemeñadas por a Administración General con igual o mayor eficacia
o con igual o menor coste”.
Excluidas
las Gerencias de Salud y Servicios Sociales, asi como el Ecyl, cuyo
status no se cuestiona, la citada comisión decidió encargar un
informe sobre las 16 entidades en las que la Junta tiene capacidad
mayoritaria de decisión, a saber, el Instituto para la Competitivad
Empresarial (antigua ADE), Somacyl, ITACYL, Ente Regional de la
Energía, Fundación Siglo, Fundación del Patrimonio Natural,
Consejo de la Juventud, Agencia de Calidad del Sistema Universitario, Fundación Universidades, Fundación Anclaje, Fundación Servicio Regional de Relaciones Laborales, Fundación Hemoterapia y Hemodonación, Cenro de Supercomputación, Fundación de Acción Social y Tutela e Instituto de Ciencias de la Salud.
La famosa Perla Negra, sede del ICE (antes ADE) |
¿Que
pasará con los otros quince? Lo previsible es que PP y C´s traten
de guardar las apariencias suprimiendo algunos de los mas
irrevelantes y fusionando otros de segundo y tercer nivel. Pero lo
que es el núcleo duro de ese entramado, el que gestiona decenas de
millones de euros transferidos desde el Presupuesto de la Junta, ni
tocarlo.
El
ICE, SOMACYL e ITACYL seguirán tal cual, sin otros cambios que algún
retoque puramente cosmético. Y lo mismo el Ente Regional de la
Energía, que, al tener su sede en León, tiene blindada su
permanencia por aquello de no proporcionar al leonesismo un nuevo
motivo de agravio. En fín, el clásico apaño chapucero al que nos
tiene acostumbrados Ciudadanos, que en Castilla y León no se cómo
se las arregla pero siempre consigue empeorar todo lo que toca.