martes, 22 de abril de 2025

Villalar, inmune a políticos necios e/o impostores

 Inmune a las arremetidas de políticos necios y/o impostores. En 2026 se cumplen 50 años de la primera concentración ciudadana en Villalar de los Comuneros. Medio siglo, que se dice pronto. Y si algo ha quedado meridianamente acreditado en tan apreciable periodo de tiempo es que la celebración del 23 de abril en la villa comunera aguanta como los juncos de las lagunas que, aunque diezmadas, han sobrevivido a las tropelías urbanísticas perpetradas al rebufo del desarrollismo franquista.

 Aquel Villalar del 76, convocado al grito de “Libertad, amnistía y Estatuto de Autonomía”, nos regaló la iconografía de la Guardia Civil montada a caballo disolviendo a unos centenares de regionalistas entre los que se encontraba uno que años después ostentaría el cargo de gobernador civil. Y no fue degenerando, como aquel banderillero de la cuadrilla de Juan Belmonte. Se trataba de un catedrático de Historia, el salmantino José Luis Martín, que junto a su añorado colega Julio Valdeón y al hispanista francés Joseph Pérez, rescataron para la democracia los valores de la causa comunera.

Demetrio Madrid en Villalar de los Comuneros
 Desde entonces, la concentración de Villalar ha conocido todo tipo de vicisitudes. Alcanzó su máximo esplendor a finales de los 70, cuando se cifraron en alrededor de 200.000 los asistentes. Durante el gobierno de Demetrio Madrid se institucionalizó, de suerte que el presidente de la Junta celebraba el día acompañado en la campa por varios presidentes de otras comunidades igualmente socialistas. Paralelamente, las Cortes aprobaron la ley que declaraba  la fecha del 23 de abril como fiesta oficial de la Comunidad Autónoma.

Pero en 1987 llegó a la presidencia José María Aznar, quién, aprovechando unos lamentables incidentes que ese año habían teñido de luto la fiesta comunera, decidió desvincular a la Junta de la celebración de Villalar, convocatoria que asoció a extremistas de todo tipo, incluidos algunos filoetarras. Eso sí, no contó con el apoyo de su socio de gobierno, el CDS de Adolfo Suárez, para derogar la fiesta del 23 de abril y desplazarla al 30 de mayo, día de San Fernando, como a él le hubiera gustado. Lo que sí hizo fue instaurar una celebración de la festividad oficial del 23 de abril de forma itinerante por las nueve capitales de provincia, con la entrega de los premios Castilla y León como elemento central de la efemérides. Sus sucesores al frente de la Junta, primero Jesús Posada y después Juan José Lucas, respetaron esa fórmula sin hacer acto de presencia en Villalar ningún 23 de abril.

 Como quiera que, pese al repudio del gobierno autonómico, la cita en Villalar se mantuvo año tras año respaldada por la izquierda política y social, el resultado del invento aznarista fue la disociación entre la celebración oficial y la convocatoria popular. Así hasta que 15 años después, con Juan Vicente Herrera en el Colegio de la Asunción, el PP decidió poner fin a esa anomalía aviniéndose a crear la Fundación Villalar, institución residenciada en las Cortes llamada a partir de entonces a devolver la institucionalidad a la celebración comunera.

Lucas y Mañueco en una imagen de 2011
  Con ese respaldo, más material que otra cosa, discurrió el 23 de abril en Villalar hasta que Ciudadanos, merced al pacto alcanzado con el PP para investir presidente de la Junta a “Fonsi” Fernández Mañueco, se hizo con la presidencia de las Cortes y entró en el gobierno autonómico. Nueva arremetida contra la fiesta de la comunidad de la comunidad que no se recordaba desde la rancia etapa aznariana. Con la excusa de que los de Albert Rivera llevaban en su programa electoral la supresión de los múltiples “chiringuitos” creados en la Administración Autonómica, el presidente de las Cortes, el indocumentado Luis Fuentes, la emprendió contra Villalar anunciando su propósito de suprimir la Fundación que llevaba su nombre, al tiempo que, muy ocurren él, se refirió a la fiesta del 23 de abril como el “día de San Ikea”.

Fuentes no tenía potestad para cargarse la Fundación y no pudo hacerlo al carecer del apoyo necesario en el seno del Patronato, pero asestó un duro golpe a la misma, consiguiendo suprimir la palabra Villalar de su denominación y desvinculándola todo lo posible de la fiesta oficial del 23 de abril. Y ello, que ya hace falta ser necio, cuando se aproximaba la celebración del V Centenario de la revuelta comunera, conmemoración que no tuvo más remedio que asumir la desnaturalizada Fundación. A todo esto, en lugar de suprimirlos, Ciudadanos copó con afiliados y amiguetes todos los “chiringuitos” que pudo, que por cierto ahí siguen más o menos tal cual.

A pesar de todas esas puñaladas traperas, año tras año, contra viento y marea y en cifra estabilizada en torno a los 20.000 asistentes, la celebración de Villalar seguía celebrándose con toda normalidad, incluyendo la visita semiclandestina a primera hora de la mañana del presidente de la Junta, primero Herrera y después Mañueco.

Carlos Pollán, presidente de las Cortes

 Como no podía ser de otra forma, la última embestida contra este símbolo de la comunidad de Castilla y León ha corrido a cargo de Vox, que se hizo con la presidencia de las Cortes, y por ende con la de la Fundación, a través del pacto suscrito con el PP a cambio de permitir que Fernández Mañueco volviera a ser investido presidente. Era difícil empeorar la nefasta gestión (a todos los niveles) del trepa Fuentes, pero su sucesor al frente de las Cortes, el leonés Carlos Pollán, lo ha conseguido (tanto respecto al 23 de abril como al deterioro general de la institución parlamentaria).
Y en lo que respecta a Villalar, actuando con evidente mala fe, retirando este año a escasas semanas del 23 de abril el apoyo económico que prestaba a la convocatoria, que era el único lazo que unía a la antigua Fundación con la celebración popular en la campa comunera, a la que Pollán jamás ha asistido ni puñetera falta que hacía.

Un último golpe bajo y rastrero que no ha conseguido su objetivo, ya que la Junta ha tratado de limpiar su mala conciencia haciéndose cargo de la aportación suprimida desde las Cortes. Al alcalde de Villalar, Luis Alonso Laguna, habría que dedicarle un monolito en la campa en justa compensación por todos los ninguneos, desaires y zancadillas que ha sufrido, con infinita paciencia, a lo largo de sus dos etapas al frente del consistorio comunero.

 Por si todo lo anterior fuera poco, pese a lavarse la cara supliendo el apoyo retirado por Pollán, a última hora el PP ha aprovechado la muerte del Papa Francisco para hacer de las suyas con una interpretación totalmente sui generis del luto oficial. ¿Cómo se explica que, en aplicación de dicho luto, se suspenda el acto institucional de entrega de los premios Castilla y León y esa misma noche se celebren los 12 conciertos programados en las principales ciudades de la comunidad a coste sospechoso de inflado por parte de nueva Fundación (chiringuito de libro) creada por la Junta?

Luis Alonso Laguna, alcalde de Villalar de los Comuneros

 No tiene explicación y abona a su vez la sospecha de que la Junta ha suspendido dicho acto para ahorrarse el bochorno vicario del paro convocado por los trabajadores de “Castilla y León TV”, el canal autonómico privado subvencionado a toda pastilla por la Junta a mayor gloria de Mañueco y su gobierno. Y de paso, para rematar la jugada, “Fonsi” se ahorra este año el incordio de su visita semiclandestina a Villalar el 23 de abril, cosa muy de agradecer, eso sí, por los medios de comunicación obligados a prestar cobertura a su madrugadora presencia.

En fin, lo dicho al principio: por fortuna, la celebración del 23 de abril en Villalar está inmunizada contra los necios e/o impostores que parasitan las instituciones autonómicas. Si no fueran tan estúpidos, después de casi medio siglo habrían dejado de ser tan contumaces.


PERLAS DE LA FACHOSFERA PATRIA  (o a ver quién la dice más gorda y/o insulta de manera más gruesa)

1.- “Electrones ideológicos”: Así, por ejemplo están los que solo ven la corrupción en partido ajeno, nunca la viga maestra carcomida en el propio. Esta ceguera sectaria es una de las muchas piezas separadas de esa ingente causa ideológica, en la que aparece imputada esa gran masa de la sociedad que solo quiere ver lo que le interesa. Y a la que, como preconiza la ultraizquierda, no cabe aplicarle la presunción de inocencia.

 (…) una sociedad somnolienta que entiende como una pugna futbolística la política de partidos. En la que hay que aplaudir la victoria, sea al precio que sea, aunque el penalti fuera inexistente y la falta zancadilla fuera del área. Solo hace falta tener bien engrasado al Negreira de turno, al Pumpido agradecido y sectario, que juega al patadón con los derechos y obligaciones constitucionales.

 (…) Mientras tanto Sánchez componía su enésima farsa. Sus embustes renovables, erigido sobre mentiras nucleares. Construía un tribunal de cartón-piedra con los representantes de las eléctricas en el banquillo de los acusados. Y colocaba a Red Eléctrica en la posición de perjudicado civil. Una entidad en la que el Estado pone y quita, que para eso socio mayoritario. Y que es la dueña de los caminos, carreteras y autopistas por las que circulan los electrones. Pero, oh elogio de la ceguera, nada tuvo que ver con que a una nación se le fundieran los plomos en un abrir y cerrar de ojos. Y así, mientras a la Justicia se le hace mirar para otro lado, destapada de su venda, la democracia se divierte jugando a la gallina ciega”. César Mata en “El Norte de Castilla”.  

2.- “El apagón y la oscuridad”“Yo me equivoque una vez y no tengo intención de volver a hacerlo. Fue en pandemia. (…) A finales de febrero todo aquel que no fuera analfabeto y que contara con una conexión a internet temblaba ante la progresión geométrica. Entre ellos el Gobierno, que, a pesar de ello, lanzó a la gente a la calle en manifestaciones-bomba, ideologizando las advertencias y tratando a quienes las lanzamos de fascistas y de acientíficos. Las consecuencias, en filas en el Palacio de Hielo.

Cuando no tenían mascarillas dijeron que no hacían falta y ridiculizaron a los que las exigimos. Cuando ya no hacían falta, las impusieron, ridiculizando a los que nos negamos. Lo hicieron porque tenían que forrarse unos cuántos, algún día veremos si, entre ellos, el propio PSOE. Y de paso para hacer todo el daño posible a la Comunidad de Madrid, con restricciones arbitrarias, estúpidas y “ad hominen”. Al principio no hicieron caso a la Ciencias. Al final, tampoco.

(…) Estos días han vuelto a intentar trasladar que la única información certera es la suya. Por supuesto han vuelto a aprovechar para mentir, para inventarse culpables y para obtener réditos de las desgracias. Pero la sociedad ha aprendido y no ha colado: el apagón es responsabilidad directa de la política energética de este gobierno. Por su oscuridad ha muerto gente, las pérdidas son millonarias y los responsables son ellos. Algo ha cambiado. Entre otras cosas, yo mismo, que esta vez no me voy a callar. José F. Peláez en el “Abc”. (¿Incluirá Peláez entre los que se forraron con las mascarillas al hermano de Isabel Díaz Ayuso y a los conocidos del alcalde Almeida?)

3.- “Carta al tontolaje y otros apagones”“Con el término fachosfera ya no pierdo tiempo ni espacio. ¿Pero qué es el tontolaje? Se trata de un neologismo reciente que ha puesto de modo el apagón del lunes y la carta de Sánchez a la sindicalería del cazo, que desde hace años -desde el principio de la democracia- han renunciado a trabajar todo el año para manifestarse el uno de mayo como si fueran los trabajadores del chupa-chups. Tontolaje, por tanto, no es más que la capacidad en toneladas que tiene Sánchez para metérsela doblada a la bobez hispánica en cada puente festivo. Se trata de una aplicación automática. Cada puente -ya contamos la vida laboral por los acueductos bimensuales del tirano- tiene su menú, su bandeja de pinchos morunos, su triquiñuela de enganche político, su santo ejemplar.

(…) En fin, que en el día mundial de la risa, que fue precisamente ayer domingo, la apariencia es ya realidad soplante: un sólido apagón, una espesa cortina de humo que disuelve el totalitarismo sanchuno en una encuesta del CIS, una maniobra para ocultar los ladronajes que rebosan los juzgados, un mix de corrupciones absolutas, familiares, sindicales de partido y de ministros enteros que, en un puterío blindado, a la hora de ajustar cuentas juegan al apagón con la experiencia de Ernesto Cortázar y Manuel Esperón en los años cuarenta: “Yo pensaba en el castigo/ que aquel fresco enseguida le iba a dar/ pero cuando encendieron las luces/ Ay, era mi papá…/ Con el apagón, que barbaridad,/ qué cosas suceden”.  Antonio Piedra, el sempiterno e inmarcesible director de la fundición “Jorge Guillén, en ”El Mundo de Castilla y León”.

4.- “La culpa fue del cha cha chá”:  España es un país seguro y responsable que saca lo mejor de sí mismo en situaciones como esta”, ha dicho el presidente, asegurando que los servicios esenciales han resistido, pero obviando la degradación y el daño infligido a tantos y tantos ciudadanos. Esos mismos ciudadanos, que, de manera incomprensible, le seguirán votando directa o indirectamente para que continúe en el poder. Quizás porque la energía alternativa de lo que tiene enfrente desilusiona, desengancha y hasta desinfla. O tal vez porque, una vez recuperada la electricidad, volvemos a estar de puente.

Mientras el BBVA engulle al Sabadell, García Ortíz se solaza con el borrado de sus correos y sus whatsapps, Trump celebra sus cien días de abusos robándoles a los rusos (y a los europeos) los minerales de Ucrania y la Iglesia sigue dándole vueltas a como encontrar a ese ´papa valiente´ que quiera transitar los caminos que abrió Francisco… todos tienen la culpa menos nuestro presidente. La culpa, le ha faltado decir citando a Gabinete Caligari, fue solo y únicamente del cha cha chá: “Sí, fue del cha cha chá/ que me volvió un caradura/ por la más pura casualidad”. Pue eso, insuperable. Es decir, insufrible.  Carlos Aganzo en “El Norte de Castilla”.  (Los subrayados son míos).

5.- “Sánchez, además eres gafe”“A Pedro Sánchez le podemos adjudicar, más allá de toda duda razonable, cuatro sambenitos: que es un psicópata nivel subclínico, que pasa por ser un mentiroso compulsivo que no le diría la verdad al médico ni aunque su vida corriera peligro, que camina a caballo de la autocracia y la dictadura y que ostenta la condición de corrupto por mujer y hermanos interpuestos. Pero, visto lo visto esta semana, hay otro tan o más pertinente: el de gafe.

(...) Es verdad que la pandemia no fue made in Spain, sino una desgracia planetaria, pero no es menos cierto que fuimos los peor parados de Occidente. El marido de la tetraimputada Begoña Gómez ya empezaba a dar yuyu: tuvimos más infectados y muertos per cápita que ningún otro país de nuestro entorno. La mayor nevada de la historia de Madrid, esa Filomena que colapsó la ciudad 5 días, se produjo también durante su mandato. El volcán de La Palma, que arrasó buena parte de la isla bonita en 2021, es otro ejemplo de que este tío es un completo cenizo. Se trata de la erupción más bestia ¡desde 1677! La DANA valenciana, la mayor catástrofe natural de la que tenemos memoria, es otro terrible hito de su hégira. Y el lunes quedó demostrado, de manera incontrovertible, que no tiene precisamente baraka. Ni los más viejos del lugar recuerdan un apagón así. Cruzo los dedos para que salga del poder lo más rápido posible. Por ética, tanta mangancia es insoportable, y porque lo siguiente que puede ocurrir si Sánchez continúa en Moncloa es que ese gigantesco asteroide 2024 YR4 que pulula por el sistema solar acabe estrellándose en España”. Eduardo Inda, director de “OkDiario, referente de la “fachosfera” digital donde los haya, en “La Razón”.

6.- “Sacamuelas”.- “¡Que sería de nosotros sin el sacamuelas Sánchez, sin la sacamuelas Corredor, sin los sacamuelas Montero, López y Puente! ¿Y alguien recuerda a estas alturas el escándalo de las balas israelíes? Una hora antes del Gran Apagón, el gran asunto político en España iba a ser la comparecencia del ministro Marlaska. Su jefe, Psánchez, le iba dejado a los pies de los caballos sumaritas, envuelto en ese escándalo mayúsculo.

(…) Tras unas pasajeras desavenencias, parece que Psánchez y la socialista Corredor estuvieran ahora, mano a mano de nuevo, en lo que pudiéramos llamar ciclo de sacamuelismo combinado, en el papel, uno de sacamuelas bueno, y la otra, en el de sacamuelas mala. Han conseguido con sus chácharas que nadie sepa que ha sucedido ni quién lleva razón, y confían en que cuando se conozcan las causas a la gente le den lo mismo renovables o nucleares, como también han olvidado indultos y amnistías, ábalos, begoñas y aireuropas, hermanos y fiscales.

(…) Otras veces he dicho que Psánchez quería volvernos locos. Ojalá. Quijotes. Le está resultando más fácil anestesiar a las gentes con verborreas y embolismos e ir sacándoles uno a uno los dientes y muelas del juicio y del entendimiento. Pobre nación desdentada y apta solo para papar la sopa boba. Mira como las corredores, marlaskas, monteros, puentes, sancheces y lopeces se reservan las buenas piezas en plan ábalos, jesicas y begoñas… Y que nadie se ofenda: “Ni descarto ni señalo”. Si Psánchez lo sigue diciendo del ciberataque a la Red Eléctrica Española, no va a ser uno menos que nadie”. Andrés Trapiello en el “El Mundo”.

7.- “La psicopatía de Sánchez”“La historia ya nos la conocemos y con Sánchez cada tragedia es una oportunidad: nunca una invitación a la autocrítica, la asunción de responsabilidades o la rectificación. Con cada una de ellas redobla su hoja de ruta y, lejos de enmendarse o de pagar la factura, instrumentaliza los desperfectos para aumentar la apuesta.

Ahora le toca al gran apagón, envuelto en otra nebulosa artificial para disipar la evidencia de que todo se debió a las decisiones sectarias de un Gobierno dispuesto a sostener que, cuando la ideología es incompatible con la realidad, lo que sobra es la realidad.

(…) Las calamidades pueden sobrevenir, pero en todas las que ha padecido España aparece una mano que, lejos de paliarlas, las multiplica, alimentadas por una especie de talibanismo político y el deseo impúdico de convertirlas en un arma arrojadiza.

Pero sea cual sea el relato que Sánchez imponga, pagando a tantos por los servicios prestados, la realidad no cambia: aumentó el peligro del coronavirus, desapareció en la emergencia valenciana e indujo el gran apagón de España. En alguien que convierte la imputación de su hermano y de su esposa en una oportunidad para atacar a la prensa y coaccionar a los jueces, nada extraña ya. Pero decirlo, las veces que haga falta, es ya una obligación moral que cualquier persona decente debe asumir al precio que sea. El ladrón no puede seguir pasando por policía”. Luis Ventoso en “El Debate”.

8.-“Un histórico levantamiento popular”“Hoy 2 de mayo, es una fecha inscrita con letras de oro en la Historia de España por lo sucedido en ese día del año 1808 en Madrid.

(…) Esta referencia histórica es oportuno recordarla en el día de hoy 2 de mayo, a una España, obviamente muy distinta de aquella, y a una Francia por entonces, antes del ocaso napoleónico de 1815 en Waterloo. En particular es oportuno recordarla a España, dado que el protagonismo de aquel levantamiento le correspondió al pueblo madrileño primero y a todo el pueblo español a continuación. El motivo es que aquella reacción acredita una vez más el acierto de la frase atribuida al héroe de la victoria en Cartagena de Indias, el almirante Blas de Lezo: «Una nación no se pierde porque unos la ataquen, sino porque los que la aman no la defienden». 

(…) Hoy España está sometida a un ataque no militar, sino mucho más sofisticado, astuto y peligroso, por parte de quienes están actuando cual los griegos infiltrados en el caballo de Troya. La «antiEspaña» está hoy en el Gobierno mediante una coalición ahormada por el PSOE sanchista y compuesta de comunistas, separatistas y sucesores políticos de ETA que desde hace siete años está diluyendo la identidad nacional e histórica de España, indisolublemente unida al catolicismo, para hacerla caer como fruta madura y sin violencia aparente, en el momento adecuado a sus oscuros intereses. Un levantamiento popular y pacífico, en forma de una gigantesca manifestación para darle la voz al pueblo español en las urnas, es en la actualidad una imperiosa necesidad”. Jorge Fernández Díaz en “La Razón”. (Fernández Díaz, exministro del Interior del gobierno Rajoy, se sentará en el banquillo de los acusados en el juicio por el caso Kitchen, uno de los episodios perpetrados por la "policía patriótica" creada bajo su mandato. Sin duda, todo un referente en materia de ética política).

9.- “El Gobierno les está contando un cuento”.- “El Gobierno quiere contar una historia sobre el apagón, pero no encuentra la forma de darle coherencia a la trama. Lo ideal sería contar con un villano bien reconocible, uno de esos malos de contornos afilados. Toda la dramaturgia del día después se volcó en la construcción de ese culpable. Miren la fotografía distribuida por la Moncloa, cuya distribución espacial simulaba un tribunal: las empresas privadas a un lado de la mesa y, enfrente, el Gobierno, con el presidente dirigiendo una mirada inquisitorial al consejero delegado de Iberdrola España. La movilización del CNI para recolectar datos en las empresas pretendía contribuir a crear la ilusión de un Gobierno justiciero que persigue. Para que la trama avanzara, el Gobierno dispuso, como se enseña en las clases de guion, de un elemento mágico: la comisión de investigación. Eso aportaría, cuando fuera necesario, el argumento de autoridad para el señalamiento.

 (…) Por el momento el ardid literario le ha servido para colocarse como parte activa en la exigencia de responsabilidades, cuando su primera comunicación pública debió ser una disculpa avergonzada”. Rafa Latorre, el de “La Brújula” de “Onda Cero”, en el “El Mundo”. 

10.-“Bochornoso (y punible) apagón de un Gobierno inútil”:  “Sánchez no ha tenido en sus "Aló presidente" la menor intención de contar honradamente a los españoles que es lo que había pasado; no, ¡qué va! Ese no fue su objetivo, el suyo era disimular que la sobrecarga solar, una apuesta ideológica , la estúpida Agenda 2030, había reventado el sistema. Su obsesión no fue más que esta: presentarse como el hombre que lleva poderosamente el timón de la situación, el líder en el que se puede confiar porque va a terminar, más pronto que tarde, con el problema. 

(...) Todo lo tiene perfectamente ensayado porque todo en él es pura filfa, disfraz, mentira recurrente. (…) Nunca él es responsable de nada malo, de lo que pueda ocurrir en una Nación que lleva siete años de sobresalto en sobresalto, de virus en volcán, de Dana en apagón. Alguien, malvado sin duda, puede especular con la condición de cenizo de Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

(…) Encima se ha aprovechado de su suerte porque el apagón, valga la redundancia, ha apagado el fracaso sin paliativos de haber cosechado en el primer trimestre los peores datos del paro desde hace muchos años, o la imputación judicial al hermano músico del señorito que ya está en los tribunales por las golfadas de enchufado, de las que ha sido protagonista en Badajoz. El apagón le ha servido para paliar estos hechos.

(…) Somos imbéciles. Siete años lleva este individuo en el Gobierno y cada año vamos a peor, sin que el inútil, corrompido hasta por los costados familiares, nos deje de engañar con su perfil perfectamente estudiado de seminarista seráfico.

P.D: ¿Qué hace el Rey, jefe del Estado, acudiendo a una reunión en La Moncloa? De allí ha podido entrar como monarca y salir como conserje de Sánchez. Carlos Dávila en “OkDiario”.  

11.- “Que majos los políticos: nos aplauden por ser borregos”“Orgullosos de ser españoles. En la pandemia, en el apagón, ante la derrota en el fútbol. La cantinela de que somos el mejor país del mundo resulta agotadora, cansina y hasta vergonzosa. Las playas paradisíacas de Haití anticipan el infierno a poco que los pies se queman en la arena y aquí parece que no se cuentan los muertos por igual; a algunos les faltan y a otros les sobran dedos. Está bien que en circunstancias adversas el común no pierda los nervios ni la solidaridad a los cinco minutos del fin del mundo y se lance a morder al vecino como salido de una cueva de zombis. Vale. Pero que nuestro gran valor sea jodernos bebiendo la última cerveza que nos quedaba no dice muchas cosas buenas de nosotros si no fuera acompañado por la súbita petición de responsabilidades al día siguiente. No es de extrañar que muriera Manolo el del bombo; Dios lo tenga en su gloria.

(…) Empieza uno a verse como un borrego que sueña con otro borrego porque no puede dormir. El opio de España es la pasividad. Juan Ramón Jiménez estaba enganchado (al opio) y taladró versos de espuma. Habría que revisar los desagües para ver cuán lejos ha llegado el cannabis a los cerebros de amapola. Podemos ser héroes y tan tarugos que casi una semana después no hemos tenido a bien convocar nuestro propio apagón o un concierto de cacerolas. Con lo que le gustaría a la SER la música popular si la culpable fuera Ayuso. Asimilamos desastre tras desastre como si estuviera en nuestro destino resistir no a la calamidad, sino a la política. La anestesia no es más que el mejor tratamiento en el que un partido sueña para que seamos, al fin, sus ovejas eléctricas. Hemos caído en la desidia de la amoralidad estatal. Menos orgullosos, pues, de no hacer nada, si acaso rascar un poco de calderilla en una gasolinera. Está bien acabar con la cerveza siempre que luego se miccione como una guillotina”. Pedro Narváez en “La Razón”.

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