El digital "info-Libre" hacía el otro día recuento y elevaba a cerca de 200 el número de consejeros y directivos
imputados judicialmente como presuntos responsables del expolio sufrido por una
buena parte de las antiguas Cajas de Ahorro. Junto al ex presidente de Caja
Duero, Julio Fermoso, y los
directivos de la extinta entidad imputados en el “caso Nozar”, la relación
incluía -luego veremos que por ahora prematuramente- a todo el antiguo
Consejo de Administración de Caja Segovia, cuya imputación ha solicitado el
fiscal jefe de la Audiencia
provincial.
Atilano Soto y Manuel Escribano |
Mientras los ex directores generales de
entidades del tamaño de Caja España o Caja Burgos dejaron sus
cargos con indemnizaciones inferiores a 1,5 millones de euros, el de Caja Segovia, Manuel
Escribano, se había despedido con cerca de 15 (5,6 en efectivo y más de 9 diferidos a través de un plan de pensiones) y su efímero sustituto, Miguel Ángel Plaza, con casi 7
millones. ¿Cómo había podido suceder tal cosa? Simplemente porque así lo aprobó
en su momento el Consejo de Administración
en pleno a propuesta del Comité de Retribuciones.
Considerando que la astronómica cuantía de
dichas indemnizaciones podía obedecer a actuaciones presuntamente constitutivas
de delitos de administración desleal o apropiación indebida, a finales de 2011
Unión Progreso y Democracia denunció los hechos ante la fiscalía, la misma que,
dos años después, acaba de solicitar la imputación de todos los miembros del
antiguo Consejo de Administración, así como del Comité de Retribuciones (en total 17 consejeros y 2 directivos).
Pedro Arahuetes y Javier Santamaría |
Las imputaciones solicitadas por el
fiscal-jefe de Segovia, Antonio Silva,
suponen en principio toda una “patata caliente” para el titular del Juzgado de
Instrucción número 2 de Segovia, Jesús Marina,
quién, muy a su pesar, mantiene abiertas las diligencias judiciales del caso. Y
digo muy a su pesar porque en enero de 2012, apenas sin practicar diligencias,
dictó auto de archivo y sobreseimiento, resolución que fue revocada en mayo del
mismo año por la Audiencia Provincial.
Y posteriormente, en noviembre del mismo año, al ver admitida la querella de
UPyD sobre Bankia, dictó otro auto de inhibición en favor de la Audiencia Nacional.
El juez Jesús Marina |
A la espera de que el juez resuelva, lo cierto
es que, a fecha de hoy, no hay nadie imputado en el caso de las escandalosas
indemnizaciones de Caja Segovia. Para Atilano Soto sería su tercera causa
judicial abierta, ya que está imputado en la querella sobre Bankia, así como
en las diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Segovia por
la presunta falsificación de las actas del Consejo de Administración en
relación con el crédito que mantiene hipotecado el Torreón de Lozoya, el
edificio enseña de la antigua obra cultural.
Mientras tanto, no ha habido novedades en el
Juzgado de Instrucción nª 5 de León, que investiga los créditos concedidos a
consejeros de Caja España y Caja Duero, ni sobre la demanda presentada ante la
fiscalía del TSJ contra el Consejo de Caja Burgos. Sobre esta última ha
trascendido el malestar de la fiscalía por la escasa colaboración prestada
tanto por Caixa Bank (el banco que absorbió a la caja burgalesa) como por el
Banco de España. Clama al cielo que este último, sin cuya negligencia no
hubieran sido posibles todos estos expolios, ahora no colabore con la Justicia para depurar las
responsabilidades penales.
elblogdepedrovicente@gmail.com 14-11-2013
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