Pese
a que el siniestro fue sofocado desde La Moncloa en menos de 24 horas, el fugaz
incendio provocado por el pirómano Wert ha
vuelto a poner de manifiesto de qué forma siguen yendo por libre las
comunidades autónomas gobernadas por el PP. Hartos de soportar el coste
político de medidas tan disparatadas como era la de suprimir en pleno curso la
ayuda del Ministerio a los “erasmus”, gobiernos como los de Galicia, Rioja y
Extremadura ya se habían apresurado a anunciar que estaban dispuestos a asumir
a su cargo lo que pretendía escamotear el ministro.
José Ignacio Wert y Juan José Mateos |
El
consejero de Educación, Juan José Mateos,
habrá respirado tranquilo una vez fracasado
el intento de Wert de cargarse la ayuda
estatal a los “erasmus” sin beca general. Y al mismo tiempo Mateos se habrá
percatado de que Rajoy ha permitido
al conflictivo ministro presentar la marcha atrás como si fuera una
rectificación suya, lo que no hizo Juan Vicente Herrera cuando anunció el mantenimiento
de la ESO rural, episodio en el que el consejero se vió desautorizado sin el menor
miramiento.
Juan Vicente Herrera, entrevistado por Carlos Herrera |
¿Y quién le ha pedido a la Junta de Castilla y León que baje los impuestos? Dejando a un lado el clamor existente a favor de eliminar el nefasto “centímazo” sanitario, lo que la oposición le pide al gobierno Herrera es todo lo contrario: Una subida selectiva de impuestos que eleve la recaudación tributaria y aporte recursos suficientes para preservar los servicios públicos esenciales de los sucesivos recortes presupuestarios que vienen sufriendo en los últimos 4 años.
Óscar López (PSOE) y José María González (IU) |
Así pues, a juicio de la oposición lo que necesita la comunidad autónoma no es una bajada de impuestos que agrave aún más el desplome de la recaudación, sino justamente lo contrario: Un incremento selectivo de la presión fiscal que detenga esa sangría recaudatoria. De seguir por los mismos derroteros, la deuda pública continuará disparándose, hipotecando, como de hecho ya hipoteca, y de qué forma, la capacidad presupuestaria de la Junta en 2014. En consecuencia, lo que tendría que explicar el presidente de la Junta no es por qué no baja los impuestos, sino por qué no tiene el coraje político de subirlos.
Paralelamente, en su enmienda a la totalidad a la Ley de Acompañamiento, los socialistas
arremeten de nuevo contra la reestructuración del llamado “sector público” de
la comunidad. Según la enmienda dicha reestructuración “lo único que está haciendo
es solapar empresas pública entre sí y con otros entes del sector público”. “Poco está aportando en consecuencia -añade- a la verdadera reestructuración (…) que debe
derivarse de una análisis serio de los datos financieros y de gestión, con la participación
de las Cortes de Castilla y León, y conllevar medidas que supongan una disminución
real de los costes y una racionalización del sector”.
Nada que
añadir a lo ya comentado aquí sobre la propia responsabilidad del PSOE por haber dejado hacer y deshacer a la Junta, sin exigir el cumplimiento de lo acordado en el infumable
“pacto de la Coronita”.