El pasado martes, un día antes de la reanudación del curso escolar, el presidente de la Junta , Juan Vicente Herrera, reaparecía públicamente, poniendo fin a su
acostumbrado retiro navideño, etapa en la que su agenda no registra actividad
conocida, ni su voz se deja oír en ningún medio de comunicación. Ese mutismo
presidencial se alargó el pasado año casi hasta finales de enero, nada menos
que durante mes y medio.
Aunque ese retiro del mundanal ruido este año no se ha prolongado más allá del calendario navideño, lo cierto es que hemos vuelto a estar mas de tres semanas sin conocer la opinión del presidente de la Junta sobre cualquiera de las relevantes cuestiones políticas que han ido sucediéndose desde mediados de diciembre.
Juan Vicente Herrera y Rosa Valdeón |
Aunque las
objeciones manifestadas al respecto por la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, y por el alcalde de
Valladolid, Javier León de la Riva , solo coinciden muy tangencialmente,
Herrera ha calificado ambas igual de sensatas y ha abogado por restablecer el
equilibrio existente en la ley de 1985.
Si se añade a ello que además se ha mostrado partidario de esperar a conocer el fallo del Tribunal Constitucional sobre el recurso presentado por el propio PP contra la ley en vigor, parece claro que el presidente dela
Junta no comparte enteramente ni el texto ni la oportunidad
de la reforma engendrada por Gallardón. Y no digamos el consejero de Sanidad, Antonio Sáez, quién ha llegado mas
lejos que nadie al cuestionarse “si es razonable obligar a una mujer a mantener
su embarazo cuando no lo quiere” (sic)
Si se añade a ello que además se ha mostrado partidario de esperar a conocer el fallo del Tribunal Constitucional sobre el recurso presentado por el propio PP contra la ley en vigor, parece claro que el presidente de
Pero a lo que iba. A finales de diciembre el
gobierno Rajoy llegó a su segundo aniversario, sin que la Junta tuviera a bien
realizar balance y puesta al día de las reivindicaciones
de la comunidad respecto al mismo. Que se supone que no se limitan al recurso
judicial sobre el copago hospitalario. Hemos cambiado de año sin que se salden
desde Madrid compromisos con sectores tan importantes como la minería y la
agricultura (fondos de desarrollo rural), víctimas de flagrantes incumplimientos
ante los que se echa en falta una postura mínimamente enérgica del presidente
de la Junta.
Julio Villarrubia |
A tenor de la demora en celebrar esa reunión, no parece que a Herrera le preocupe demasiado la amenaza socialista de romper el consenso imprescindible para sacar adelante la “ordenación territorial”, un proyecto estrella de
La verdad es que, disponiendo del blindaje
mediático de que disfruta, Herrera tampoco tiene especiales dificultades para confundirse con el paisaje ante cualquier asunto que le
resulte incómodo. Clamoroso ejemplo ha sido la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la Ciudad
del Medio Ambiente de Soria. Aunque se pusiera el foco de la responsabilidad
política del fiasco en María Jesús Ruíz,
la antigua vicepresidenta y consejera de Medio Ambiente, lo cierto y verdad es
que fue el grupo parlamentario que preside Herrera el que promovió y aprobó la
ley declarada inconstitucional, y que han sido los sucesivos gobiernos por él
presididos los que han ido autorizando los 100 millones de euros fundidos en el
soto de Garray.
Pues bien, a fecha de hoy, 9 de enero, el
presidente de la Junta
y del grupo parlamentario popular sigue sin haber dicho ni pío sobre la sentencia del
Tribunal Constitucional. Como si el asunto no fuera para nada con él. Ni siquiera se dió por aludido cuando la mencionada Ruíz puso a su disposición su
actual escaño de senadora autonómica por si el máximo responsable del partido
en la comunidad entendía que debía renunciar a dicha representación. Se sospecha
incluso que Herrera ni se ha molestado en descolgar el teléfono para hablar con su
antigua vicepresidenta, cuyo escaño, eso sí, ha pasado a tener fecha de
caducidad y ya está reservado a uno de los actuales consejeros de la Junta.
Y en pleno retiro navideño le ha pillado al presidente el último censo oficial de población, que ha agudizado la sangría demográfica que sufre Castilla y León. Tras perder 12.375 habitantes en 2011, la comunidad se ha quedado en 2012 sin otros 26.203, nada menos que el 1 por ciento de su población. Se argumentará que el retroceso demográfico se debe a la crisis y afecta a toda España, pero en ningún sitio alcanza las proporciones que en Castilla y León, ocho de cuyas nueve provincias figuran entre las doce que mas censo perdieron a lo largo de 2012.
¿Sigue pensando el presidente de
Me temo que habrá que esperar a que la
oposición considere oportuno preguntarle en las Cortes (única instancia en la que
está obligado a contestar) para que los castellanos y leoneses sepamos qué
opina el presidente de la Junta
sobre cuestiones de la trascendencia de las señaladas. Lo que como pronto será
en febrero, ya que en enero no se celebran sesiones plenarias en el “mausoleo”
de Villa de Prado.