Después
de perdonar a Miguel Arias Cañete
todos sus pecados con Castilla y León, convirtiéndolo de la noche a la mañana
en un denodado defensor de los intereses de esta comunidad, se daba por
descontado que la Junta
había enterrado -al menos hasta después de las europeas -el hacha de guerra
contra el gobierno Rajoy. Era algo inherente al trance electoral, en el que la consabida consigna de cerrar filas obliga a posponer cualquier disputa
interna o trapo sucio que dé tres cuartos al pregonero. Se suponía además que
la pasada visita de Soraya Sáez de
Santamaría al colegio de la
Asunción había servido para limar asperezas y evitar que en
lo sucesivo se reprodujeran los sonoros encontronazos mantenidos por la Junta con determinados
ministros.
Afectuoso saludo entre Montoro y De Santiago-Juárez |
Fue divulgarse dicho dato y ya estaba servida
una nueva bronca con Montoro. La
Junta , por boca de su consejero Portavoz, arremetía, si cabe
con mayor virulencia que en otras ocasiones, contra el titular de Hacienda. “Es una imprudencia más a las que ya nos tiene
acostumbrados (…) No se cansa de
pisar callos. (…) Que nos deje en paz”,
decía José Antonio de Santiago-Juárez del ministro de
Hacienda del gobierno Rajoy.
Las enganchadas entre la Juntay Montoro han sido constantes a lo largo de los dos últimos años en un doble
frente: todo lo relacionado con la financiación autonómica y la reforma local
plasmada en la ley que ha tomado el nombre del ministro. Mientras sobre esta
última se llegó a última hora a un acuerdo muy cogido por los pelos y todo
indica que cerrado en falso, en el capítulo financiero ambas partes no se han
dado tregua. Hace poco mas de dos meses, era el propio presidente de la Junta , Juan Vicente Herrera, el que cargaba contra el titular de Hacienda:
“Estamos esperando el santo advenimiento.
El señor Montoro está tan entretenido en hacernos la vida imposible a las
comuniades autónomas que no sé si el dato se retrasará…” Herrera hablaba en ese momento del déficit de
las Autonomías en 2013, pero respiraba por la herida de la indignación que le
produjo la filtración de las llamadas “cuentas públicas regionalizadas” encargadas
por el ministro a modo de sucedáneo de las polémicas balanzas fiscales.
Aquella filtración, coincidente con la convención nacional celebrada por el PP en Valladolid a finales de enero, levantó ampollas en
El FLA ha constituido otro claro desencuentro
entre ambas partes. Lo sorprendente es que haya originado esta tormenta en
plena precampaña electoral. Desde que se constituyó dicho Fondo, casi la mitad de las comunidades autónomas han rehusado acogerse al mismo. Siempre se ha sospechado
que el motivo de renunciar a sus ventajas guardaba relación con su principal
inconveniente: el control y la fiscalización por parte del ministerio de las
cuentas de las comunidades acogidas. Dicho de otra forma, ha habido comunidades
(por cierto casi todas gobernadas por el PP) que han preferido pagar mayores
intereses fuera antes que tener que desnudarse ante los “hombres de negro de Montoro”.
Pilar del Olmo |
¿Se ha
inventado el ministerio de Hacienda, al que las comunidades están obligadas a
comunicar todas sus operaciones crediticias, ese sobrecoste por parte de las 8
comunidades no acogidas al FLA? ¿A qué está esperando la consejera de Hacienda,
Pilar del Olmo, para desmentir con
datos en la mano que estamos pagando 166 millones de intereses que nos podíamos
ahorrar?
Y ojo a ver
si no nos aguarda otra monumental bronca con Montoro por cuenta de ese decreto de
la Junta , a
tramitar ahora como proyecto de Ley en el “mausoleo”, mediante el que el
gobierno Herrera pretende aplicar de forma unilateral, y a su modo,
la reforma local estatal. Puede ser la guinda de esta tormentosa relación con el ministro de Hacienda.