En su extenuante mandato al frente de la Junta , no es la primera vez
que Juan Vicente Herrera se hace el
remolón para aplazar la presentación en tiempo y forma de los Presupuestos de la Comunidad para el ejercicio
siguiente. En otoño de 2016, dejó pasar el plazo límite establecido en el
Estatuto de Autonomía -15 de octubre- con la excusa de que el ministerio de
Hacienda, entonces cosa de Cristóbal
Montoro, no le facilitaba la cuantía de las entregas a cuenta destinadas a
Castilla y León en los Presupuestos Generales del Estado de 2017.
Pilar del Olmo y Juan Vicente Herrera |
Del Olmo, consejera desde 2003, había
experimentado dichas mañas en 2012, primera ocasión en la que Juan Vicente
Herrera incumplió la obligación legal de presentar su proyecto presupuestario
en el plazo establecido. Con la excusa de que no le resultaban fiables los
Presupuestos Generales del Estado aprobados por el gobierno Zapatero, Herrera demoró lo que le vino
en gana los de Castilla y León, que no fueron aprobados hasta el mes de julio.
Para mayor inri, la Junta
aprovechó la circunstancia para colar de matute -eso sí, con la connivencia del
PSOE de Julio Villarrubia y el silencio cómplice de los agentes del llamado Diálogo
Social- aquella vergonzante amnistía fiscal bautizada como el “pacto de la coronita”. (Seis años
después, seguimos sin conocer cuantas decenas de millones de euros dejó de
ingresar la Hacienda
autonómica en plena crisis a causa de ese generoso regalo fiscal).
Alfonso Fernández Mañueco |
Y si
Herrera y Mañueco pasan, cada uno por su lado, de que la Junta presente unos nuevos
Presupuestos, no era de esperar que el PSOE, Podemos o IU se lamentaran de que
el PP renuncie a jugar la carta de unas cuentas electoralistas. De hecho, hasta
que el consejero de Educación, Fernando Rey, no ha hecho saltar la alarma sobre las tasas universitarias,
ninguno de ellos ha tenido a bien reclamar al gobierno Herrera que se deje de
excusas y cumpla con su obligación presupuestaria. A la postre, el único
partido realmente interesado en que hubiera Presupuestos es Ciudadanos, y no por
otra cosa que la de vender, máxime en año electoral, las concesiones
supuestamente arrancadas a la
Junta a cambio de prestar en las Cortes el apoyo necesario
para su aprobación.
Fuentes (Ciudadanos) y Tudanca (PSOE) |
UGT ha advertido que la falta de nuevos Presupuestos ralentizará el plan
regional de empleo y otros acuerdos alcanzados en el seno del Dialogo Social y,
coincidiendo con la defunción del carbón, seguirán sin adoptarse las medidas de choque inaplazables para encarar de una vez la lacra de la despoblación. Y por supuesto se seguirá
incumpliendo el mandato legislativo de recuperar el Plan de Convergencia
Interior destinado a combatir los desequilibrios territoriales internos, plan
que se había condicionado al crecimiento del PIB regional por encima del 2 por
ciento, requisito que se viene dando desde 2015.
En
definitiva, la prórroga de los Presupuestos de 2017 supone tanto como dar por oficiosamente liquidada la actual e infructuosa
Legislatura, dejando que la comunidad autónoma vegete hasta mediados de julio
de 2018, momento en el que se constituirá el nuevo gobierno autonómico
resultante de las elecciones de mayo. Será el último flaco servicio prestado a
Castilla y León por Juan Vicente Herrera después de 18 interminables años presidiendo la Junta.