Sin
esperar a su proclamación oficial como candidato, algo que se supone
inminente, Alfonso Fernández Mañueco
renunciaba ayer a la Alcaldía
de Salamanca para dedicarse con exclusividad a su objetivo de alcanzar la
presidencia de la Junta
tras las elecciones autonómicas del mes de mayo. Desde que barrió a Antonio Silván en las primarias
autonómicas del PP, ha transcurrido más de año y medio durante el cual a
Mañueco casi todo se le ha ido complicando.
Alfonso Fernández Mañueco |
Mientras, Juan Vicente Herrera no solo no se ha prestado a facilitar la tarea
anticipando su salida del Colegio de la Asunción. Además
de aferrarse al cargo, el gobierno “zombi” que preside se ha convertido en una
rémora para el PP y su nuevo candidato a la presidencia de la
Junta. La guerra fría que mantiene la
bicefalia cada vez se disimula peor. A ella cabe achacar la negativa de Herrera
a presentar unos nuevos Presupuestos de la Comunidad para 2019, vulnerando con peregrinas
excusas el mandato al que viene obligado por el Estatuto de Castilla y León.
Una actitud caprichosa, arbitraria e irresponsable que dejará a la Junta sin nuevos
Presupuestos hasta el próximo otoño, condenando a la comunidad a una prórroga
absolutamente lesiva para la recuperación económica y el interés general.
Virginia Barcones y Reyes Maroto |
Para compensar, el PSOE de Castilla y León cuenta desde el cambio en
Francisco Igea y Luis Fuentes |
El cuarteto que maneja a su antojo el partido en esta comunidad siempre ha recelado ante la posibilidad de que Albert Rivera apueste por el único diputado del Congreso con que cuenta la formación en Castilla y León, el vallisoletano Francisco Igea, preferido de Luis Garicano, el influyente gurú económico del partido. Pero no cabe descartar que, intentando conjurar dicha amenaza, se diseñe un plan B consistente en postular al secretario de Comunicación y efímero diputado del Congreso por Salamanca, el también vallisoletano Pablo Yáñez, que es quien desde la trastienda mueve los hilos del partido en Castilla y León y goza de la plena confianza de Rivera.
Al igual
que Tudanca, el secretario autonómico de Podemos, Pablo Fernández, ha
carecido en esta ocasión de competencia en las primarias convocadas para elegir
candidato a la presidencia de la Junta. La
diferencia es que la eventual alianza electoral con Izquierda Unida obligará a
integrar la cuota de esta última
formación en las listas resultantes de la confluencia.
A priori, me da en la
nariz que por arriba la negociación se resolverá con un “Tú a Boston y yo a
California”, según el cual Fernández será el candidato a la presidencia de la Junta y número uno por León,
mientras el coordinador regional y procurador de IU, José Sarrión, encabezará la lista por Valladolid, repitiendo ambos
circunscripción. Mayor puede ser la dificultad a la hora de ordenar las listas
autonómicas de otras provincias, como puede ser la de Burgos.
José Sarrión y Pablo Fernández |
Pero el problema de las candidaturas municipales no va a ser exclusivo de la coalición de izquierdas. El PP sigue sin abrir ese conflictivo melón y, en contra de lo tantas veces anunciado, no tiene pinta de que vaya a hacerlo ya en lo que queda de año. Y Ciudadanos está obligado a convocar unas primarias que, dadas sus crecientes expectativas de formar parte de los próximos gobiernos municipales, a buen seguro van a despertar inusitadas apetencias.