Los resultados del 26-M en Castilla y León
han respondido, en sus grandes trazos, a las expectativas que a priori posibilitaban
una alternancia política en el gobierno de la comunidad. La drástica caída del
Partido Popular, que, tras perder 13 de sus 42 procuradores, deja de ser la
primera fuerza política a manos de un PSOE, que, con 35 escaños, obtiene su
mejor resultado desde 1983, propician un nuevo escenario en el que el tercer
partido en liza, Ciudadanos, dispone, con sus 13 procuradores (ocho más de los
que tenía), de la llave política que franquea la Junta de Castilla y León.
Luis Tudanca, el candidato más votado |
Alfonso Fernández Mañueco |
Este avance tanto del PSOE como del PP en
las elecciones autonómicas con respecto a las generales del 28-A guarda
relación directa con el descalabro sufrido por Podemos, el súbito desinfle de
Vox y el relativo pinchazo de Ciudadanos.
A diferencia de socialistas y populares, el
partido naranja no ha conseguido mantener en Castilla y León sus resultados de
las pasadas generales, en las que rozó el 19 por ciento de los votos. Ha
perdido casi 4 puntos y más de 80.000 votos respecto al 28-A, lo que resulta
especialmente sorprendente al coincidir con el fuerte desinfle de Vox, que tan
solo ha conservado en las autonómicas 75.000 de los 186.000 votos que sumó en
las generales. Por ello, pese a pasar de 5 a 13 procuradores, en Ciudadanos el resultado
ha dejado cierto regusto agridulce, habida cuenta de que algunos sondeos ampliaban
sus expectativas hasta 15 o más escaños.
Pablo Fernández |
Llegados
a este punto, que era el previsible, Ciudadanos tiene la sartén por el mango y
el mango también. En otras comunidades, empezando por la de Madrid, se da por
hecho el pacto tripartito PP-Ciudadanos-Vox (ya veremos si a la andaluza o con
la extrema derecha dentro del gobierno). En Castilla y León, PP y Ciudadanos ni
siquiera necesitan al único procurador de Vox para alcanzar la mayoría
absoluta, fijada ahora en 41 procuradores.
Francisco Igea celebrando el resultado electoral |
Igea, la hora de la verdad.- De ser consecuente con sus propios
postulados, el partido naranja tendrá que propiciar la alternancia política
permitiendo que el candidato del partido más votado y con más escaños, Luis Tudanca
se convierta en el nuevo presidente socialista de la Junta. Bien sea al frente de un
gobierno de coalición compartido con Ciudadanos, bien sea presidiendo un
gobierno en minoría tras ser investido por mayoría simple en segunda votación
con la abstención del partido naranja. En el desenlace seguramente tendrán
mucho que ver dos factores: la posición que adopten desde Madrid Albert Rivera y Luis Garicano y el tablero de pactos en torno a Ayuntamientos y
Diputaciones en los que el voto naranja resulta decisorio. (Es el caso a
priori, entre otros, de los ayuntamientos de Burgos, León, Palencia y
Salamanca).
Rivera y Garicano, claves en el desenlace |
elblogdepedrovicente@gmail.com
Nota del Editor.- Por ausencia temporal del que suscribe, el blog se toma un descanso y no renovará sus contenidos hasta el lunes 11 de junio. Disculpas a los adictos.
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