Ya
se ha ocupado de subrayar “El topillo” que el sondeo sobre las
próximas elecciones autonómicas realizado por el CIS de Tezanos, lejos de aportar
luz sobre lo que pueda suceder el próximo 26-M, no hace otra cosa que generar confusión.
Sus proyecciones en cuanto a intención de voto no resultan creíbles desde el
momento en el que las encuestas de campo se realizaron antes de las elecciones
generales, cuyos resultados no guardan una mínima concordancia con aquellas.
Luis Tudanca. Detrás de él, Pablo Fernández (Podemos) |
Por su parte, las tres derechas, PP, C´s y
Vox congregaron el 57,25 por ciento de los votos, 17 puntos por encima del
porcentaje alcanzado por la izquierda (PP, 26,05%; C´s, 18,9; Vox, 12.3). Por
eso no resulta creíble el sondeo autonómico del CIS, que otorga un 48 por
ciento a la izquierda (PSOE+Podemos+IU) y un 48,1 a la suma de las tres
derechas. A partir de ahí, resulta absolutamente quimérico pensar que en las
próximas elecciones autonómicas la izquierda va a sumar por sí misma en
Castilla y León mayoría para gobernar, máxime cuando además comparece
fraccionada en tres opciones al presentarse por separado Podemos e IU. De forma que, aunque no haya sido deliberadamente, el sondeo del CIS ha hecho las veces de una cortina de humo.
Alfonso Fernández Mañueco y Pablo Casado |
También es verdad que a partir del 27 de mayo la Junta no va a ser lo único que
estará sobre la mesa de negociación. Lo previsible es que en ninguno de los
principales ayuntamientos de Castilla y León existas mayoría absolutas -en 2015 el
de Soria constituyó la única excepción- y que el fraccionamiento de la derecha
acabe asimismo con la hegemonía del PP en las Diputaciones provinciales.
La cantidad de cromos políticos para
intercambiar da para completar varios álbumes. Y ahí está por ver si Ciudadanos
apuesta por un socio único para todo el paquete o aplica su particular
“geometría variable” de compartir el reparto de poder municipal provincial en
unos sitios con el PP y con el PSOE, exigiendo en su caso determinadas
alcaldías y presidencias de Diputación sin ser la fuerza más votada. (El principio
de que gobierne la fuerza más votada ha pasado a la historia desde el punto y
hora en el que PP el y Ciudadanos pactaron en Andalucía contra el PSOE de Susana Díaz).
Con este panorama, el presidente “pato cojo” del gobierno zombi, Juan Vicente Herrera, ha decidido entrar en campaña, tratando de echar una mano, no a Mañueco, al que no ha hecho otra cosa que perjudicar en todo lo que le ha sido posible, sino a los fieles a su figura que tratan de sobrevivir en estas elecciones municipales y autonómicas. El otro día se dejó caer por Palencia, donde vuelve a encabezar la lista autonómica Carlos Fernández Carriedo, ya saben ese eterno-chico-bien-mandado-que-igual-sirve-para-un-roto-que-para-un-descosido, y que apura su tercera etapa enla
Junta como consejero de Empleo del gobierno zombi.
Francisco Igea |
Con este panorama, el presidente “pato cojo” del gobierno zombi, Juan Vicente Herrera, ha decidido entrar en campaña, tratando de echar una mano, no a Mañueco, al que no ha hecho otra cosa que perjudicar en todo lo que le ha sido posible, sino a los fieles a su figura que tratan de sobrevivir en estas elecciones municipales y autonómicas. El otro día se dejó caer por Palencia, donde vuelve a encabezar la lista autonómica Carlos Fernández Carriedo, ya saben ese eterno-chico-bien-mandado-que-igual-sirve-para-un-roto-que-para-un-descosido, y que apura su tercera etapa en
Juan Vicente Herrera y Antonio Silván |
Y si presidente “pato cojo” de la Junta protagoniza algún acto
en Burgos no será por apoyar a los compdres Javier Lacalle y Ángel Ibáñez, ambos alineados con Mañueco, sino porque no le quede
más remedio que comparecer en la provincia por la que ha sido procurador de las
Cortes durante los últimos 24 años. Da lo mismo. El supuesto tirón electoral de
Herrera es una leyenda urbana similar a la de su bonhomía personal. Basta
cotejar los resultados electorales del PP de Burgos en todas las elecciones
generales y autonómicas celebradas en lo que va de siglo para comprobarlo.
Prueben a compararlos por ejemplo con los del PP de Salamanca y verán que ni
siquiera en su tierra ha conseguido ser profeta electoral.