Mucho se ha hablado últimamente del libérrimo uso de la flota de coches oficiales de que disponen las Cortes teóricamente al servicio de la actividad institucional de sus órganos de gobierno. Una utilización que, al igual que las incompatibilidades de los procuradores, tampoco ha estado nunca regulada y que se presta al uso de dichos vehículos para cuestiones ajenas a ese teórico fin, ya sea para actividades de partido o para cuestiones puramente personales. Los miembros de la Mesa, antes cinco y ahora seis, siempre han tenido a su disposición coche oficial con conductor, que de hecho han utilizado y utilizan habitualmente para desplazarse desde sus domicilios particulares hasta la sede parlamentaria. Hasta ahí todo más o menos normal siempre que dicho uso se corresponda a la actividad institucional, lo que en ocasiones no ha sido el caso.
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Francisco Vázquez (PP), Carlos Pollán (Vox) y Ana Sánchez PSOE) |
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Uno de los BMW de las Cortes de Castilla y León |
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Imagen de un reciente pleno de las Cortes |
Otro episodio chusco donde los haya fue la ocurrencia de camuflar la información sobre la cuantía de las dietas percibidas por los procuradores sin dedicación exclusiva sustituyendo la identidad de los perceptores por unas iniciales invertidas de sus nombres y apellidos, una soberana estupidez que Pollán se ha visto obligado a rectificar. Y a diferencia de la Junta, que hace públicos en su página web los salarios del personal eventual reclutado al servicio del presidente y los consejeros, las Cortes no facilita ese dato sobre sus 22 “eventuales”, una nómina por cierto ampliada con la incorporación de un asesor de cada uno de los 5 grupos parlamentarios. Como si fuera escasa la abultada subvención que reciben los grupos (en total 3,7 millones en 2024) para atender, sin fiscalización alguna, sus gastos de funcionamiento y lo que se tercie.
PERLAS DE LA FACHOSFERA PATRIA
(o a ver quién la dice más gorda y/o insulta de manera más gruesa)
1.- “Sánchez arma a Putin: ”El caudillo monclovita está encantado de que por arte de birlibirloque (o no) hayan aparecido Jésica, Adriana, “Alini mi oportunidad”, Ely e Iris. El lógico morbo y escándalo que provoca que un ministro haya sufragado con dinero público sus intercambios de fluidos difumina el tenebroso escenario que roda a Pedro Sánchez. Yo me declaro culpable de haber caído en esa trampa. Por eso, entre otras cosas, he ido retrasando la columna que tienen entre sus manos. Hacía semana que quería hincarle el diente a la nueva tomadura de pelo que supone que el sucesor de Franco a título de caudillo ponga a parir a Adolf Putin, con toda la razón del mundo, mientras que por otro hincha los bolsillos del envenenador y asesino que preside Rusia.
(…) “Vamos a apoyar a Ucrania todo el tiempo que sea necesario”, manifestó en una entrevista concedida a la CNN coincidiendo con la última Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York. Pues bien, ese “respaldo” se ha traducido en la compra de ¡¡¡8.900!!! millones de euros de gas ruso por parte del Reino de España desde 2022. Que el marido de Begoña es un insuperable monumento al cinismo lo certifica también de que somos el cuarto país europeo que más gas ha adquirido a la dictadura que encarcela o hace desaparecer disidentes, asesina periodistas y envenena a sus exiliados”. Eduardo Inda, director de “Ok diario”, en ”La Razón”.
2.- “Nosotros un kit y la nación un Gobierno”: “Arnaldo Otegi viajó a Waterloo y posó junto a Carles Puigdemont en un retrato de época. (…) Esa fotografía de un condenado por terrorismo y uno que ha huido para no ser condenado por sedición es la garantía de estabilidad que Sánchez puede ofrecer a la Unión Europea en este tiempo histórico. Sánchez no tiene más que dos opciones: convocar elecciones o asumir la condición de paria mediante la traición a los compromisos de España. Aún no se ha decantado.
(…) La tercera opción que se esgrime es una vana ilusión y lo que permite disiparla es, precisamente, la contemplación de la fotografía de Waterloo. Otegi y Puigdemont son los materiales de mampostería con los que Sánchez quiso construir un muro para marginar al PP.
Al día siguiente de la investidura ya era evidente que no había una mayoría para que lo resultante fuera llamado legislatura. Sánchez prefirió que no hubiera Gobierno antes de que hubiera alternancia. Incorporar ahora a Núñez Feijóo a la dirección del Estado mediante un pacto para la Defensa exigiría regresar a la noche del 23-J, felicitarle por su victoria y restablecer la cordura aritmética. Hasta entonces seguirá vigente el mefistofélico “Somos más” ató su destino a los dos reos y a otros partidos de órbita excéntrica con los que el PSOE no puede afrontar el desafío del presente”. Rafa Latorre en “El Mundo”.
3.- “Vuelve el peor Sánchez”: “Así que gran parte del Congreso -desde luego PP y PSOE- comparte diagnóstico: el mundo está cambiando, el orden mundial ha volado por los aires y necesitamos rearmarnos. ¿Cuál es el problema entonces? Pues que Sánchez necesita al PP. Y como no se plantea no por un momento un pacto de Estado con Feijóo, prefiere plantarnos y decirnos que aspira a comprometer y ejecutar ese gasto ingente sin pasar por el Parlamento. Es decir, de modo ilegal y delictivo.
(…) Y lo quiere gestionar como los fondos europeos para poder controlar personalmente su red clientelar. Es decir, que el futuro del país le preocupa lo justo, que solo le importa el presente y que con todo esto aspira a que otros le den el dinero para que él lo pueda repartir a los amiguetes. No descarto que haya un Aldama y un Koldo preparados para intermediar con el material militar. Y alguien comisionando
Pero en la réplica volvió el peor Sánchez: e esos tics autocráticos se les une la chulería, la manipulación más básica, la falta de decoro, la humillación a los rivales, los ademanes macarras y las actitudes de matón, como un “bully” de Instituto. (…) La sesión de hoy solo tenía un objetivo que era dirigirse a sus socios, insultar al PP sin límite de tiempo e ir levantando, pieda a pidera, el mismo muro de siempre. Y, aún así, ni siquiera Sánchez fue lo peor: también habló Patxi”. José F. Peláez en el “Abc”.
4.- “¡Sálvese el que pueda!”: ”El rearme llevará tiempo. Así que entramos en un periodo en el que, más o menos, regirá la consigna de “¡sálvese el que pueda!” (…) A España, que vive alegre y confiada y que presume de ser uno de los países más pacifistas de Europa, la situación le sorprende con el pie cambiado. Ha de hacer frente al problema con un Gobierno débil, impopular y radicalmente dividido en política de Defensa, con unos socios insolidarios que aspiran a romper España y con una oposición ignorada y vilipendiada desde La Moncloa. Justo cuando más falta hacía un Gobierno fuerte con sólido respaldo en las Cortes y en la calle.
(…) Sin ser alarmistas, hay señales inquietantes. La guerra prende cuando menos se piensa. Conviene leer a Stefan Zweig en “El mundo de ayer”. Los mejores estrategas españoles creen que el peligro viene del Sur, más que de Moscú. No sería la primera vez que Marruecos aprovechara una debilidad política en España para lograr ventajas territoriales. Lo hizo, sin ir más lejos, en otoño de 1975. Con Franco agonizante organizó la Marcha Verde -fui testigo directo- y se apoderó del Sahara. Conviene estar prevenidos. Abel Hernández en ”La Razón”.
5.- “Más respeto a los
españoles, Sánchez”: “Cada país sabrá
lo que tiene al frente y la suerte que le ha correspondido en el reparto de
liderazgo -tendente a la escasez-, pero a nosotros, los españoles, nos pilla
este desafío en el peor momento de la historia reciente: un Gobierno de
inútiles, dividido en dos facciones, con un chulángano de presidente y una
mayoría parlamentaria que no es tal.
(…) El Gobierno no tiene Presupuestos y no tiene apoyos para
incrementar el gasto militar -sí los tendrá si buscara en la oposición, pero de
eso ni hablar- y en lugar de rendirse a la evidencia, prefiere acudir al
Parlamento a soltar peroratas insufribles y a no explicar lo gordiano del
asunto, que es cómo, cuándo y con qué va a reunir la cantidad que es precisa
para situarse al mismo nivel que otros países de la Unión Europea. Menos
explicarnos lo que pasa, que eso ya lo sabemos, y más pormenorizar la respuesta
a esta situación.
Ayer en París, Sánchez acabó por comprender que no puede
fugarse de la realidad al estilo Paiporta. Debe mostrar más respeto por sus
conciudadanos y tratarlos como adultos, como acaban de hacer los británicos, y
no como niñatos manipulables con cuatro consignas trasnochadas. Un “kit” de
supervivencia democrática es lo que nos hace falta”. Carlos Herrera, el de “Herrera en la COPE”, en el “Abc”. Es de suponer que el respeto que se
reclama para los españoles no sea el mismo que el propio comentarista dispensa
a “un Gobierno de inútiles con un chulángano de presidente”. En fin…
6.- “Sánchez, sin pudor, vende globos”: “Se echan en falta políticos de talla en la España actual, y si eso preocupa en el caso de la oposición, mucho más todavía preocupa el nivel de mediocridad del Gobierno. Es muy listo el presidente, sabe todos los trucos para mantenerse en el poder por las buenas o por las malas. Pero su déficit democrático es tan inconmensurable que roza el delito. Presume de gobernar al margen del Parlamento, de tomarse la ley a título de inventario, no tiene en cuenta lo que marca la Constitución respecto a la presentación de los Presupuestos del Estado, por ejemplo, y concede a los socios competencias que la ley prohíbe expresamente.
(…) ¿Dónde hay figuras ahora de la talla de Suárez, Felipe, Peces Barba, Solé Tura, Fraga o Rubalcaba -al que admiran de forma incuestionable los que le conocimos bien-, o Herrero de Miñón? Figuras como Miguel Roca–debe estar enfermo de decepción viendo el avance del independentismo de medio pelo que se gastan los catalanes–, Maravall, Jorge Semprún –un lujo– Solana … ¿Imagina alguien que un ministro de la última hornada pueda alcanzar cargos internacionales tan relevantes como Solana o Borrell, por ejemplo? O tener un ministro de Hacienda y de Economía como Paco Ordóñez o Piqué; o como Aznar, aunque acumula detractores como si solo importara la guerra de Irak en la que, por cierto, no participamos aunque es lo que dice la izquierda….
(…) Hay muchos más nombres que merecen respeto, pero en los tiempos actuales cuesta encontrar un dirigente que además de sentirse comprometido con su país, cuente con una trayectoria, formación y experiencia que le permita trasladar ese compromiso con un trabajo eficaz que le permita sumar logros. Sánchez, desde luego, es lo más opuesto a ese perfil”. Pilar Cernuda en “The Objective”. Lo de Aznar con la guerra de Aznar, pelillos a la mar... ¿Y sus mentiras sobre el 11-M?
7.- “Sánchez adultera el lenguaje como en las dictaduras: ”Afortunadamente, la España sanchista no es la Rusia de Lenin y Stalin, ni la Camboya que estremeció al planeta, ni la Cuba corroída por el cáncer de un comunismo al que los ciudadanos, ilusos, permitieron hacerse con el poder. Sin embargo, sí empieza a apreciarse con intensidad esos cambios semánticos intencionados y la instrumentación de las palabras tan característicos del giro autoritario de un régimen político.
(…) Hoy, los difusores del fango y los lanzadores de bulos son los medios críticos y los jueces, los dos colectivos señalados desde el primer momento. En la España de Sánchez otra palabra manida y retorcida es la de privatización y, aunque se suele atribuir a la derecha, es empleada con mayor frecuencia para tratar de desmontar a Isabel Díaz Ayuso, la opositora mayor del reino. En el lenguaje sanchista, privatizador puede serlo cualquiera aunque no haya privatizado nunca nada, que es lo que ha sucedido con Díaz Ayuso desde que es presidenta autonómica. Para recibir el calificativo, basta con formar parte de la lista negra. Otras palabras retorcidas por el aparato son ultraderecha y xenófobo. Si te opones a que caigan en tu territorio 700 menas más que al del vecino te conviertes automáticamente en ambas cosas. Si justificas la autodefensa que hace Israel frente a los terroristas palestinos te transformas en una especie de tirano en potencia. El uso torticero del lenguaje sirve para que en la mente colectiva perduren imágenes negativas correspondientes al uso que se le haga. La izquierda y la ultraizquierda con duchas en dicho arte”. Sergio Alonso en ”La Razón
8.- “La servidumbre voluntaria”: “El gobierno de coalición ya es solo un fantasma deambulante: roto por el rechazo de la mayoría de los socios poco recomendables de Sánchez a asumir la política de rearme ordenado por Bruselas ante la amenaza de Rusia -la cuestión más trascendental que afronta desde la crisis del Covid- y finiquitado por su incapacidad para presentar Presupuestos Generales del Estado. Por la misma razón por la que sigue negándose a convocar el debate sobre el Estado de la Nación: no soporta que se haga demasiado evidente que la “nación” sanchista se desmorona.
Esta desagradable realdad doméstica está llevando a Sánchez a sus habituales escapadas internacionales para aparentar, sin suerte, ser un estadista de talla. Mientras que su actividad en España se limita a la propaganda, a comprar el voto del entorno de los 13 millones de ciudadanos que cobrar del Estado, y a desarrollar el manual del perfecto autócrata posmoderno. Tan cerca de Trump como lejos de la decencia política, sus maniobras para poner bajo su tutela a granes empresas, su ofensiva contra el poder judicial y la prensa, su desprecio por la función del Congreso, la colonización de la Fiscalía y la prostitución del TC mediante la figura infame de Conde Pumpido tratan de destruir aquellos mecanismos de control, consenso y contrapoderes que que distinguen a una democracia liberal.
Una demolición del “régimen del 78” sin ofrecer un modelo alternativo, más allá de la nebulosa confederal que no gusta a nadie. (…) Pero hay otro factor que explica el apoyo que todavía conserva Sánchez: la ideología. En un país donde el Gobierno fomenta el choque guerracivilista entre izquierda y derecha, hay muchos españoles a los que les parece fenomenal que retuerza la ley, utilice la Fiscalía para destruir a Ayuso, convierta RTVE en su TV3, o que castigue a Valencia, si perjudica a la derecha”. Iñaki Ellakuría en “El Mundo”.